Cantabria

El extraño caso de Muriedas, la tranquila localidad de Cantabria que lleva dos tiroteos en cuatro días

Los casos no están relacionados entre sí y han conmocionado a los habitantes

El primer suceso tuvo lugar la madrigada del domingo; el segundo, el miércoles por la tarde

El segundo de los tiroteos tuvo lugar cerca de la Avenida Bilbao, una de las arterias de la localidad

El segundo de los tiroteos tuvo lugar cerca de la Avenida Bilbao, una de las arterias de la localidad / Ayuntamiento de Camargo

David López Frías

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Muriedas es un tranquilo enclave de Cantabria, a poco más de dos kilómetros del aeropuerto de Santander. Una localidad de poco más de 12.000 habitantes, capital del municipio de Camargo, que presume de ser un lugar con un conflictividad casi inexistente. O lo era. Porque, en los últimos días, se han registrado dos sucesos con arma de fuego que tienen a los residentes con el corazón en un puño.

En menos de una semana, Muriedas ha sido el escenario de dos tiroteos que se han saldado con el balance de dos personas heridas y hospitalizadas por disparos de armas cortas. Dos episodios inéditos hasta la fecha, que aparentemente no tienen conexión entre sí. Un dato más preocupante si cabe. Porque si ya era extraño que alguno de los vecinos guardase armas de fuego en su casa, más inquietante aún resulta saber que al menos dos habitantes del pueblo tienen pistolas y las han sacado en este mes de agosto para ajustar cuentas.

El primero de los sucesos tuvo lugar la madrugada del domingo 11, en torno a las 4 y media de la mañana, según ha confirmado la Guardia Civil de Cantabria a El Periódico de España. Fue muy cerca de la Avenida Bilbao, una de las arterias principales de la localidad. Según ha podido saber este diario, la víctima era un hombre de nacionalidad española y etnia gitana, que mantuvo esa noche un altercado en un bar con miembros de un clan de nacionalidad rumana.

Cuando el español se retiró a su domicilio, sus agresores le estaban esperando y le recibieron con un tiro en la pierna. Un estruendo que puso en alerta a los vecinos de la zona, que se despertaron con la detonación y que fueron los que avisaron a la Guardia Civil y a los sanitarios. El hombre fue trasladado al hospital de Valdecilla, en Santander. Los autores del disparo huyeron y todavía no se ha llevado a cabo ninguna detención relacionada con el caso.

En el hombro

El segundo caso hizo saltar todas las alarmas en la localidad. Principalmente por lo inédito de la situación (dos tiroteos en cuatro días), pero también porque en esta ocasión no se produjo de madrugada, sino a plena luz del día. En torno a las 7 y media de la tarde, según informaciones del Instituto Armado.

El episodio habría sido otro presunto ajuste de cuentas que nada tendría que ver con el primer caso ni con sus protagonistas. Sucedió en una zona residencial de Muriedas llamada Barrio del Carmen de Cros (un nombre que tiene su origen en la empresa catalana Cros S.A., que levantó una factoría en la ciudad a principios del siglo XX, por lo que se construyeron casas para alojar a los trabajadores).

Según fuentes consultadas por este diario, la víctima, otro varón de nacionalidad española apodado 'El Pelos' y con vitola de conflictivo entre sus conciudadanos, pasó la tarde bebiendo en uno de los establecimientos del barrio. La situación se fue tensando a causa de su incipiente ebriedad y llegó a ser expulsado del bar. Volvió entonces a su domicilio donde, contra todo pronóstico, recibió el disparo.

Persona conflictiva

Según cuenta El Diario Montañés, que define a la víctima como "una persona conflictiva que se dedica al trapicheo", en cuanto 'El Pelos' volvió a su casa tuvo una enganchada con su hijastro, que fue el que acabó sacando un arma corta y disparando contra su padrastro en el interior de la vivienda. Le pegó un tiro en el hombro, un sonido que fue perceptible por vecinos de toda la barriada. Tras la agresión, la víctima salió del domicilio.

La ambulancia recibió el aviso por herido de bala a las 19:40. El hombre herido también fue trasladado, con en el caso del fin de semana, al Hospital de Valdecilla, en Santander, donde recibió tratamiento médico. El disparo no le alcanzó ningún punto vital y su vida no corre peligro.

Los que sí que creen que lo corren son los vecinos. Por primera vez, los habitantes de Muriedas han manifestado públicamente el miedo que tienen a salir a la calle. Los dos heridos son residentes y viejos conocidos de los vecinos. Para mal. Ambos han protagonizado numerosos altercados y son, en palabras de los propios muriedenses, "personas que generan conflictos constantes y que ya han tenido problemas graves con anterioridad".

Antecedentes

A pesar de conocer el historial de los implicados, los vecinos han solicitado más presencia policial en la localidad. El alcalde de Camargo, por su parte, (Diego Movellán, del Partido Popular), se sumó a esta petición en un comunicado en el que asegura que "necesitamos atajar cuanto antes la sensación que hay de inseguridad, que se ha generado a lo largo de los últimos días. La mejor solución es incrementar la presencia de efectivos de Guardia Civil, dado que son los competentes en estos casos delictivos y de seguridad ciudadana".

Porque el Barrio del Carmen Cros es una zona que ya lleva tiempo bajo la lupa. Se da la circunstancia de que hace casi un año, en septiembre de 2023, el Consistorio aprobó, por la presión popular, reforzar la presencia policial y aumentar la frecuencia de los servicios de limpieza y basuras. Ya en aquel tiempo se quejaban los vecinos de que la situación se estaba empezando a descontrolar.

En aquella ocasión, los vecinos que se reunieron con el primer edil le pidieron que incrementase la presencia de agentes de seguridad y la frecuencia de los servicios de limpieza y basuras en el barrio, así como la instalación de más plazas aparcamiento, arbolado, nuevos bancos y mobiliario urbano. Y aunque algunas de aquellas iniciativas se acabaron llevando a cabo, la seguridad sigue siendo la asignatura pendiente de Muriedas, tal y como se ha puesto de manifiesto en la última semana.