La estafa del hijo en apuros por WhatsApp: la Guardia Civil desmantela 16 grupos que actuaron con 320 víctimas

Agentes de la Guardia Civil pertenecientes al Equipo de Delincuencia Tecnológica (EDITE) de la Comandancia de Madrid, han detenido a 188 personas y han investigado a otras 15 más por su presunta implicación en los delitos de estafa, utilizando la modalidad conocida como "El hijo en apuros".

Un tipo de estafa basada en la manipulación emocional y la suplantación de identidad. A lo largo de la investigación se ha logrado desmantelar un total de 16 grupos organizados, cada uno de 3 a 15 personas.

Según han informado fuentes policiales a este canal de invesigación y sucesos, son grupos independientes, en su mayoría sudamericanos. Se organizan para operar de la misma manera y ya han llegado a estafar utilizando este método a 320 víctimas con unos beneficios de 1.400.000 euros, solo en la Comunidad de Madrid, donde operaban.

Operación Kinderen

La investigación tuvo su inicio a principio de 2023, en el marco de la Operación Kinderen, cuyo operativo sigue abierto. La Guardia Civil recibía una denuncia sobre una supuesta estafa en la que se había logrado sustraer 5.000 euros a la víctima.

Fruto de esta operación policial se han localizado más de un millar de cuentas bancarias distintas, con más de 300 teléfonos utilizados para perpetrar las comunicaciones con las víctimas. Conseguían estafar más de 4.000 euros a algunas de ellas. Las investigaciones se han desarrollado en todo el territorio nacional, si bien el mayor parte de las detenciones se han efectuado en Barcelona y Málaga.

Las penas para los implicados no suelen ser muy grandes. Eso sí, las denuncias suelen ser fructíferas ya que la mayoría de las víctimas pueden recuperar su dinero.

Estudios pormenorizados

Con el método de 'El hijo en apuros' el estafador pretende manipular a la víctima haciéndole creer que un familiar cercano (generalmente un hijo) necesita dinero. Previamente han realizado un seguimiento de las víctimas, estudiando pormenorizadamente sus redes sociales y las de su entorno.

Al parecer, son profesionales que han trabajado como teleoperadores. Saben manejar bases de datos y a través de la 'dark web' sacar la información que necesitan.

Una vez han seleccionado a la persona, contactan a través de WhatsApp haciéndose pasar por un hijo o una hija, justificando que escriben desde un número no habitual porque el suyo se ha roto y tienen un problema. Para hacer creíble la conversación intentan crear un vínculo emocional con la víctima, trasmitiéndo urgencia y desesperación.

Esto puede provocar una reacción de protección por parte de los destinatarios de los mensajes, que sin comprobar que los mensajes los estan enviando realmente sus hijos, aceptan realizar una trasferencia bancaria. Cuando consiguen una respuesta por parte de la víctima, los estafadores saben que lograrán sus objetivos.