En Galicia

Una cuidadora de Ourense causó quemaduras a una discapacitada al ducharla y no podrá ejercer durante un año

No comprobó la temperatura del agua y no hizo caso a las quejas de la víctima, que sufrió lesiones en casi el 30% del cuerpo

Acepta un año de prisión, una pena que probablemente suspenderán porque carece de antecedentes

La acusada aceptó la condena tras el acuerdo entre las partes

La acusada aceptó la condena tras el acuerdo entre las partes

Javier Fraiz

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Se ocupaba de la higiene de una mujer de 31 años con una discapacidad, que estaba ingresada en el centro de la entidad Aspanas en A Peroxa (Ourense), pero, cuando la duchaba, la cuidadora no comprobó la temperatura del agua ni hizo caso a las quejas de la usuaria. La víctima, que se encuentra incapacitada por sentencia judicial, sufrió quemaduras de segundo grado en el 30% de la superficie corporal. Tuvo que ser hospitalizada en Povisa, en Vigo.

La gerocultora responsable de sus lesiones por una imprudencia grave se enfrentó ayer al juicio, programado en el Penal Número 1 de Ourense, y reconoció los hechos. La Fiscalía, la acusación particular y la defensa alcanzaron un acuerdo de conformidad que cierra el proceso.

La encausada, de 29 años, acepta una condena de un año de prisión y una inhabilitación especial, durante doce meses, que le prohíbe ejercer cualquier profesión o actividad que conlleve el cuidado de terceras personas. La autora del delito carece de antecedentes penales, por lo que muy probablemente verá suspendida la pena de prisión. La víctima ya había sido indemnizada con anterioridad al juicio por la compañía aseguradora. Recibió 51.000 euros de compensación.

Infringió “total y absolutamente las más elementales normas de previsión y cuidado”

Los hechos ocurrieron el 6 de junio de 2022, sobre las 22 horas de la noche. La cuidadora se encargaba de las tareas de higiene en esa franja horaria. Según se considera probado con su reconocimiento de los hechos, infringió “total y absolutamente las más elementales normas de previsión y cuidado”. No comprobó la temperatura del agua cuando duchaba a la víctima y, “con la misma infracción del deber de cuidado”, obvió sus quejas. Además, “evitó cualquier medida que tuviese por objeto analizar las rojeces que ya presentaba” la usuaria del centro.

La víctima fue trasladada al Punto de Atención Continuada (PAC) de Coles en un primer momento, y posteriormente recibió asistencia en el hospital de Ourense. Esa misma noche fue derivada a la unidad de quemados de Povisa, en Vigo.

La perjudicada sufrió quemaduras de segundo grado en las piernas, las nalgas y el perineo. Necesitó control hospitalario, curas de las lesiones, así como analgésicos y antiinflamatorios. Según el informe forense, fueron necesarios un total de 179 días para la estabilización de las lesiones. Le han quedado cicatrices.