Investigación

La venganza de 'don Leo': detienen a uno de los condenados por el asesinato del capo en 2009

Jonathan Montoya Rendón había sido incluido en la lista de los 10 más buscados de España

La presión mediática acabó con su huida, siendo apresado en la comisaría de Canillas

Momento en el que el fugitivo es apresado en el Complejo Policial de Canillas, Madrid.

Momento en el que el fugitivo es apresado en el Complejo Policial de Canillas, Madrid. / CNP

David López Frías

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Leónidas Vargas Vargas, don Leo, un histórico capo colombiano de la droga y antiguo socio de Pablo Escobar, fue asesinado por encargo en Madrid, el 7 de enero de 2009. Los responsables fueron un grupo de sicarios que entraron en su habitación del Hospital 12 de Octubre y le descerrajaron cuatro tiros a quemarropa. Uno de los responsables seguía libre.

Se trataba de Jonathan Montoya Rendón, un compatriota de 1,86 que fue el encargado de vigilar los accesos a la habitación, para no entrase personal sanitario mientras sus compinches estaban acabando con la vida de Don Leo. Montoya fue el único que estaba en libertad de cuantos participaron en aquel crimen. A pesar de haber sido detenido junto a los demás, aprovechó un permiso penitenciario para huir de la cárcel.

Fue por eso que lo incluyeron en un cartel policial con los fugitivos más peligrosos del país. Una lista de 10 reos que se encuentran burlando a la justicia, muchos de ellos con delitos de sangre, hecho público por la Policía Nacional la semana pasada. Jonathan, cuyo caso recuperó El Periódico de España, del mismo grupo editorial, tenía además la consideración de ser un preso 'muy peligroso' y se presumía que podía estar armado.

Montoya se encontraba huido de la justicia desde 2023 y en paradero desconocido. Hasta que Policía Nacional y Municipal de Madrid emprendieron una colaboración que acabó con la detención y envío a prisión del sicario colombiano. Lo ha anunciado la propia policía madrileña, tras una operación conjunta que ha concluido esta misma semana.

Difícil de ubicar

Montoya Rendón había sido calificado como uno de los fugitivos más escurridizos de cuantos figuran en la lista. La propia policía advertía de las dificultades que estaban teniendo para ubicar en España a este condenado a 24 años de prisión: "Debido a las dificultades para la localización del fugitivo, se solicitó la colaboración ciudadana para la localización del prófugo y se le incluyó en la campaña nacional de los 10 fugitivos más buscados en España”, explica el cuerpo municipal.

Sin embargo, la campaña solicitando colaboración ciudadana para atraparlo dio sus frutos. Acabó siendo el propio Montoya Rendón el que, en vistas de la presión mediática, se entregó de forma voluntaria a las autoridades en las dependencias del Complejo Policial de Canillas donde fue arrestado por agentes de la Policía Nacional y de la Policía Municipal de Madrid la mañan del 15 de julio.

Ahora volverá a ser reincorporado al sistema penitenciario para cumplir los años que le quedan por aquel crimen en el que fueron condenadas otras seis personas: Jonathan Andrés Ortiz, alias ‘El Parcero’, como autor material del crimen. Sus cómplices, Alexander Salazar ‘El Chucky’, como la persona que consiguió el arma del crimen. Y Edgar Andrés Flores y José Jonathan Fajardo, como las personas que planearon el crimen pero esperaron abajo, en la puerta del hospital. También fue condenado un rumano, de nombre Andrei Cadar, que se encargó de hacer desaparecer la pistola. Un arma que jamás apareció. También fue condenada a penas de prisión la novia del autor material.

Matar a Don Leo

Todos cumpliendo pena… menos Jonathan Montoya Rendón, uno de los tipos que había aceptado cobrar 300 euros por aquel trabajo encargado por alguien que nunca fue condenado. Las instrucciones para matar a Don Leo llegaban desde Colombia, el país del que procedía ese histórico capo y donde desarrolló su carrera criminal; levantando un imperio de la cocaína, pero también ganándose duras enemistades. 

Don Leo permanecía en Madrid bajo arresto domiciliario, tras ser condenado por tráfico de drogas. Pero eludió la prisión debido a su delicado estado de salud. Por eso se le permitía vivir en su chalet de Somosaguas y acudir al hospital cuando su enfermedad pulmonar empeoraba.

Eso lo sabían los sicarios que se encargaron de eliminarlo. Montoya Rendón fue la persona encargada de estudiar el edificio del hospital los días previos al delito, indicar la habitación a los verdugos y vigilar. Él mismo subió hasta la habitación de Don Leo junto al Parcero y al Chucky, pero se quedó vigilando en la puerta de la 543 para que no entrasen médicos ni enfermeros mientras sus socios ejecutaban a Don Leo.

Con su detención, la policía quita de la circulación a uno de los fugitivos más escurridizos de la lista, pero sigue habiendo 9 criminales, algunos considerados como 'muy peligrosos', en libertad. La Policía Nacional sigue pidiendo la colaboración ciudadana para resolver esos casos pendientes.