Violencia Machista

El doble asesino de Valencia amenazó con matar a su mujer horas antes de dispararla

Vicente, de 64 años, discutió con su hijastro, al que recriminaba no ayudar en la reforma del chalet, y la madre recibió el primer disparo cuando trató de mediar entre ambos 

Antes de suicidarse con la escopeta también disparó y mató al perro

Minuto de silencio en Benaguasil en repulsa por el doble asesinato

Minuto de silencio en Benaguasil en repulsa por el doble asesinato

Ignacio Cabanes

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Pese a que no había denuncias previas por episodios de violencia machista, el trato de Vicente hacia su pareja, Florica, nueve años más joven y con la que llevaba once años de relación, se había tornado de un tiempo a esta parte violento, recriminándole por cualquier circunstancia y acusándola de estar con él por interés económico.

La misma mañana del viernes, horas antes de acabar a tiros con la vida de su pareja, de 55 años, y de su hijastro, de 26, el presunto asesino ya amenazó con matarla delante de testigos en un bar de la localidad de Llíria (Valencia), donde residían, al tiempo que le reclamaba 20.000 euros –dinero supuestamente invertido en las obras para reformarse la caseta de campo donde precisamente se produjo el doble crimen–.

El detonante, una discusión

Fuentes del entorno aseguran que el presunto asesino llevaba días muy raro, y que muchas veces se enzarzaba con el hijo de su pareja, Gabriel, quien residía con ellos y al que achacaba que no colaboraba en la casa. De hecho, el detonante último del doble crimen fue precisamente una discusión con su hijastro. Los dos testigos que en ese momento estaban en la casa, la novia del fallecido y un albañil que estaba trabajando en las obras de la parcela, presenciaron la discusión. En ella, Vicente recriminó al hijo de su pareja que no estaba ayudando en la obra y que era un mantenido, que eso se iba a terminar.

En la acalorada discusión trató de mediar la madre, que salió en defensa de su hijo. Fue entonces cuando presuntamente Vicente C. A., de 64 años, habría cogido su escopeta, de la cual tenía licencia, y habría abierto fuego contra ellos. Al parecer, el primer disparo alcanzó a Florica en el lado derecho de la barriga. El segundo tiro fue contra el hijo de esta, que murió en el acto al destrozarle el pecho.

Tanto la novia del joven como el albañil, de origen rumano como las dos víctimas, huyeron rápidamente de la caseta en busca de ayuda. En su huida, el trabajador se cruzó con una vecina que se dirigía al trabajo con su coche. La mujer relató a Levante-EMV, de Prensa Ibérica, que esta persona, "con la cara desencajada", le pidió que lo subiera y se lo llevara a la carretera, pero no le hizo caso por miedo a que pudiera hacerle algo. En ese momento no podía saber si era víctima, un testigo o el propio asesino.

Esta testigo asegura que escuchó dos detonaciones antes de salir de casa, pero pensó que se trataban de petardos. Los dos siguientes disparos ya no los oyó al haberse marchado. El primero de ellos –tercer disparo en el cómputo global– fue el que efectuó contra el perro de la familia, otra víctima inocente del doble asesino. Por último, el presunto criminal machista se descerrajó un tiro en la cabeza poniendo punto final a este baño de sangre que ya llevaba cavilando en su cabeza, y que al parecer, anunció a la otra hija de su pareja, que vive en otra localidad, con una llamada.

No era a la primera que se lo decía. Esa misma mañana también había anunciado su oscuro propósito en un bar de Llíria, pero no le dieron credibilidad, o al menos los presentes no lo consideraron capaz, sino más bien una forma de hablar. A estos testigos les argumentó que su pareja le debía 20.000 euros y que cuando la amenazó con denunciarla si no le devolvía dicho dinero –supuestamente la inversión que estaba haciendo en la parcela de Benaguasil a la que subían los fines de semana– fue ella quien le dijo: "Si me denuncias te cortan el cuello". Se desconoce si todo ello era algo que se le había metido en la cabeza al propio asesino, y que iba comentando por ahí en el municipio, sin que fuera realmente cierto.

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