Juicio

Doce años de cárcel por violar a una joven tras echarle droga en la bebida en Palma

El hombre suministró dos fármacos a la víctima en un pub y cuando hicieron efecto la presionó para acompañarla hasta su casa y la agredió sexualmente

Deberá indemnizar a la mujer con 25.000 euros

El hombre condenado, durante el juicio en la Audiencia.

El hombre condenado, durante el juicio en la Audiencia. / DM

D.M

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La Audiencia Provincial ha condenado a 12 años de prisión a un hombre por violar a una joven tras echarle drogas en la bebida en un pub de Palma de Mallorca. El acusado añadió dos fármacos sedantes en la copa de la víctima y cuando hicieron efecto la presionó para acompañarla a casa, donde la agredió sexualmente. La sentencia destaca la «especial gravedad» de los hechos y ordena al acusado que indemnice con 25.000 euros a la mujer.

Los hechos ocurrieron el 24 de febrero de 2023 por la noche. El hombre, hondureño de 39 años, se acercó a una desconocida en Palma. La joven llevaba varias horas de fiesta con unas amigas y tenía ya sus facultades mermadas por el consumo de alcohol, según declara probado el tribunal de la sección segunda.

El procesado invitó a la víctima a seguir tomando copas en el local con él. Fue entonces cuando sin que ella lo autorizara ni se percatara, el hombre añadió a su bebida clorfeniramina y doxilamina, dos fármacos con propiedades sedantes utilizados de forma habitual para cometer violaciones mediante la sumisión química de la víctima.

La sentencia relata que el acusado esperó a que estas sustancias hicieran efectos y, poco después de la medianoche, "insistió y presionó" a la joven para acompañarla a su domicilio. Lo consiguió y cuando ambos estaban en la habitación de ella, aprovechó que la víctima "carecía de capacidad de reacción" para penetrarla. A lo largo de la madrugada trató de mantener otras relaciones sexuales con ella.

La mujer "quedó en estado de shock hasta que poco a poco fue recobrando su libre voluntad" y hacia las siete de la mañana consiguió que el acusado se marchara de su casa. A mediodía, él le envió un mensaje de móvil: "Pórtate bien y si te portas mal te acuerdas de mí". La víctima acudió entonces a un centro médico y presentó una denuncia ante la Policía Nacional, que en cuestión de horas detuvo al acusado. Desde entonces permanece en prisión provisional.

En el juicio, el acusado negó haber drogado y violado a la mujer y aseguró que las relaciones sexuales fueron consentidas. El tribunal, sin embargo, considera que el relato de la víctima, que insistió en que fue agredida, es creíble y verosímil y está corroborado por otros testimonio e indicios. Entre ellos, los análisis del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses que confirmaron la presencia de los dos fármacos en el organismo de la mujer.

La sentencia expone que la víctima -representada por el abogado Gaspar Oliver- sufre estrés postraumático, ha precisado tratamiento y tiene secuelas psiquiátricas. Además, destaca el "impacto social", ya que desde que ocurrieron los hechos la joven evita los encuentros sociales y las actividades de ocio, ha reducido su vida afectiva y tiene sentimientos de miedo y desconfianza que afectan a su sexualidad.

La sentencia no es firme y puede ser recurrida ante el Tribunal Superior de Justicia.

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