Juicio al expárroco de Sant Vicenç de Castellet

El matrimonio del hombre muerto oficiado por el cura estafador

La fiscalía y la Policía Nacional creen que David Vargas fingió una boda para que una feligresa recibiera medio millón en herencia tras la muerte de su novio

El exsacerdote asegura que el enlace se produjo cuatro meses antes de la defunción del hombre y aporta el testimonio de tres mujeres de su círculo de confianza

El cura estafador, acusado de enredar y saquear a varias ancianas, ha reaparecido en libertad este jueves para declarar en esta causa paralela

Barcelona 28 1 2021 juicio al cura  David Vargas  detenido hace dos anos por estafar a ancianas  afronta ahora un juicio por falsear el expediente matrimonial de una viuda FOTO   Regio 7   Oscar Bayona

Barcelona 28 1 2021 juicio al cura David Vargas detenido hace dos anos por estafar a ancianas afronta ahora un juicio por falsear el expediente matrimonial de una viuda FOTO Regio 7 Oscar Bayona / ÓSCAR BAYONA / REGIÓ 7

Guillem Sánchez

Guillem Sánchez

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Ángel y Leonor eran novios y tenían más de 80 años de edad. Ángel falleció en noviembre de 2008 y Leonor, algunos años más tarde. Ahí acaba la parte que está clara del juicio que este jueves se ha celebrado en la Audiencia de Barcelona contra David Vargas. El resto está dentro de la misma nebulosa que acompaña al exsacerdote de Sant Vicenç de Castellet acusado de estafar a varias ancianas para quedarse con sus posesiones. Por esos delitos se le juzgará más adelante. El juicio de este jueves ha sido porque la fiscalía lo acusa de fingir un matrimonio entre Ángel y Leonor, después de que el primero muriera, para facilitar que la segunda recibiera la herencia legítima valorada en casi medio millón de euros. Vargas ha llegado a la vista oral en libertad. En verano salió de la cárcel, en la que permanecía ingresado preventivamente desde finales de 2019, cuando fue arrestado por los Mossos d’Esquadra.

La acusación

Isabel es la sobrina de Ángel. Ella y su hermano son los únicos familiares que tenía Ángel y quienes iban a recibir su herencia. Este jueves, en una sesión que se ha alargado casi siete horas, la sobrina ha explicado que mantenía una buena relación con su tío –a quien veía a menudo– y que, si este se hubiera casado, se lo hubiera dicho. Con toda seguridad, la habría invitado a una ceremonia que supuestamente se celebró, según Vargas, el 1 de julio de 2008.

Isabel ha declarado que coincidió con Leonor y la hija de esta –también procesada junto a Vargas por estos hechos– en el entierro de su tío y que tampoco entonces nadie dijo nada sobre el supuesto enlace. En la tarjeta recordatorio que se entregó en aquel funeral se aludía a Leonor como la 'compañera' del malogrado Ángel y no como su 'esposa'. Es más, ha recordado, semanas después del entierro, Isabel y Leonor coincidieron de nuevo ante un abogado que les comunicó que, dado que Ángel y Leonor no habían contraído matrimonio y el hombre había fallecido sin redactar un testamento, toda la herencia sería para Isabel. La sobrina le transmitió a Leonor que podría seguir viviendo en la casa que habían compartido ambos. “Pero se puso nerviosa, no se conformó y la lio”. Meses después, el mismo abogado contactó con Isabel para transmitirle que Leonor decía que su tío y ella se habían casado secretamente cuatro meses antes de la muerte de Ángel.

El lío

El Obispado de Vic, que acabaría excomulgando a Vargas en 2011 por estafar ancianas y por quebrantar el voto de castidad manteniendo relaciones sexuales con hombres, presentó una denuncia en 2013 al hallar irregularidades en los documentos del supuesto enlace entre Ángel y Leonor que había oficiado Vargas en 2008. La fiscalía ordenó investigarlo a un inspector de la Policía Nacional que este jueves ha declarado que encontró pruebas de que todo era un montaje.

La firma de Ángel en el documento que selló el matrimonio era “falsa” –un perito cree que la rubricó el mismo autor que rellenó el resto del informe: Vargas– y de tal falsedad debe inferirse que el marido no estaba allí cuando se celebró la presunta boda. En el certificado de defunción de Ángel consta que este murió siendo soltero. A pesar de la búsqueda de este agente, no apareció ninguna fotografía del enlace. Tampoco hubo ningún banquete. La única celebración fue, según Leonor, una semana de luna de miel que ella y Ángel se regalaron en el hotel de Las Palmeras de Calella de Mar. Sin embargo, en el registro de ese hotel no constaba tal estancia. Documentalmente, había más contradicciones: el matrimonio fue comunicado al Registro Civil en primavera de 2009, casi medio año después de la defunción de Ángel. Si no fuera por los testimonios que aporta Vargas, caso cerrado.

Los testimonios

La hija de Leonor, su nieto y tres mujeres del círculo de feligresas de confianza de Vargas –una ejercía funciones de secretaria y las otras dos de sacristanas– afirman que el enlace existió y que lo presenciaron. También lo hace un sacerdote amigo de Vargas e incluso otro clérigo –que cubría a Vargas durante las vacaciones– ha explicado que sí tuvo constancia de que se preparaba esa ceremonia. La hija de Leonor y el nieto, además, ejercieron de testimonios. “Habían estado coqueteando de jóvenes y cuando ya eran mayores, comenzaron una relación sentimental que se alargó casi 20 años hasta la muerte de Ángel”, ha declarado la hija. Si de aquella boda no se informó en el Registro Civil hasta casi un año después fue debido simplemente a la alergia a la burocracia del fallecido, ha apostillado.

Vargas

Provisto de un bastón que aparentemente no necesitaba, Vargas ha asegurado que cuanto hizo en este caso fue ayudar al matrimonio, el único que ha unido –presuntamente– a contrayentes de más de 80 años en su etapa sacerdotal. Con modales exquisitos y dirigiéndose a los jueces como “excelentísimo tribunal”, el excura ha afirmado que Leonor no quería “vivir en pecado” y que le pidió que los casara en la primavera de 2008. Exigió, además, que la ceremonia fuera discreta, “para no ser la comidilla del pueblo”, y que se llevara a cabo el 1 de julio, “el día de su santo”. Y así fue, ha declarado.

El próximo 22 de febrero, la fiscalía comunicará si ratifica la petición de 8 años de cárcel para Vargas y para la hija de Leonor. La acusación particular que defiende a Isabel ya ha avanzado que tiene intención de pedir que sean 6 los años de condena. Vargas, acompañado de su abogado, ha abandonado la Audiencia sin responder a los periodistas.

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