Huella ambiental de los edificios

La rehabilitación energética, el camino para reducir las emisiones del parque de viviendas

La sustitución de las viejas calderas, las mejoras en el aislamiento térmico o la instalación de placas solares son actuaciones clave para disminuir la huella ambiental de los edificios, tal y como marca la Unión Europea

Entidades como BBVA impulsan las reformas necesarias en viviendas mediante préstamos especializados y acompañando a los intervinientes durante todo el proceso

Obras de rehabilitación energética en un edificio de Tàrrega (Lleida).

Obras de rehabilitación energética en un edificio de Tàrrega (Lleida).

Víctor Fúser

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Igual que sucede con los electrodomésticos, las viviendas disponen de una calificación que indica cuál es su consumo energético. Una medición que va de la A como óptima a la G como la menos eficiente. En el caso del parque inmobiliario español, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), se sitúa en el tramo más bajo. El 81% de los edificios en España tienen una calificación energética entre la E y la G. Es conveniente mejorarla tanto para hacer frente a la emergencia climática, como por el hecho de que será obligatorio en las próximas décadas.

En este sentido, el Parlamento Europeo ha decretado que todos los edificios de nueva construcción deben tener cero emisiones en el 2030 y que el resto alcancen la neutralidad de carbono en el 2050. Dicho de otro modo, que todas las viviendas pasen al tramo alto de la eficiencia energética. Para ello, solo hay un camino posible, aunque aún con mucho recorrido por delante: la rehabilitación energética.

Dentro del objetivo general de reducción de emisiones se ha puesto el foco en el parque inmobiliario, sea o no residencial, por su peso sobre el total de consumo energético. En este sentido, los edificios son responsables del 40% del consumo energético de la Unión Europea y del 36% de las emisiones de gases de efecto invernadero, generadas principalmente durante su construcción, utilización, renovación y demolición, según los datos de la Comisión Europea. Una huella ambiental que es preciso reducir para alcanzar los objetivos de mitigación marcados por la Unión Europea y que van destinados a evitar que la temperatura media del planeta aumente más de dos grados en los próximos años.

El parque inmobiliario español tiene una media de 45 años de edad, si bien esta cifra aumenta en el caso de Barcelona, cuyo año medio de construcción se sitúa en 1945, según un estudio elaborado por la plataforma Idealista. Esto significa que se pueden llevar a cabo sobre las viviendas toda una serie de actuaciones para mejorar su eficiencia energética, incorporando las técnicas que se han ido desarrollando en las últimas décadas. O incluso recuperando conceptos de la arquitectura clásica, como la orientación, la ventilación cruzada o los elementos de protección solar.

Medidas para avanzar en eficiencia energética

Son múltiples las reformas que se pueden llevar a cabo para lograr unos edificios más eficientes desde el punto de vista energético. Pese a que cada proyecto es diferente, hay una serie de medidas bastante comunes. Las principales son las relacionadas con la envolvente del edificio, como pueden ser los revestimientos e impermeabilización de cubiertas, tejados y fachadas, así como los cerramientos, con el cambio de puertas y ventanas. Con ello se puede lograr un mejor aislamiento térmico que contribuye a minimizar las pérdidas de frío y calor. Pero más allá, también se contemplan todas las relacionadas con la mejora de la accesibilidad, como ascensor, rampa o salvaescalera. Y otras como la renovación de la luminaria por LED, la instalación de puntos de recarga en aparcamientos o la instalación de paneles solares fotovoltaicos.

En ocasiones estas actuaciones se hacen de forma paulatina, pero lo ideal es acometerlas en conjunto y realizar una reforma integral, sobre todo en el caso de comunidades de propietarios.

Facilitar el proceso

Entidades como BBVA ofrecen distintas soluciones que facilitan el proceso y que, junto a ayudas disponibles como la de los fondos Next Generation, hacen que el momento actual sea más que adecuado para empezar con una rehabilitación. “La rehabilitación permite no solo cumplir con los objetivos de eficiencia europeos, sino también mejorar el confort, reducir la factura energética y revalorizar la vivienda”, asegura Vinyet Pagès, especialista en Financiación de Comunidades de Propietarios de BBVA en Catalunya.

Además, la experta señala que ahora es el momento idóneo para encarar un proyecto de estas características tanto por la vigencia de los fondos europeos como por el servicio que BBVA ofrece a sus clientes: “Queremos acompañar a las comunidades para ofrecerles una solución llave en mano, gestionando todo el proceso junto con un administrador de fincas y un agente rehabilitador para que los propietarios no tengan que preocuparse de nada”.

Son, evidentemente, procesos complejos e integrales que requieren de una gran inversión y un amplio consenso, especialmente en el caso de comunidades de propietarios. En este sentido, a diferencia de las viviendas unifamiliares, emprender una rehabilitación energética requiere un amplio acuerdo entre aquellos vecinos sensibilizados con la sostenibilidad y la reducción de emisiones y los que todavía no han convertido estos conceptos en una prioridad. En este punto, la figura del administrador de fincas resulta clave para reflejar los beneficios de emprender una actuación de estas características: reducción de los consumos energéticos, ahorro en la factura y revalorización de las viviendas.

Para facilitar la toma de decisiones, BBVA también puede ofrecer su ayuda y experiencia tanto a los administradores de fincas como a los propietarios. En concreto, por su acompañamiento especializado y por la financiación mediante préstamos específicos a largo plazo que contemplan carencias mientras se ejecutan las obras y con amortizaciones sin coste cuando llega la subvención. Un argumento extra para animarse a ejecutar unas actuaciones que no solo responden a la obligatoriedad marcada por la Unión Europea en cuanto a la eficiencia energética de edificios y viviendas, es también el compromiso con un planeta que no puede seguir soportando por mucho tiempo más el ritmo de emisiones contaminantes que la humanidad lanza a la atmosfera día tras día.