Por Beatriz Pérez

Un problema de salud pública de primer orden

En España, entre un 15% y un 20% de la población adulta y un 10,7% de la infantil y adolescente sufre obesidad, la enfermedad "más prevalente", según la endocrina del Hospital Vall d'Hebron Andreea Ciudin. Si no se frena la tendencia, asegura, el porcentaje llegará al 40% en la próxima década.
Esta enfermedad, asociada a los estilos de vida (sedentarismo y mala alimentación) pero no solo a ello ("detrás también hay una carga genética y un trastorno biológico"), supone, además, un enorme gasto para el sistema sanitario.

Cerca del 7% de los presupuestos nacionales de la Unión Europea (UE) se destinan a tratar patologías asociadas a la obesidad: diabetes, colesterol, hipertensión, apneas del sueño, cáncer o enfermedades cardiovasculares.

Ozempic, Wegovy y Mounjaro, los tres fármacos disponibles en España altamente efectivos para tratar la obesidad, están llamados a cambiar el panorama de su tratamiento. "En 10 años veremos su impacto en la salud", vaticina la endocrina de Vall d'Hebron.

Tasa de obesidad por países

Del Ozempic... a todo lo demás

En 2019, llegó a España el Ozempic, indicado para personas con diabetes tipo 2 y obesidad (ambas patologías suelen ir asociadas). Su eficacia para lograr pérdidas de peso muy significativas provocó durante meses un desabastecimiento (desde la sanidad privada no siempre se ha recetado con rigor), algo que se corrigió el mayo pasado con la llegada del Wegovy (indicado solo para la obesidad). Tanto Ozempic como Wegovy están comercializados por Novo Nordisk y su principio activo es la semaglutida. El 1 de julio, además, apareció Mounjaro, de la farmacéutica Lilly, cuyo principio activo es la tirzepatida y que, como Ozempic, está indicado para personas con diabetes tipo 2 y obesidad.

Los tres fármacos presentes en España

Así funciona la digestión

El intestino libera GLP-1, una hormona péptida que estimula la producción de insulina en el torrente sanguíneo cada vez que una persona ingiere alimentos.

Las neuronas del tronco encéfalico (algunas de las cuales también sintetizan la GLP-1) activan otras áreas del cerebro que están involucradas en el control del equilibrio energético, el cual estimula la combustión de células grasas.

De esta forma, la hormona GLP-1 se une a los receptores y estos envían señales de fin del apetito.

Posología y duración del tratamiento

Inyecciones semanales o diarias con aumento de la dosis

Las cajas de estos fármacos duran un mes y contienen dosis que se administran semanalmente (en el caso de Ozempic y Wegovy) o diariamente (Mounjaro).

Por ejemplo, en el caso del Ozempic, se empieza con dosis de 0,25 miligramos una vez a la semana durante un mes, para pasar a dosis semanales de 0,5 durante otros 30 días. A continuación, se pasa a una dosis de 1 miligramo semanalmente. La ingesta de este tipo de fármacos, recuerdan los endocrinos, debe ir siempre acompañada de ejercicio físico y de una alimentación saludable. La duda es cuánto tiempo se deben tomar. El endocrino del Hospital de Sant Pau Antonio Pérez cree que, al ser una enfermedad "crónica", estos fármacos deberán administrarse de por vida. Otras expertas como la doctora Ciudin reconocen que la duración de la prescripción es algo que de momento se desconoce, dada la novedad de los fármacos. Es posible, opina, que todo dependa del "tipo de obesidad".

Cómo actúa el Ozempic

Suprime el hambre imitando una hormona en
el páncreas que le dice al cerebro que está lleno.

Además, ralentiza la eliminación de alimentos del estómago.

De hecho, imita a otra hormona que podría mejorar la forma en la que el cuerpo descompone el azúcar y la grasa.

Efectos secundarios

Estos medicamentos también implican una serie de efectos secundarios, pese a que la mayoría de los pacientes ven mejorar notablemente su estado físico y anímico.

Por ejemplo, hay personas que, durante las primeras semanas, experimentan una debilidad significativa que luego pueden revertir. Además, el año pasado, la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) emitió una alerta tras detectar en Islandia a tres pacientes que tomaban Ozempic y que presentaban síntomas suicidas.
Un signo de los signos visibles del medicamento es lo que la cultura popular ya se ha afanado en bautizar como 'cara Ozempic', la cual alude a unos rasgos físicos que se caracterizan por las mejillas chupadas y los pómulos marcados. Sin embargo, como explica la doctora Ciudin, este término acuñado por los medios de comunicación no se corresponde "exactamente" con la realidad, ya que se trata de síntomas en cualquier persona que experimente una pérdida muy acusada de peso, sea por el motivo que sea. "Anatómicamente todos tenemos grasa en las mejillas, se llaman 'bolas de Bichat', y se pierde en algunos casos, lo que deja visible el efecto. Pero en general la gente queda muy bien", asegura esta endocrina.

Los médicos se muestran confiados en que estos fármacos reducirán la prevalencia de la obesidad, así como la de los problemas asociados a ella. Hasta ahora las opciones que se daban a estos pacientes eran el ejercicio, la dieta y la cirugía bariátrica. De ahí que los endocrinos reclamen al Ministerio de Sanidad que financie estos fármacos.

De momento, España no tiene ningún medicamento indicado solo para la obesidad que esté financiado. El Ozempic sí lo está, pero se prescribe cuando, además de obesidad, el paciente padece diabetes tipo 2. Una caja de Wegovy, por ejemplo, en su dosis más alta, cuesta unos 300 euros al mes. No todo el mundo se lo puede permitir.

Un reportaje de EL PERIÓDICO

Textos:
Beatriz Pérez
Infografías:
Ramon Curto, Francisco José Moya y Andrea Hermida-Carro
Diseño:
Andrea Hermida-Carro
Coordinación:
Ricard Gràcia