El duelo más complejo: ¿cómo abordar el suicidio entre los supervivientes?

Algunos tipos de muertes impactan mucho más en el entorno. Y una de que las que deja una huella imborrable es, sin lugar a dudas, el suicidio, la primera causa de muerte no natural en España y que en los últimos años afecta de forma muy preocupante a los jóvenes de entre 15 y 29 años. Un tipo de muerte que constituye ya un problema de salud pública, que vive rodeada de muchos tabúes y cuya prevención es uno de los retos que tiene por delante la sociedad.  

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“Hoy sería impensable no ponerse el cinturón de seguridad o ir en la moto sin casco. Aprendimos que estos gestos salvan vidas. En el suicidio, hemos de aprender a cambiar nuestra actitud ante el sufrimiento emocional o cuando se sospeche que algo no va bien en alguien. Hablar es la mejor prevención”, explica Cecília Borràs, psicóloga y presidenta de la entidad Després del Suïcidi – Associació de Supervivents (DSAS), con la que Mémora colabora desde hace 12 años, y además es superviviente de su hijo, que se quitó la vida con 19 años. 

Según los datos de la Conselleria de Salut de la Generalitat de Catalunya, el teléfono 061 Salut Respon atendió el último año 33 llamadas diarias, un 16% más que el anterior. Este recurso puesto en marcha por La Taula de Prevenció del Suïcidi (TPRS) hace dos años ya ha atendido 23.000 consultas. Un servicio que, además, tiene el objetivo de romper el estigma. “El silencio sobre el suicidio y su prevención ha costado, y cuesta, miles de vidas cada año. Es inconcebible que hoy en día, en la preciada sociedad del bienestar, se normalice esta situación. Es todavía un fracaso social”, apunta Borràs. 

El duelo de los supervivientes de un suicidio

Los supervivientes son las otras víctimas de esta problemática y, en muchas ocasiones, las más olvidadas. Si el duelo por una muerte siempre es duro, el del suicidio es peor. “No hay palabras para describir ese dolor desgarrador y que tu mente es incapaz de comprender. La vida te cambia para siempre”, asegura Borràs. La diferencia principal, según la psicóloga y presidenta de DSAS es el preguntarse “por qué y qué influencia he tenido yo en su decisión”. “Los sentimientos de culpa y preguntarse cómo podía evitarlo, los de vergüenza por el qué dirán, de abandono… Pasa mucho tiempo hasta que se acepta que se trata de preguntas de las que no se tendrán respuestas certeras”, apunta. 

La presidenta de DSAS asegura que comenzar a elaborar ese tipo de duelo es complicado por, precisamente, no entender la situación. “La elaboración comienza por tener paciencia con uno mismo y poder conocer a otras personas que han vivido una experiencia similar, conociendo cómo han sobrevivido ellos”. Sobre la superación, la psicóloga habla de aprender a convivir. “No sé si se trata de superarlo o no. Creo que he podido convivir con mi experiencia de duelo que me ha enseñado a convivir con mi hijo de otra manera, me ayuda a seguir adelante sin que por ello no lo tenga presente cada día. No me duele, me acompaña desde la serenidad”, añade. 

Atención al duelo de los supervivientes

Després del Suïcidi – Associació de Supervivents nació en 2012 y Serveis Funeraris de Barcelona – Mémora se sumó desde el inicio. Las primeras sesiones familiares y los primeros grupos de duelo por suicidio que ofreció la entidad fueron en el Espacio de Apoyo que tenía Mémora en Nou Barris-Horta. Actualmente, ya se da cobertura también en Girona y Tarragona.  

“Llevamos más de diez años comprometidos con este tipo de pérdida y seguimos reforzando el hecho de que todas las familias tengan la información necesaria”, explican desde Mémora. “Nuestros profesionales identifican a aquellas familias que puedan tener necesidad de recibir acompañamiento y apoyo al duelo. Una muerte por suicidio lo requiere; igual que ocurre con una muerte inesperada o la pérdida de un niño”, añaden.  

Entre los servicios de acompañamiento y apoyo emocional de Mémora destacan la atención telefónica gratuita de un equipo de psicólogos, la atención individualizada, los grupos de duelo y una comunidad web. En el caso del suicidio, se deriva a las familias a DSAS para sumarse a su grupo de duelo y recibir atención psicológica especializada. “En muchas ocasiones no podemos saber que la muerte ha sido por suicidio, a causa del tabú. Algunas familias lo esconden y dicen que ha sido por otro motivo”, apuntan desde Mémora.  

Las causas del suicidio y los estigmas que lo rodean

Las causas detrás de un suicidio son muy diversas. Los problemas de salud mental como, por ejemplo, la depresión; los problemas de adicción a sustancias, una situación estresante que se vea como irresoluble, enfermedades crónicas que cursen con dolor, la soledad no deseada o haber tenido tentativas previas, entre otras muchas. 

Los mitos, según la presidenta de DSAS, “han ofrecido una explicación simplista que invita a la resignación de no hacer nada para prevenirlo”. “Estigma significa marca. El suicidio está marcado por el silencio, por los mitos y algunas creencias falsas”, añade la superviviente. 

¿Cómo prevenir el suicidio?

Actualmente existen diferentes iniciativas para intentar abordar la problemática. Además de 061 Salut Respon, atendido por un equipo interdisciplinar de 70 psiquiatras, enfermeros y psicólogos, entidades como DSAS hacen una labor de prevención muy importante. Lo hacen desde la difusión de materiales para detectar el riesgo de suicidio, en el ámbito de la sensibilización y la prevención del suicidio y colaborando en proyectos de la administración. 

Así, por ejemplo, y con motivo del Día Mundial de la Prevención del Suicidio que se celebra cada 10 de septiembre, este lunes la entidad organizó una mesa redonda en la sala de actos Hub Social Fundació Bofill para abordar la coordinación entre los diferentes profesionales de urgencias y emergencias en actuaciones entorno la conducta suicida.  

“Cuando una persona nos diga que “no puedo más” o “que estoy harto o harta de todo y que un día…”, hemos de aprender a parar y escuchar, a no infravalorar lo que nos están diciendo porque estas frases pueden ser alertas. Ayudemos a buscar ayuda profesional. Hoy existen teléfonos de prevención del suicidio, donde las personas que pueden estar en una situación de riesgo pueden hablar, con seguridad y confianza, sobre sus preocupaciones o problemas sin que nadie las juzgue por lo que dicen”, explica Borràs.