Restauración artificial

Los riesgos de mantener el delta del Llobregat con "respiración asistida": "Si no sostienes la intervención, las lagunas se degradan de nuevo"

La intervención artificial en las lagunas debe sostenerse en el tiempo para evitar que se degraden de nuevo 

La ACA empieza a restaurar las lagunas del delta del Llobregat y trabaja en un plan para salvar la Ricarda

El espacio natural de la Ricarda, junto al aeropuerto de El Prat.

El espacio natural de la Ricarda, junto al aeropuerto de El Prat. / RICARD CUGAT

Guillem Costa

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En los siglos XV y XVI, el delta del Llobregat era una zona ideal para los piratas. Albuferas y marismas servían como escondite para los corsarios, que desde estos humedales cercanos a Barcelona aguardaban el momento perfecto para sus ataques. Las formas del terreno iban variando, en función de las crecidas del río. Cientos de años más tarde, la gente humilde intentó poblar esta área encharcada: fue conocida como 'La gent del fang', en palabras del historiador pratense Jaume Codina. Otra denominación habitual para los habitantes del delta fue "el pueblo de las fiebres", haciendo referencia a enfermedades como el paludismo y el tifus, habituales por la falta de saneamiento de aquel territorio y la abundancia de mosquitos.

Hoy aquella ciénaga insalubre ha quedado atrás. A lo largo de la superficie deltaica se extienden ciudades, campos agrícolas, industrias e infraestructuras clave como el aeropuerto. "El problema es que todo este desarrollo se aprobó sin tener en cuenta el ecosistema natural, que se degradó gravemente", advierte Joan Pino, ecólogo y director del CREAF (Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales).

Difícil intervención

Una parte del delta se ha tratado de recuperar con mecanismos artificiales para generar lagunas como la de Cal Tet. El problema es que se dejó de intervenir en ellos. Y como los mecanismos naturales del hábitat ya no son funcionales, se tiene que volver a intervenir. "Los planes de restauración que propone la ACA (Agència Catalana de l'Aigua) van en la buena dirección, pero los regímenes hidrológicos no son fáciles de recuperar", apunta Pino. Es como una especie de mecanismo de "respiración asistida": "Si no mantienes las dinámicas de renovación de agua en el tiempo, y para hacerlo se requiere inversión, las lagunas se degradarán otra vez".

Narcís Prat, ecólogo e investigador especializado en agua dulce, defiende la misma idea: "Lo que sucedió con Cal Tet es la demostración de que, si no restauras los procesos ecológicos originales, los mecanismos de restauración artificiales no se pueden abandonar". En el caso de este estanque, había unas estructuras para depurar el agua. Pero el carrizo se ha expandido e impide su funcionalidad. Pino pone sobre la mesa otro ejemplo, el del río Besòs: "Ha mejorado, sí, pero muchas dinámicas naturales no se han recuperado y las especies exóticas son protagonistas, es un caso que demuestra la dificultad para recuperar ecosistemas dañados".

Recuperación limitada

Ambos expertos se muestran partidarios de poner en marcha planes de recuperación. Pero avisan de que es imprescindible no caer en errores ya conocidos. "Los procesos naturales no se pueden recuperar, en el delta del Llobregat viven miles de personas y no podemos volver a tener un delta inundado lleno de lodo", afirma Pino. Por tanto, es necesario aplicar medidas que no sean puntuales. "Debe existir el compromiso de un mantenimiento", plantea Pino. "Si no, no tiene sentido", considera.

Pese a que los proyectos de restauración puedan facilitar la llegada de agua en mejor estado para los humedales, Prat advierte de que lagunas como la Ricarda son irreproducibles en otro lugar: "Las características del suelo y los sustratos no se pueden crear de forma artificial".

Desafío

La ACA encara ahora un desafío clave para cumplir con las obligaciones europeas que instan a mejorar el estado del agua. "Hay tanto cemento que el agua ya no entra y sale de forma natural", constata Pino. "Si se asume que no vamos a restablecer el devenir original del río y que tendremos unos humedales asistidos, almenos se debe garantizar que nadie se olvidará de seguir ofreciendo esta asistencia", zanja.

En paralelo a los planes para mejorar la calidad de las masas del agua, discurrirá el debate sobre la ampliación del aeropuerto y la gestión de los espacios naturales, incluida la ampliación de la ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves), un asunto que la consellera Paneque pide desligar de la discusión sobre la ampliación.

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