En Francia

Lo que se sabe del caso Gisèle P., el macrojuicio por sedación y violación masiva que conmociona al mundo

La policía relaciona ahora al marido con una agresión sexual de 1999 y una violación y asesinato de 1991

El proceso, que juzga a 51 hombres en el mayor caso de sumisión química de Francia, está marcando un antes y después en la lucha contra la violencia sexual en Francia

Gisèle P., la mujer sedada por su marido y agredida por 51 desconocidos: "Me trataban como a una muñeca de plástico"

La decisión de la francesa Gisèle Pelicot: plantar cara a los 51 hombres que la violaron tras ser drogada por su marido.

La decisión de la francesa Gisèle Pelicot: plantar cara a los 51 hombres que la violaron tras ser drogada por su marido. / AP

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El macrojuicio de Francia que sienta en el banquillo a 51 hombres por violar a una mujer sedada por su marido está conmocionando el mundo entero. Durante los próximos meses, el Tribunal de Avignon seguirá juzgando a las decenas de acusados del mayor caso de sumisión química del país, un proceso que puede marcar un antes y un después en la juridisprudencia francesa. Diversas entidades feministas del país reclaman que se modifique la ley para redefinir la violación como cualquier acto sexual sin consentimiento, y no solo como "penetración por violencia, coerción, amenaza o sorpresa", la definición actual. Estas son las principales claves del caso:

92 hombres

92 hombres

Dominique Pélicot, de 71 años, drogó, abusó y facilitó que decenas de desconocidos violaran a su mujer entre julio de 2011 y octubre de 2020. Los investigadores han encontrado hasta 200 grabaciones de violaciones, la mayoría cometidas por el marido y 92 por otros hombres, de los cuales 51 han podido ser identificados. Algunos de los acusados agredieron a la víctima hasta seis veces. Dominique registró miles de fotos y vídeos de los hechos y guardó los documentos en su ordenador bajo una carpeta llamada 'Abusos'.

Inicio de la investigación

Inicio de la investigación

La policía descubrió este caso casi por casualidad. El 12 de septiembre de 2020, Dominique Pélicot fue detenido por guardias de seguridad tras ser descubierto grabando con un teléfono móvil bajo la falda de clientas en un supermercado. Los investigadores incautaron un ordenador portátil en el que descubrieron esa carpeta titulada 'Abuso', donde guardaba vídeos con violaciones repetidas a una mujer inconsciente. El 2 de noviembre de ese mismo año, la policía contactó con su mujer, Gisèle, para mostrarle lo que habían encontrado, era ella en esas imágenes, pero le costó reconocerse, no tenía ningún recuerdo. "Mi mundo se derrumbó, todo se derrumbó", aseguró la víctima en su testimonio en el juicio recordando el momento en el que le mostraron los vídeos.

Modus operandi

Modus operandi

Dominique Pélicot contactaba con desconocidos por internet y los invitaba a su casa para abusar de su mujer. En la cena, drogaba a la víctima con potentes somníferos sin que esta se diera cuenta. La mujer caía en un sueño profundo, que rozaba el coma, del cual no tenía después ningún recuerdo. Dominique llegó a encargar 450 píldoras para drogar a su esposa en un año. Las únicas reglas que imponía a los hombres que acudían a su domicilio eran: aparcar a cierta distancia, entrar en silencio, evitar el olor a perfume o tabaco, desvestirse en la cocina para no dejarse prendas en el dormitorio y calentarse las manos en el radiador antes de tocarla para no despertarla. El marido participaba en las violaciones en algunas ocasiones, en otras lo grababa.

El marido, depredador sexual y 'vouyer'

El marido, depredador sexual y 'vouyer'

El principal acusado, Dominique Pélicot, ha reconocido ser el "orquestador" de las múltiples violaciones a su mujer entre 2011 y 2020. No cobraba: era un 'vouyerista' patológico que disfrutaba mirando a su esposa siendo violada por otros. En los miles de fotografías y vídeos hallado en su ordenador, también encontraron otra carpeta llamada "Mi hija desnuda" con numerosas fotografías de la joven sin ropa. Además, la muestra de ADN obtenida de Dominique en su detención ha permitido relacionarlo con otros dos casos abiertos: una agresión sexual a una mujer en mayo de 1999, y la violación y asesinato de Sophie Narme en París, el 4 de diciembre de 1991.

Juicio a puerta abierta

Juicio a puerta abierta

La víctima, Gisèle Pélicot, ha pedido que el juicio sea a puerta abierta, con tal de hablar en nombre de todas las mujeres que son víctimas de sumisión química y exponer a sus abusadores. "No tiene nada de qué avergonzarse, la vergüenza tiene que estar en el otro lado", afirmaba su abogada, Stéphane Babonneau, en el inicio del juicio. Sin embargo, esta decisión no implica que se puedan grabar y publicar imágenes de los 51 acusados. Aunque se permite que entren terceras personas al juicio, no está permitido hacer fotografías de los hombres. Según la ley francesa, la difusión de imágenes de juicio solo será posible una vez el caso haya sido juzgado y con el acuerdo de las partes.

Perfil de los violadores

Perfil de los violadores

Dominique Pélicot mantenía un registro de todos los abusos cometidos contra su mujer. Además de los vídeos, guardaba carpetas con el nombre y señas de identidad de cada violador. Nombres como "Chris el bombero", "David el black", "Quentin el jubílate" y fotografías sirvieron para poder identificar a 51 hombres. El perfil de los violadores es muy variado, entre 26 y 74 años y de diversas profesiones. Según 'Le Monde', tan solo 2 de los 72 hombres a los que Dominique invitó a violar a su mujer denegaron su oferta. Ninguno lo denunció. Por las redes sociales, circulan listas con los nombres de todos los acusados. Los abogados de la defensa han pedido prudencia y han señalado que en esas listas hay nombres que, dentro de unos meses, "podrían ser reconocidos como inocentes".

Un antes y después en las leyes francesas

Un antes y después en las leyes francesas

Los 51 hombres identificados han sido acusados de violación agravada, cuya pena es de 20 años de prisión. Este caso de sumisión química podría sentar un precedente en las leyes francesas ante casos de agresiones sexuales. El código penal define la violación como un "acto de penetración sexual" cometido "mediante violencia, coacción, amenaza o sorpresa". Entidades feministas del país han pedido una revisión exhaustiva de la legislación para que se considere violación al sexo sin consentimiento, también cuando el perpetrador utilice drogas para "perjudicar el juicio" de la víctima.

El apoyo "masivo" de las redes

El apoyo "masivo" de las redes

La conmoción por este caso ha cruzado fronteras gracias, sobre todo, a las redes sociales. Sin embargo, el apoyo ha empezado a ser demasiado para Gisèle Pélicot y su familia. Aunque agradecen a todas las personas que han enviado masivamente mensajes de apoyo desde todo el mundo, piden moderación en las redes sociales. Sobre todo, ha remarcado que no desea de ningún modo la apertura de fondos de recaudación para ella (cosa que ya ha sucedido de la mano de influencers como Nabilla Bennatia).

Libro sobre los hechos

Libro sobre los hechos

En 2022, Caroline Darian -hija de Dominique y Gisèle Pélicot- publicó un libro narrando los hechos que habían sacudido a su familia. Titulado Y dejé de llamarte papá ('Et J'ai Cessé de T'appeler Papa'), se remonta a noviembre de 2022, cuando la policía reveló los miles de archivos pornográficos encontrados en el ordenador de su padre. Decenas de vídeos donde él y otros hombres violaban a su madre, además de fotos de ella misma desnuda.

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