Su nueva prisión

La seria advertencia a Daniel Sancho: "Te castigan…"

Daniel Sancho, condenado a cadena perpetua en Tailandia, en directo: reacciones y última hora de la sentencia

El apodo con el que Daniel Sancho es nombrado por los medios de Tailandia

Daniel Sancho.

Daniel Sancho. / EFE

Raúl Vázquez

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Una semana después de la condena a cadena perpetua de Daniel Sancho por el asesinato y descuartizamiento de Edwin Arrieta, el hijo de Rodolfo Sancho ya ha sido trasladado al nuevo centro penitenciario que se le ha asignado: el de Surat Thani. Se trata de una de las cárceles del país más peligrosas, muy diferente a la prisión donde Sancho ha permanecido estos doce meses desde su detención, la cárcel de Koh Samui.

La nueva prisión de Sancho tiene una capacidad para 2.500 presos, pero en la actualidad cumplen condena un total de 5.000, por lo que se encuentra totalmente colapsada. Además, la mayoría de condenados deben estar más de 25 años en esta prisión por la gravedad de sus delitos. Debido a esto, en cada celda hay entre 20 y 30 personas que conviven durante todo el día y duermen en pequeñas toallas, sin camas.

Las pésimas condiciones de las instalaciones no es el único inconveniente de esta prisión, sino que también se deben tener en cuenta las constantes redadas policiales que se realizan allí dentro para frenar el tráfico de sustancias ilegales. Así pues, también tienen lugar peleas que, en algunas ocasiones, han tenido un desenlace fatal por el uso de objetos punzantes.

Testimonio en 'TardeAR'

Sobre el estado de esta cárcel ha hablado la mujer de un ciudadano tailandés que estuvo preso en Surat Thani. Lo ha hecho en el programa de las tardes de Telecinco, 'TardeAR', presentado por Ana Rosa Quintana. "El director es muy estricto. Si te metes en una pelea, te castigan con tareas como limpiar los baños. No hay libertad, debes seguir el protocolo si eres prisionero, al igual que mi esposo lo fue", ha explicado este testimonio.

La mujer ha resaltado los problemas de salud mental que sufren muchos de los presos que se encuentran cumpliendo su condena en la cárcel. "Hay cursos de entrenamiento para que soporten las horas que están allí y, además, están enfocados para evitar peleas. Peleas en las que, si el preso se niega a parar, los agentes le pegan con palos", ha comentado.