Ilegal

El ‘modus operandi’ parecido al de las mafias del pirata de Porroig, en Ibiza

Evaristo S. C., que acumula cuatro órdenes de alejamiento, amenaza a los patrones de las embarcaciones que llegan a la bahía de Porroig primero con quitarles el ancla y luego, con cortarles la cadena. La Guardia Civil lamenta que no cuenta con los medios necesarios para hacerle frente.

Una operación de la Guardia Civil contra el narcotráfico.

Una operación de la Guardia Civil contra el narcotráfico. / EFE

Ángela Torres Riera

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El conocido como pirata de Porroig, Evaristo S. C., continuará cobrando ilegalmente por fondear en la bahía al menos hasta octubre o noviembre, fecha en la que se estima que se celebrarán los dos juicios suspendidos a principios de este mes por un cortocircuito en los juzgados. El motivo de los procedimientos es el quebrantamiento de dos órdenes de alejamiento, una de ellas solicitada por el Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza), y también por un delito de daños y coacciones. El Seprona pidió, a través de la Fiscalía, una orden de alejamiento, que concedió el juez, para que Evaristo S. C. no se pudiera acercar a menos de 100 metros de la bahía, orden que es única en España. Este hombre acumula cuatro órdenes de alejamiento.

El principal problema de que Evaristo S. C. continúe actuando con total impunidad es que no hay, de momento, ningún testigo que haya declarado frente al juzgado que haya presenciado cómo colocaba los muertos en la bahía para demostrar las ilegalidades cometidas. Tampoco hay ninguna prueba gráfica de ello que se haya podido presentar ante el juez. Sin embargo, el mapa de boyas legales de la Administración no plasma que haya en la cala de Sant Josep ninguna boya, lo que significa que las existentes no están, en ningún caso, dentro de la legalidad.

Su modus operandi consiste en que cuando una embarcación llega a la bahía y echa el ancla, informa al patrón de que si no le paga, no puede tirar el ancla allí. "En caso de hacerlo, te advierte de que te atengas a las consecuencias -indican fuentes cercanas al proceso judicial-. Su forma de operar es muy parecida a la que utilizan las mafias".

Cortes en el ancla

La primera amenaza siempre es que quitará el ancla de la embarcación y la segunda, en caso de no cumplir con la primera, que cortará la cadena. "Y así lo hace en todos los casos. Es muy buen buzo, se pone el traje y por la noche te levanta el ancla y al levantarla, el barco se precipita", continúa la misma fuente.

Eso es lo que sucedió en el caso de uno de los afectados que logró, tanto para él como para la embarcación de su propiedad (así cuando él se baja del barco, éste continúa protegido), una orden de alejamiento contra el conocido como pirata de Porroig. En total, ya acumula cuatro órdenes de este tipo. Al darse cuenta de que les había levantado el ancla, intentaron seguirle con la zódiac, pero se dieron cuenta de que le había dado "siete u ocho navajazos".

A este hombre, Evaristo S. C. llevaba amenazándole muchos años, nunca le había pasado nada, y un día (después de haberle intimidado esa misma mañana), escuchó por la tarde un ruido muy fuerte desde dentro del barco, justo antes de que se precipitara contra otra embarcación que hizo que se destrozara todo el lateral.

En ese sentido, lo que la abogada de la acusación, Azucena López, ha defendido frente a los jueces es que el ancla es "el freno en el mar". "Si a alguien le cortaran los frenos le parecería muy impresionante, pues que te que quiten el ancla igual, es muy grave", observa la letrada.

La Guardia Civil no cuenta con medios adecuados para hacerle frente por vía marítima

Paralelamente, en el caso de una pareja que recibió comentarios homófobos por parte de Evaristo S. C., también les cortó el ancla, por lo que el barco se fue a la cala. Al día siguiente, al ver a la pareja en la auxiliar, el acusado se acercó con un cuchillo de 25 centímetros y también le asestó (igual que a la del otro afectado) varios navajazos.

A pesar de todas estas actuaciones, Evaristo S. C. se enfrenta continuanente a multas por insultos y amenazas y no a penas de cárcel, ya que los delitos que acumula a sus espaldas son de distinta tipología (y por lo tanto no acumulables para la condena).

En cuanto al protocolo de contratación de boyas, los clientes recurren, muchas veces, a las tarifas de Evaristo S. C., ya que el precio que el pirata cobra por boya es, aproximadamente, la mitad del precio que pagarían en el puerto por un amarre.

Hay, en ese aspecto, un factor a favor de fondear ilegalmente, que es "mucho más cómodo" porque permite volver de navegar más tarde, y no arriesgarte a que te hayan "quitado el aparcamiento", sino que así el patrón se asegura de que tiene el sitio garantizado para fondear a lo largo de la noche, explica esta fuente judicial.

Burlas a la Guardia Civil

Las tarifas impuestas varían en función de los pies a los que se fondee. Aunque la letrada explica que el precio depende, además de los pies y del tamaño de la embarcación, de otras cosas. Tiene, por ejemplo, clientes fijos a quienes les rebaja el precio y luego, "muchos chanchullos". "A los extranjeros, por ejemplo, les cobra más", apunta.

El pirata se burla constantemente de la Guardia Civil, que no tiene medios para hacerle frente. Cuando los afectados contactan con los agentes, vigilan utilizando el dron, pero Evaristo S. C. escapa buceando, ya que conoce bien el medio marino en el que se mueve.

Las víctimas han sugerido a las patrullas del cuerpo de seguridad que hagan uso de los medios particulares de los patrones de la bahía para ir detrás de él porque "tienen mucho miedo". "De 50 patrones lo mismo han denunciado tres", detallan estas fuentes.

Desde la Guardia Civil consideran que es "necesario" desplegar a compañeros con una base fija en las islas al haber muchos kilómetros de costa. "Por desgracia, no depende de nosotros sino de la Demarcación general en Madrid", señalan desde la comandancia de Balears.

También critican que los medios que proporciona la Administración "siempre van a ser mucho más limitados que los que tienen los delincuentes". "Siempre suelen ir un paso por delante", lamentan desde la Oficina Periférica de Comunicación (OPC).

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