Sanidad

"Creemos que podremos tener un prototipo de vacuna frente al virus del Nilo antes de 4 años"

Jorge Carrillo Molina, vinculado a IrsiCaixa, coordina ocho grupos de investigación, que quieren conseguir un suero para prevenir la enfermedad, un reto con la participación de Hipra, impulsora de la vacuna española frente al covid

El biólogo Jorge Carrillo, investigador principal de una futura vacuna frente al virus del Nilo.

El biólogo Jorge Carrillo, investigador principal de una futura vacuna frente al virus del Nilo. / Rafael Cobo

M. J. Raya

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El biólogo Jorge Carrillo Molina (Priego de Córdoba, 1976), investigador principal del grupo de Inmunología de IrsiCaixa (instituto de Investigación del Sida con sede en Cataluña), se encuentra coordinando un importante proyecto de investigación europeo para tratar de poder contar con la primera vacuna en el mundo que prevenga frente al Virus del Nilo Occidental (VNO), así como para poder disponer de anticuerpos (medicamentos) que ayuden a combatir la infección, pues en la actualidad no se dispone de tratamiento alguno contra la afección por el virus en humanos. Un virus, que ha dejado cinco fallecidos en lo que va de verano en Andalucía y que está siendo tan crítico en incidencia como cuando hubo un gran brote en 2020.

En el diseño del prototipo de esta necesaria vacuna, que cuenta con una financiación de fondos europeos de 5,7 millones de euros, participan, entre otras entidades y compañías, Hipra, la farmacéutica, con sede en Girona, que impulsó la primera vacuna española contra el covid.  

¿En qué consiste el proyecto de esta vacuna? 

El proyecto se llama Lwnvivat, que son las siglas en inglés de Limiting West Nile Virus Impact by Novel Vaccines And Therapeutics Approaches. Trabajamos para tratar de conseguir el desarrollo de una vacuna dirigida a prevenir la infección por este virus y, al mismo tiempo, diseñar anticuerpos (tratamientos específicos) para combatir la infección y que también puedan ser usados como terapia si fuera necesario. Hasta 2027, el programa europeo Horizon Europe financiará, con un total de 5,7 millones de euros, nuestro proyecto de investigación, coordinado por el Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa –centro impulsado conjuntamente por la Fundación La Caixa y el Departamento de Salud de la Generalidad de Cataluña– y que tiene como objetivo diseñar terapias que limiten el impacto del virus del Nilo, un patógeno emergente contra el que actualmente no existe ningún tratamiento ni vacuna de uso en humanos. 

¿Qué grupos de investigación queréis lograr este avance?

-En el proyecto colaboran ocho grupos de investigación de cuatro países europeos (de los que 4 son españoles, 2 franceses -de Montpellier-, uno es alemán y otro de Dinamarca). Entre los 4 grupos nacionales, están, además de IrsiCaixa, el Centro de Regulación Genómica (CRG) de Barcelona, Hipra y el Barcelona Supercomputing Center - Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS). Perseguimos que la vacuna sea capaz de inducir una respuesta inmunitaria prolongada en el tiempo y que proteja al conjunto de la población.

¿Le consta que en otro lugar del mundo se esté trabajando en otro modelo de vacuna frente al VNO?

Hay grupos que han publicado trabajos sobre vacunas, con fases una y dos en humanos, pero no se han llegado a terminar ni comercializar. Lo que sí existen son vacunas para uso veterinario. 

¿Se estima que la incidencia de este virus va a ir creciendo, de ahí la necesidad de una vacuna?

Es un virus que está extendido por todo el mundo (Italia, Grecia, Turquía, sur de España...). Este virus utiliza los mosquitos como vector de transmisión y, aunque suele tener un transcurso asintomático, el 1% de los casos desarrolla una enfermedad grave con afectación del sistema nervioso central que, a la larga, puede acabar provocando la muerte. La incidencia del VNO va a ir aumentando, porque se transmite por mosquitos, y debido al cambio climático, la temporada del mosquito cada vez es más larga. Por eso, necesitamos disponer de una vacuna con urgencia y contar con tratamientos específicos para luchar contra este virus. En Sevilla ya se han registrado cinco muertes y hay bastantes casos de la infección en Andalucía, así como en Extremadura. Además, en la provincia de Córdoba se ha detectado el virus en mosquitos que había en Puente Genil y Montalbán. Este virus está llamando a nuestras puertas, lo que indica que va a ser una enfermedad mucho más frecuente en el futuro.

¿Para cuándo podría estar disponible la vacuna?

Comenzamos con el proyecto en diciembre del pasado año y, en la actualidad, se están evaluando en laboratorio los primeros candidatos de prototipo de vacuna. El proyecto tiene una duración estimada de cuatro años. Somos optimistas y creemos que podremos tener definido un prototipo de vacuna antes de que pasen esos 4 años y también un anticuerpo. No significa que en 4 años esté lista ya la vacuna, ya que se tienen que hacer los ‘screening’ iniciales para diseñar el candidato y las pruebas de seguridad, incluyendo un ensayo clínico multicéntrico con pacientes de varios países. Tras los 4 años del proyecto necesitaríamos un par de años para ensayarlo en personas. Si dispusiéramos de más financiación, si hubiera una gran empresa interesada en la vacuna, se podrían acelerar los plazos.

¿Cuándo se pueda contar ya con la vacuna a quiénes se le tendría que administrar?

Dependerá mucho de la incidencia y de cuánto se disperse el virus, para ver si se opta por vacunar en zonas de más riesgo y a personas más vulnerables o de forma más generalizada. 

¿Cree que la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los países en general están lo suficientemente preocupados por este virus o se está actuando tarde? 

La preocupación existe, ya que se trata de una enfermedad de declaración obligatoria, de la que se hace seguimiento a nivel europeo de forma semanal. Los países en los que está habiendo por ahora más casos son Grecia, Italia y después España. Por este motivo, entiendo que nos han concedido el proyecto. No sé qué actuaciones exactas se hacen para controlar las plagas de mosquitos, pero está claro que esta enfermedad se tiene que atajar desde distintos puntos, no solo desde el desarrollo de una vacuna, sino que también hay que controlar las poblaciones de mosquitos, con las fumigaciones, entre otras actuaciones, y prevenir las picaduras, con el uso de repelentes, ropa blanca que cubra gran parte del cuerpo y mosquiteras y evitando que haya aguas estancadas.

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