Natalidad

El coste de congelar óvulos frena el deseo de maternidad de las 'millennials'

Galicia incluirá el tratamiento a mujeres de entre 30 y 35 años dentro de los servicios de la seguridad social

Una mujer valenciana, que decidió ser madre monomarental, coge a su bebé en brazos.

Una mujer valenciana, que decidió ser madre monomarental, coge a su bebé en brazos. / Loyola Pérez de Villegas

Lluís Pérez

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Los 'tempos' para ser madre se han alterado en las últimas décadas. Los cambios sociales -el retraso en la incorporación al mercado laboral, la precariedad y la reivindicación de la libertad individual- han retrasado la edad a la que las mujeres españolas gestan por primera vez. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la edad media es de 31,57 años; en 1975 era de 25,25. Y, en las últimas dos décadas, se ha duplicado el número de mujeres que son madres por primera vez a los 40. También se han alterado los modos porque, en una sociedad con tres millones de mujeres solteras de entre 20 y 35 años, son muchas las que acaban siendo madres solas. El 24 % de las familias españolas son monoparentales.

Galicia, pionera

Los expertos recomiendan gestar antes de los 35 años. Lo explicaba el ginecólogo José Martin a Levante-EMV hace unos meses, quien recomendaba recurrir a la vitrificación o congelación de óvulos antes de esa edad porque "facilitan la gestación de la mujer a una edad más avanzada de la deseable". Recurrir a la vitrificación no es económico; el precio ronda entre los 3.000 y los 4.500 euros, una cantidad que para muchas mujeres supone un freno a sus deseos de salvaguardar su reserva ovárica. El fenómeno es creciente y, en la última década, se ha triplicado el número de valencianas que lo hace; aunque las cifras relativas son de unas 350 mujeres al año solo en la ciudad de Valencia.

Para fomentar la natalidad, el gobierno gallego ha incorporado esta técnica de fertilidad a su cartera de servicios de la seguridad social para las mujeres de entre 30 y 35 años, para aquellas que tengan patologías como la endiometrosis o para las que, a pesar de haber gestado con anterioridad, tienen problemas de fecundación a la hora de volver a ser madres. Los populares gobiernan en Galicia, aunque habrá que ver si la política es singular del PP gallego o se traslada a otras autonomías, como la valenciana, gestionadas por el Partido Popular, cuya decisión es competencia de la Conselleria de Sanidad.

El peso de ser 'millennial'

La medida es aplaudida por cuatro mujeres valencianas, treintañeras, que reivindican el traslado de la medida a la sanidad pública valenciana. "Que el gobierno gallego se implique en una problemática así es algo pionero y me encantaría que se aplicara aquí; atiende a una necesidad real que, aunque silenciada en los medios, nos vertebra a las 'millennials'".

Habla Teresa Andreu, de 34 años, quien lo ha dejado recientemente con su pareja. Le encantaría ser madre y sabe que el llamado reloj biológico acelera su ritmo. Se ha informado y ha pedido presupuesto para la vitifricación de los óvulos en una clínica especializada: 4.000 euros. "Lo más lógico es que haga la inversión en cuanto ahorre un poco", comenta. Le tocará hacer esfuerzos económicos, pero no quiere ver truncado su deseo de ser madre.

Otras mujeres, como Elvira Puig, no saben si querrán ser madres en el futuro. "El cuerpo tiene sus tiempos -, explica-. Y puede ser que ahora no quieras o no puedas, pero no sabes qué pasará en el futuro. No todas podemos ser madres a los 20 o 30 años". Su amiga, Andrea Calvo, quiere serlo, pero no en el futuro próximo. "Es una opción para que las mujeres tengamos todas una oportunidad porque, a partir de los 35 años, nuestra reserva ovárica va a peor". Sin embargo, lo ve "inalcanzable" al coste actual.

Vuelco generacional

Todas ellas están implicadas en su carrera laboral y son un reflejo de la sociedad actual. "Tenemos más vida social, estamos volcadas con nuestro trabajo, con sueldos muchas veces precarios; las parejas son más efímeras y reivindicamos nuestra independencia -, afirma Andreu-. Y rompemos con lo que no nos hace felices. Pero nos chocamos con la realidad: solo puedes plantearte ser madre joven si tienes pareja". En solo una generación, el contexto social ha dado un vuelco: "Establecer nuestra vida laboral y social ha sido a un ritmo diferente al de nuestros padres , asegura Gloria Fernández -. No queremos renunciar a nada y no por ello queremos que se nos tilde de egoístas". Ella acaba de salir de una relación de seis años, en la que fueron posponiendo la decisión de ser padres y, aunque le gustaría compartir la experiencia con una pareja, sus "ganas de ser madre están por encima, así que no descarto ser familia monoparental".

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