Especie protegida

Alertan de una osezna en Asturias en riesgo de muerte ahogada por el collar localizador

"Si no se le afloja, fallecerá", advierte sobre el GPS el Fondo para la Protección de los Animales Salvajes, que ha estudiado los movimientos de la hembra a través de las cámaras instaladas

Una imagen de la osezna.

Una imagen de la osezna. / FAPAS

Xuan Fernández

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Preocupación en sectores animalistas de Asturias por el estado de salud de una osezna que vive en el municipio de Proaza y que está siendo geolocalizada por el Principado. El Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (Fapas), que sigue la evolución del plantígrado gracias a las cámaras que tiene instaladas en varios puntos de la región, alerta de que esta hembra podría fallecer si no se le afloja el collar que lleva instalado en el cuello para que así el Principado pueda rastrear su posición. "Es un fallo evidente que deben solucionar por el bien de este animal", asegura Roberto Hartasánchez, presidente de Fapas.

La organización proteccionista apreció en los últimos meses el daño que podría estar sufriendo este plantígrado y consultó con expertos internacionales de primer nivel que, a partir de las imágenes, constataron la preocupación de FAPAS sobre el estado de salud de la osezna.

El temor de los animalistas es que, en otoño, cuando los plantígrados pueden aumentar su peso, en lo que se conoce como periodo de hiperfagia, este ejemplar pueda estrangularse con su propio collar. "Es un fallo poner un collar tan pequeño a un oso que puede crecer, y más teniendo en cuenta que el incremento del peso es importante. Si un plantígrado pesa 100 kilos en verano puede llegar hasta los 140 en verano", destaca Hartasánchez, que es muy crítico con la geolocalización de los osos que realiza el Principado.

En Fapas, de hecho, se pide aclarar cuanto antes el motivo del deteriorado estado de salud del oso 'Guino', que fue encontrado en el municipio de Somiedo y ya ha sido sacrificado, por si sus heridas hayan sido causadas por la geolocalización.

"Uno de los problemas es que los osos se zafan de los collares si estos se dejan flojos y para evitarlo los aprietan demasiados. Es un inconveniente serio, pero en muchas ocasiones los investigadores miran por sus intereses y tratan al animal como un simple objeto para conseguir información, sin importarle su salud", critica Hartasánchez.

Los animalistas esperan que se tomen medidas para evitar riesgos en el estado de salud de la osezna de Proaza, pero insiste en pedir al Principado "transparencia" en toda la política relacionada con los osos, que recae en la Consejería de Medio Rural, que dirige Marcelino Marcos. "En Asturias hay un oscurantismo total respecto a lo que pasa con los osos, algo que no sucede en casi ninguna zona de Europa. En los Pirineos franceses, por ejemplo, hay transparencia absoluta. Siempre puede haber fallos, pero en Asturias no sabemos absolutamente nada", recalca el presidente de Fapas, que también pone en entredicho el operativo que se lleva a cabo para geolocalizar osos, mediante una trama del tipo "Culvert", consistente en una especie de tubo cilíndrico donde se introducen alimentos para que entre el oso y posteriormente dormirlo mediante un disparo.

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