Aves protegidas

Aparecen más de 70 cigüeñas muertas por electrocución en cinco días en Girona

Entidades naturalistas y ecologistas piden a la Generalitat que actúe de forma rápida y exige a la empresa del suministro eléctrico el cumplimiento de la normativa

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Dos cigueñas electrocutadas.

Dos cigueñas electrocutadas. / Jordi Bermejo / DdG

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Más de 70 cigüeñas han aparecido muertas por electrocución en las comarcas gerundenses en solo cinco días. Este dato lo han extraído los colectivos ambientales gracias a la colaboración ciudadana y además, extrapolan que la cifra de este episodio podría lograr la cifra de 463 ejemplares muertos.

Las entidades naturalistas y ecologistas (Associació de Naturalistes de Girona, IAEDEN-Salvem l'Empordà, El Meandre, Grup de Natura Sterna y Ecologistes de Catalunya (EdC)) calculan que entre el sábado 17 y el miércoles 21 de agosto, como mínimo, unos 300 ejemplares de cigüeñas hicieron el descanso de su viaje migartorio hacia África a lo largo de todo el casco urbano de Girona, y centenares más en las comarcas adyacentes.

Proteger las torres eléctricas

Ante la situación vivida con estas más de 70 cigüeñas muertas, entidades naturalistas y ecologistas de las comarcas gerundenses piden al nuevo gobierno de la Generalitat que actúe de forma rápida y le reclaman que exija a la empresa encargada del suministro eléctrico el cumplimiento de la normativa sobre la aplicación de medidas de protección de las torres eléctricas y evitar así la muerte de más aves protegidas.

Esta segunda quincena de agosto, varios grupos de centenares de cigüeñas blancas (Ciconia ciconia), unas aves protegidas por Directivas europeas, la Ley 42/2007 de patrimonio natural y de la biodiversidad estatal y el recientemente aprobado Catàleg de fauna salvatge autòctona amenaçada de Catalunya, llegaron a la ciudad de Girona y otros lugares de las comarcas gerundenses como la Garrotxa, el Alt Empordà y la Selva para hacer una parada en su largo viaje migratorio hacia África (donde encuentran suficiente alimento para pasar el invierno). Los lugares que eligen para hacer el descanso son puntos elevados, a menudo próximos en zonas urbanas, como por ejemplo tejados, campanarios o grúas, pero también las torres de los tendidos eléctricos.

La historia se repite

Estos no son los primeros episodios de muerte de aves por electrocución y los ecologistas recuerdan que lo llevan denunciando desde el 2021 y hace muchos años que estos episodios de mortalidad se repiten, afectan muchas especies de aves y murciélagos (muchas de ellas amenazadas o en peligro de extinción). Además, los naturalistas avisan que hay que hacer hincapié en que esta mortandad se produce en un contexto de pérdida de diversidad galopante en el ámbito planetario, pero también local. Según los datos el Observatorio de la Biodiversidad, en Cataluña se ha perdido de media en las últimas dos décadas el 25% de su fauna.

Desde las entidades destacan que cuando en el diseño de estas torres eléctricas no se ha tenido en cuenta esta realidad, el resultado es la electrocución de muchos pájaros, por ejemplo las cigüeñas blancas o grandes rapaces, como los duques en el Baix Empordà. El motivo es que al pararse, con su enorme envergadura alar (superior al metro), pueden tocar simultáneamente la torre y un cable, recibiendo una descarga eléctrica mortal. El comportamiento gregario de las cigüeñas blancas en estos largos periplos migratorios hace que se paren varios ejemplares en una misma torre y que el resto se pongan en las torres más próximas. El que acaba comportando una reacción en cadena de devastadoras consecuencias.

Aseguran que "todo esto pasa sin que las empresas propietarias de estas instalaciones eléctricas adopten las medidas necesarias para evitar estas electrocuciones". Según datos de la Generalitat, en Cataluña se han registrado electrocuciones de pájaros en 7.000 puntos, pero solo existen 3.000 torres eléctricas protegidas de las 950.000 que hay en el país. Hecho todavía más alarmante cuando una normativa estatal obliga a las compañías eléctricas, desde el 2008, a proteger los apoyos de las líneas para evitar la electrocución de pájaros. Tampoco las administraciones, que tienen que cumplir los objetivos de la Estrategia 2020 sobre biodiversidad de la Unión Europea, están consiguiendo "parar este gravísimo impacto que causan estas infraestructuras sobre la avifauna".

Tomar medidas

En este sentido, recordamos que la legislación estatal establecía que en 2023 tenía que ser aprobada la modificación del Real Decreto 1432/2008 (la cual regula la corrección de tendidos peligrosos para los pájaros) con el fin de avanzar en el objetivo de unos tendidos eléctricos más seguros por estos animales. Sin embargo, la Plataforma SOS Tendidos Eléctricos, ha denunciado que el Ministerio para la Transición Ecológica (MITECO) ha incumplido el plazo de un año que el mismo Ministerio se otorgó el 2023 para revisar este Real Decreto.

Es por eso que desde varias entidades ambientales de comarcas gerundenses denuncian "esta flagrante dejadez de las compañías de transporte y distribución de energía eléctrica en la hora de tomar medidas a sus instalaciones" para evitar estas electrocuciones masivas. Exigen "a las administraciones que modifiquen urgentemente el Real Decreto que regula la corrección de infraestructuras peligrosas para los pájaros, y que velen porque las empresas lo respeten", remarcan.