Drones, perros y un colchón calcinado identificaron a un pirómano reincidente de Collserola

Todo empezó con unos incendios forestales en el Turó de Montcada. Como siempre que hay llamas en el bosque, los agentes rurales de la Generalitat abrieron una investigación para descubrir la causa del fuego. Las pesquisas parecían indicar que se trataba de un incendio provocado, pero todavía no se sabía quién había sido el autor.

Sin embargo, poco después, otros fuegos se sucedieron en los alrededores del parque natural de Collserola durante 2019. La situación llevó a los agentes a una hipótesis: en la mayoría de casos, era la misma persona quien estaba intentando que ardiera la montaña. En muchas de las ocasiones, se había encontrado un colchón de espuma en el bosque que escondía una mecha, además de hierbas secas que favorecían la propagación de las llamas.

Una cuarta parte de los incendios forestales son provocados

En la mayoría de los casos, los incendios no progresaron con gran ímpetu, puesto que la vigilancia, en Collserola, es intensiva y la reacción de los cuerpos de extinción suele ser inmediata. No obstante, tras uno de los fuegos intencionados, el grupo canino de los agentes rurales empezó a rastrear la zona donde se había originado la columna de humo. En paralelo, despegaron los drones que se usan para investigar las causas de un incendio.

Intentos múltiples

Entonces se organizó un dispositivo especial y, finalmente, se detuvo in fraganti al presunto responsable. Lo interesante del caso es que el conjunto de datos acumulados por los agentes rurales permitieron atribuir al mismo pirómano todos los incendios. La sentencia judicial lo condena a 22 meses de cárcel y a una multa de más de 4.000 euros en total. El hombre podrá cambiar la cárcel por una extensa formación en materia de medio ambiente.

Catalunya sigue esperando el gran incendio forestal y prepara planes de extinción

El escrito del juez acredita que el hombre quiso quemar de forma reincidente y constante el parque natural de Collserola. Lo intentó en varias ocasiones, siempre utilizando la misma estrategia. Desde los agentes rurales destacan la relevancia de estudiar también los pequeños fuegos de poco recorrido. De esta forma, aseguran, se pueden dirimir posibles responsabilidades y saber cuántas veces un pirómano ha actuado, como ha ocurrido esta vez.

Incendios provocados

Una cuarta parte de los incendios forestales (24%) que se produjeron en Catalunya en 2023 fueron provocados. En total, hubo 145 fuegos intencionados, de un total de 617, que afectaron a 585 hectáreas. Pese a que la mayoría no sean obra de un pirómano, el 90% de los incendios se pueden relacionar con la actividad humana, ya sea por accidentes o negligencias.

Cuando el fuego aún no está extinguido, los rurales entran en el perímetro junto con su grupo canino, con helicóptero y con drones para seguir la pista del fuego y esclarecer las causas que han desencadenado el fuego. Cuando el incendio es fruto de un fenómeno meteorológico, un accidente o una negligencia, a menudo se detecta rápidamente. Cuando son provocados, en cambio, el proceso se puede alargar y se trabaja conjuntamente con el cuerpo de Mossos d'Esquadra para acabar deteniendo al pirómano.

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