Sucesos

Cae una banda de ‘falsos policías’ especializada en ‘vuelcos’: robar a delincuentes por toda Catalunya

Estaba liderada por un exagente expulsado del cuerpo

¿Qué es un vuelco? La peligrosa actividad que ha incrementado la violencia entre narcos

Imagen de uno de los detenidos por los agentes

Imagen de uno de los detenidos por los agentes / El Periódico

Germán González

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En una operación conjunta, la Policía Nacional y los Mossos d’Esquadra han detenido a cinco hombres y a una mujer por presuntamente formar parte de una banda criminal especializada en hacer robos con violencia a otros delincuentes, lo que se conoce como ‘vuelcos’. Los agentes señalan que la banda era muy violenta, ya que usaba armas de fuego para cometer los ataques, y se hacían pasar por policías. De hecho, su líder era un exagente de Policía expulsado del cuerpo.

Los arrestos se produjeron entre el 16 de julio y el 2 de agosto y los detenidos tienen entre 35 y 49 años. Están acusados de cuatro robos con violencia e intimidación, lesiones y hurto de vehículo. Fuentes policiales han explicado a este medio que los sospechosos se llevaban todo lo que encontraban de valor cuando hacían los asaltos a otros delincuentes, ya sea dinero en efectivo, drogas, objetivos electrónicos, joyas o relojes. Se aprovechaban de que las víctimas no denunciarían por realizar actividades ilícitas.

La investigación comenzó el 8 de junio del año pasado cuando tres desconocidos abordaron a un hombre en Cornellà de Llobregat, lo llevaron hasta Barcelona y le robaron dinero en efectivo y una elevada cantidad de paquetes de tabaco que llevaba en su vehículo. El 14 de noviembre del año pasado, los falsos policías volvieron a actuar en Cerdanyola del Vallès en otro asalto.

Los agentes constataron que se desplazaban en vehículos de alquiler con matrículas correspondientes a la propia Policía Nacional y obtuvieron numerosa información posible sobre otra banda criminal. Los sospechosos tenían tres aparcamientos en diferentes zonas de Santa Coloma de Gramenet, en los que se realizaban los cambios de matrícula en los vehículos que alquilaban, además de ocultar material que usaban en los asaltos.

 El pasado 23 de enero, un vehículo con señales luminosas de tipo policial estacionó en un domicilio de la calle Muntaner de Lliçà d’Amunt y varios desconocidos accedieron al interior identificándose como agentes de la autoridad. Eran los mismos sospechosos que anteriormente habían actuado con el mismo modus operandi en Cornellà de Llobregat y Cerdanyola del Vallès.

Asalto en Tortosa

Finalmente, los investigadores les atribuyen un robo con violencia e intimidación en un chalet de Tortosa el pasado 25 de mayo. El propietario resultó herido por un disparo de arma de fuego. En un primer momento, los Mossos lograron detener a dos hombres de 31 y 40 años, mientras que tres más lograron huir. Viajaban en dos vehículos que esta vez robaron en la ciudad de Barcelona y en la localidad de Cambrils.

Los tres fugitivos se ocultaron durante varios días, uno de ellos en un bungalow de un camping de la Cerdanya. A principios del pasado mes de julio, los investigadores concluyeron que los ladrones tenían previsto llevar a cabo otro asalto violento en un domicilio de una localidad del Vallès Occidental, pero ante la ausencia del propietario, el grupo decidió retrasar el ataque.

 La Policía Nacional y Mossos d'Esquadra prepararon un dispositivo especial que culminó el pasado 16 de julio con la detención de cuatro hombres y una mujer en diferentes municipios catalanes. Además, el día 2 de agosto se detuvo a otro hombre en Sant Adrià del Besòs.

Los investigadores remarcan que los sospechosos constituían un grupo criminal organizado, liderado por un exagente de Policía expulsado desde hace años del cuerpo, en el que sus integrantes se distribuían las tareas de selección y vigilancias de objetivos, la utilización de placas de matrículas dobladas, la ejecución material del robo y el reparto de tareas para una mayor efectividad a la hora de ejecutar los robos.

Destacan que los detenidos presuntamente empleaban armas de fuego y se hacían pasar por policías demostrando una perfecta planificación. También tenían información privilegiada de las víctimas, ya que al ser delincuentes sabían que no denunciarían por no poder justificar el origen del dinero o los efectos sustraídos.

 Como resultado de estas entradas y registros, se intervinieron 40.185 euros, chalecos policiales de alta visibilidad, grilletes, lanzadestellos policiales, un equipo emisor de acústicos policiales, equipos de transmisión de radio portátiles, matrículas falsificadas, cableado y luces para modificar vehículos y darles apariencia policial, divisas y placa de policía, balizas GPS, una máquina electrónica contadora de billetes, 478 gramos de hachís y básculas de precisión, así como varios teléfonos móviles, ordenadores portátiles y tabletas electrónicas.

 La investigación se mantiene abierta con la posibilidad de efectuar aún alguna detención más de personas que hayan podido estar implicadas en las acciones violentas de este grupo. Los sospechosos pasaron a disposición judicial.