El temporal se desata en Catalunya, provoca inundaciones, episodios de granizo y la caída de un millar de rayos

Una brutal tormenta ha sacudido el litoral mediterráneo este miércoles. Tal y como advertían los meteorólogos, la llegada de una enorme vaguada de aire frío ha chocado con el aire caliente que se desprende del Mediterréno, que en estos momentos registra su temperatura más alta desde que existen registros, y ha desencadenado lluvias torrenciales, violentos episodios de granizo y hasta un colosal oleaje en las costas españolas.

El temporal ha causado grandes estragos en Baleares. En Murcia se ha desatado un tornado. En Valencia ha habido derrumbes propiciados por la lluvia. Y en Catalunya se han registrado acumulaciones de más de 85 litros por metro cuadrado en algunas localidades, varias inundaciones, episodios de granizo y la caída de casi mil rayos sobre el terreno y decenas de miles más sobre el mar.

El potente efecto de la tormenta es la suma del choque de aire frío con un Mediterráneo que está hirviendo

Hay quien ya dice que, en algunos aspectos, las lluvias de este martes recuerdan al temporal Gloria que a principios de 2020 puso patas arriba toda la costa mediterránea. En la estación de Cassà de la Selva (Gironès) se han registrado una acumulación de más de 85,7 litros por metro cuadrado a lo largo del día, de los cuales casi 50 han caído en tan solo 30 minutos. En el momento más violento, se han vivido una descarga de casi tres litros por metro cuadrado en tan solo sesenta segundos.

Según explican desde el Servei Meteorològic de Catalunya, la última vez que llovió tanto en esta localidad fue durante el temporal Gloria, hace ya cuatro años. La lluvia también ha dejado más de 67 litros por metro cuadrado en Fornells de la Selva y más de 50 en Viladrau. 

En Cassà de la Selva se ha registrado una descarga de casi tres litros por metro cuadrado en tan solo sesenta segundos

La intensidad de la lluvia ha causado gran cantidad de incidencias. En el Maresme, por ejemplo, la riera de Sant Andreu de Llavaneres se ha desbordado por la lluvia y, según muestran varios vecinos en redes sociales, ha inundado calles enteras.

La situación meteorológica adversa también ha obligado a Protecció Civil a activar una alerta por inundaciones, a cortar varios tramos de carretera y a decretar bandera roja en varias playas por fuerte oleaje y riesgo de temporal eléctrico. Desde el martes, cuando empezaron las primeras lluvias, el cuerpo de Bombers de la Generalitat ha recibido más de 130 llamadas de emergencia. La mayoría de estas, en la demarcación de Girona y en relación a las inundaciones y los daños causados por las lluvias y el viento.

El viento también se ha desatado, con fuertes ráfagas en prácticamente todo el territorio catalán. En Portbou, por ejemplo, se han registrado rachas de viento de hasta 86 hm/h, las más intensas del día. En Puig Sesolles (Vallès Oriental), el viento ha alcanzado velocidades de más de 72 km/h y en el Perelló se han rozado los 60 km/h. En Barcelona, el Observatori Fabra también ha registrado violentas ventadas que, hacia primera hora de la tarde, han superado los 50,8 km/h. 

El temporal también ha llegado acompañado de un gran número de descargas eléctricas. Según los registros de Meteocat, desde la pasada madrugada hasta última hora del miércoles se han registrado más de 3.600 rayos entre nubes, casi mil que han caído directamente sobre el suelo y más de 75.000 que han caído sobre el mar. Osona destaca como el territorio más afectado por el temporal eléctrico, con casi 200 rayos caídos sobre el suelo a lo largo de esta jornada. En la Selva se han observado más de 172 descargas y el Gironés, 130 más.

La mayoría de los truenos oídos la pasada madrugada en las localidades costeras como Barcelona corresponden a los potentes rayos que cayeron sobre el mar. En las últimas seis horas, según el balance de la Agencia Estatal de Meteorología, en las costas españolas, el mar y las Baleares se han acumulado más de 13.500 rayos. 

En solo seis horas han caído más de 13.500 rayos en las costas españolas, el mar y las Baleares

Potencial devastador

Hace días que los meteorólogos advierten sobre el potencial devastador de esta tormenta. Sobre todo porque la situación de inestabilidad atmosférica ha chocado de frente con un Mediterráneo que está hirviendo. "Es como tener un bidón de gasolina abierto", explicaba hace unos días Paco Martín, coordinador de la revista especializada en meteorología RAM. En este sentido, la meteoróloga Isabel Moreno explica que este episodio de lluvias torrenciales se ha alimentado, en buena parte, de la gran cantidad de "humedad y energía" que desprenden las aguas del Mediterráneo para descargar con aún más fuerza. Según apuntan innumerable estudios, este tipo de episodios podrían volverse cada vez más frecuentes en toda el área mediterránea debido al avance de la crisis climática y del calentamiento global.

Las elevadas temperaturas de las aguas del Mediterráneo han alimentado la tormenta y la han hecho más violenta

Se trata del segundo episodio de lluvias torrenciales registrado este verano en Catalunya. Hace tan solo unas semanas, a principios de agosto, una brutal 'pedregada' de granizo destrozó tejados y coches en Sant Pere de Torelló, levantó rachas de viento de más 75 km/h en Sabadell y dejó acumulaciones de más de 30 litros por metro cuadrado en menos de treinta minutos en decenas de localidades del interior. Entre las pérdidas y daños denunciados hasta la fecha, varias asociaciones de agricultores afirman que la tormenta ha golpeado muchos cultivos y que han provocado la pérdida de gran cantidad de cosechas. En Valencia, también se reportan graves daños en las plantaciones de almendras, olivos, naranjas y caquis.

La llegada de este temporal también ha provocado un descenso generalizado de las temperaturas. Especialmente en el sector prelitoral y en puntos del interior, donde se ha registrado una bajada de más de cinco grados en las últimas 24 horas. En el resto del territorio, se han registrado bajadas mínimas y, en líneas generales, el calor se ha mantenido en la misma línea que en los últimos días. Eso sí, por sorprendente que parezca, las temperaturas registradas este miércoles están en la media de lo que sería normal para la época (incluso un pelín por encima) pero al venir de unos días de calor extremo se han sentido casi como 'frescas'. En Barcelona, por ejemplo, los termómetros han rondado entre los 28 y los 32 grados, lo que supone entre cuatro y seis grados por encima de lo normal para estas fechas.