Tendencias sociales

La cara B de las 'tradwife': mujeres atrapadas bajo el control de un hombre

Renunciando a su independencia y a su individualidad se exponen a una situación de la que es difícil salir

Los críticos apuntan que estas esposas son un escaparate irreal de la vida sin preocupaciones de gente de alto nivel económico 

Marido, pasteles y niños: las ‘tradwife’, el movimiento de vuelta al hogar que prende en TikTok

La 'influencer' 'tradwife' Ballerina Farm, con dos de sus hijas.

La 'influencer' 'tradwife' Ballerina Farm, con dos de sus hijas. / Instagram Ballerinafarm

Abel Cobos

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Del día a la mañana, la ‘influencer’ Roro Bueno se hizo viral por subir a TikTok una receta de pappardelle con ragú de pato a la naranja. Fue en un vídeo —aparentemente inocuo— que ya acumula más de 72 millones de reproducciones. El ‘boom’ de esta publicación empezó, primero, con los memes, pero, a medida que seguía publicando contenido similar (recetas laboriosas, que ocupaban horas, e incluso días, y todas con la intención de satisfacer los caprichos de su novio), el debate tomó tintes políticos y empezaron las acusaciones de estar promoviendo la filosofía ‘tradwife’, calificada por grupos feministas como un retroceso de la emancipación de la mujer.

Anne Helen Petersen define el proceso de convertirse en 'tradwife' como una anulación del yo del cual es muy difícil salir una vez se ha completado

La palabra ‘tradwife’ es una contracción de 'esposa tradicional' en inglés. Para sintetizar, son aquellas mujeres que "se quedan en casa mantenidas por sus maridos, que cocinan sin rechistar para ellos, que están en el hogar en ese rol de sacrificadas, abnegadas, dedicadas al cuidado de sus hijos, de su esposo, de la casa", como lo define la periodista Mariola Cubells. Es decir, una caricatura de la ama de casa hollywoodiense de los 50 que en TikTok está adquiriendo nueva forma y popularidad. 

Las 'tradwife' están en relaciones en las que el marido controla las finanzas, las amistades, el entorno más cercano y hasta los gustos personales

Pero convertirse en ‘tradwife’ es un —supuesto— lujo reservado a muy pocas. Para la periodista Maria Nicolau los vídeos de ‘tradwives’ son "exhibicionismo de clase". Pasarse el día sin hacer más que cocinar, cuidar la casa, dedicarse a manualidades y la artesanía y alardear de ello "es una demostración de poder traducido en gran cantidad de tiempo libre y capital". Al final, ¿qué unidad familiar podría permitirse mantenerse con solo un sueldo? La respuesta es obvia: las clases altas. 

Los críticos ponen a Roro de ejemplo de la falacia de las 'tradwife': no cuentan que explicando cómo se quedan en casa ganan dinero y que eso en realidad es un trabajo

El descalabro de Ballerina Farm es un ejemplo de ello. Esta ‘influencer’, estadounidense y mormona, aseguraba que "lo dejó todo" para dedicarse a cuidar a sus ocho hijos "a la antigua". Por lo que enseñaba en sus vídeos, con "a la antigua" se refería a tener su propia granja, cuidar los animales, cultivar sus hortalizas y hacer las tareas domésticas ella sola y desde cero. Pero, como se demostró más tarde, lo que se le olvidó mencionar en sus vídeos fue la ayuda diaria que recibía de los más de 40 empleados del hogar que tiene contratados —pagados con el sueldo de su marido y la fortuna familiar, por supuesto—.

A la 'influencer' Ballerina Farm se le 'olvidó' comentar en sus vídeos que tiene 40 empleados de hogar que la ayudan

Para la columnista y ‘podcaster’ Julie Kohler, las 'tradwives' son un escaparate irreal de la vida sin preocupaciones de gente con una elevada capacidad económica, lo cual puede despertar envidia entre quienes no se pueden permitir "dejarlo todo" y escapar de la precariedad laboral y económica de la segunda década de los 2000. Estas envidias han servido como fuel para avivar el movimiento ‘tradwife’, que, en ocasiones, se vende con una extraña forma de liberación y emancipación pero que, como alertan muchas mujeres, es todo lo contrario.

Para empezar, porque embellece la realidad. "Solo muestran lo más estético: evitan contarnos cómo limpian el baño, cómo aguantan al niño a las tres de la mañana porque no para de llorar o cómo recogen todo lo que han manchado para cocinar", explicaba recientemente Carmen Torres, doctora en Comunicación Política y profesora en la Universidad Nebrija de Madrid.

"Pasas de depender de un empleo de 9 a 5 a que te mantenga tu marido, así que sigues sometida, no has escapado de la precariedad"

Zoe Hu

— Escritora

Pero también, porque la emancipación que promete este movimiento está supeditada al control de un hombre. Como denuncia la escritora y columnista Zoe Hu: "Muchas 'tradwife' son mujeres jóvenes que odian el trabajo" y que son "'salvadas' del mundo laboral" por hombres. Pero así, según Hu, no ganan independencia, sino que cambian la bota que las pisa: "Pasas de depender de un empleo de 9 a 5 a que te mantenga tu marido", así que "sigues sometida, no has escapado de la precariedad". 

Es el precio que pagar por ser una 'tradwife': "Todo lo que tienes que hacer es depender exclusivamente del hombre en tu vida", señala la periodista Anne Helen Petersen, que hizo el experimento de vivir como una 'tradwife' durante una semana. Para sumergirse en el papel realizó un estudio analizando qué rasgos comunes tenían las relaciones que estas 'influencers' documentaban. Destacó que el marido controla las finanzas de ambos, las amistades, el entorno más cercano y hasta los gustos personales. Este último es, probablemente, el rasgo más definitorio de la 'tradwife'. Desde lo que come hasta lo que viste, todo se decide únicamente por las preferencias del marido. Solo hace falta ver los vídeos de Roro, que lo que hace es porque "a Pablo [su novio] le apetecía".

¿Cómo escapar de una relación así, si has eliminado quién eres y solo existes para satisfacer a tu pareja? 

El experimento (que fue fallido, no lo llegó a completar por más de una semana), dejó algunas conclusiones. La principal es que sintió que tenía que dedicar toda su energía a suprimir su libre albedrío y su individualidad y autosugestionarse un incuestionable deseo de existir solo para satisfacer los deseos de su pareja. Define, con preocupación, el proceso de convertirse en 'tradwife' como una anulación del yo del cual es muy difícil salir una vez se ha completado. ¿Cómo escapar de una relación así, si has eliminado quién eres y solo existes por la servitud a la familia? En caso de que quisieras dejar la vida de 'tradwife' atrás, ¿cómo lo haces sin autoestima, sin individualidad, sin recursos y sin un entorno que te apoye?

Entre toda la marabunta de críticas que ha recibido la corriente 'tradwife' —fuente de relaciones aislantes y machistas—, destaca otra más, y es que el discurso 'tradwife' de TikTok se basa en una falacia. Todas aseguran que no trabajan, sino que viven por sus maridos, pero es mentira. Así lo explica Cubells: "Todo lo que nos explican es básicamente mentira. Cuentan, 'me quedo en casa y me mantiene mi pareja y yo solo tengo que ocuparme de lo que se ocupan las amas de casa de siempre' y no cuentan que explicando 'cómo me quedo en casa y cómo cocino […] puedo sacarme una pasta y ser independiente económicamente porque esto que hago es en realidad un trabajo. De hecho, aquí estoy, mercantilizando todos estos vídeos que veis a través de una empresa que me contactó y que gestiona todo este esfuerzo mío'". 

El ejemplo más claro es Roro, que explicó en la comentadísima entrevista con Juan Ramón Lucas que dedica días enteros a la producción de sus vídeos. Como concluye Kohler, las 'tradwives' promueven que se es más feliz sometida a un hombre y sin trabajar —aunque ellas trabajan cada día—. Además, se aventura a elucubrar que la gran mayoría ni tan siquiera predican con lo que dicen, simplemente escriben un guion disparatado pensado para crispar —lo cual el algoritmo premia— y que vierte en millones de espectadores un discurso reaccionario, conservador, de ultraderecha y antifeminista. 

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