Explicación científica

¿Qué pasa con el río Sena? Los análisis desvelan un vaivén de bacterias, patógenos y contaminación

Las autoridades afirman que la calidad del agua ha empeorado tras los episodios de lluvia de los últimos días, que han desbordado el alcantarillado de París y han arrastrado gran cantidad de basura al río

Dos triatletas enfermos tras bañarse en el Sena se retiran del triatlón mixto de París 2024

Los atletas compiten en la carrera de natación en el Sena durante el triatlón de relevos mixtos en los Juegos Olímpicos de París 2024

Los atletas compiten en la carrera de natación en el Sena durante el triatlón de relevos mixtos en los Juegos Olímpicos de París 2024 / JULIEN DE ROSA / AFP

Valentina Raffio

Valentina Raffio

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Las aguas del río Sena llevan meses siendo noticia y, cómo no, acumulando polémica tras polémica. Ya en vísperas del inicio de los Juegos Olímpicos de París fueron varias las entidades que alertaron de que estas aguas estaban "excesivamente contaminadas" y que, además, no cumplían los requisitos de seguridad mínimos para los atletas. Tanto los organizadores del evento como el propio Ayuntamiento de París aseguraron que, tras varios años de trabajo y más de 1,5 millones de euros invertidos en obras de limpieza, las aguas del Sena estaban en perfectas condiciones. Tan solo una semana después de los Juegos, varios entrenamientos y hasta algunas competiciones han tenido que anularse debido a la mala calidad de las aguas. Hace unos días también trascendió el caso de dos atletas ingresados tras contraer una bacteria mientras nadaban en este río. Llegados a este punto, pues, la pregunta es: ¿qué está pasando en el río Sena?

El río Sena es uno de los cursos fluviales más emblemáticos que atraviesa el país galo. En sus más de 780 kilómetros de longitud, este río atraviesa ciudades como París, Troyes y Melun. La calidad de sus aguas varía mucho en función del punto concreto que se analice pero, tal y como ocurre con la mayoría de ríos europeos, todos los tramos que coinciden con grandes ciudades suelen acumular más contaminación y más patógenos infecciosos. En este caso, las aguas que atraviesan París destacan como las que acumulan más polución relacionada con la actividad humana. A lo largo de los años, los análisis han encontrado gran cantidad de bacterias fecales y virus así como contaminantes como plomo, mercurio y hasta hidrocarburos derivados del paso de los barcos. Tanto era así, que en 1923 se prohibió oficialmente bañarse en sus aguas por una cuestión de "salud pública". 

Durante décadas, las aguas cercanas a París han acumulado grandes cantidades de contaminantes y patógenos de todo tipo

Durante casi un siglo, zambullirse en el Sena fue ilegal. Pero en 2015, la alcaldesa parisina Anne Hidalgo lanzó un "ambicioso plan" para recuperar el río y "devolverlo a los vecinos". El proyecto consistía en construir nuevas plantas de tratamiento de las aguas residuales para reducir la cantidad de contaminantes que llegan al río, mejorar los sistemas de drenaje urbanos y, sobre todo, poner en marcha programas de limpieza y monitoreo continuo para conocer en todo momento el estado de las aguas. La iniciativa se ha ido desplegando de forma paulatina durante los últimos diez años y ha logrado, por ejemplo, una reducción importante de ciertos contaminantes relacionados con la materia fecal o con el desbordamiento del alcantarillado. Aun así, no se ha conseguido limpiar del todo unas aguas que acumulan siglos de polución y que siguen siendo el 'vertedero' de una ciudad tan grande como París.

Bacterias fecales

Con la llegada de los Juegos Olímpicos, tanto el Ayuntamiento de París como los organizadores del evento aseguraron que las aguas reunían las condiciones óptimas para celebrar las competiciones acuáticas. El Instituto Nacional de Salud Pública de Francia, por su parte, afirmó que pondría en marcha un programa de monitoreo para vigilar la presencia de varios patógenos en las aguas (concretamente, varios virus como el poliovirus, el virus de la gripe A, el virus de la gripe B, el SARS-CoV-2 y el virus del sarampión). Paralelamente, también se pusieron en marcha iniciativas para detectar bacterias relacionadas con la presencia de heces como el E. coli y el enterococo. En ambos casos, la vigilancia de estos patógenos no solo sirve para garantizar que los nadadores que se zambullen en estas aguas están expuestos a un entorno seguro sino que, además, su monitoreo también podría servir para alertar del brote de alguna enfermedad infecciosa en la ciudad

El umbral seguro es de entre 500 y 900 bacterias por cada 100 mililitros de agua, pero los análisis muestran que algunos días se han superado las 3.000 unidades

¿Pero cómo se sabe si las aguas de un río son seguras o no para nadar? Dado que es casi imposible lograr un entorno completamente estéril y sin la presencia de ningún microorganismo, las autoridades sanitarias establecen unos umbrales máximos de concentración de bacterias en las aguas para saber cuándo es seguro bañarse en ellas y cuándo es mejor alejarse. En el caso del Sena, por ejemplo, el límite establecido es de entre 500 y 900 unidades de E. Coli por cada 100 mililitros. El 10 de julio, unas semanas antes de que empezaran los Juegos, se registraron más de 3.000 unidades. El 17, el día que la alcaldesa Hidalgo se bañó para "demostrar" el buen estado del río, el recuento subió a casi 1.000 unidades. Y en los últimos días, los análisis han estado muy al límite mostrando así el vaivén de bacterias, virus y contaminantes en las aguas del Sena. 

Según explican los responsables de este recuento de virus y bacterias en el Sena, los "malos resultados" de los últimos días se deben a "los episodios de lluvias torrenciales" que han desbordado el alcantarillado de París y han arrastrado gran cantidad de material directamente al río. En este sentido, explican, tras cada episodio de lluvias se estima que "se necesitan entre 24 y 72 horas para que las aguas recuperen su calidad óptima". También hay voces que apuntan a que la llegada masiva de turistas y atletas a la ciudad podría estar 'saturando' las plantas depuradoras y provocando un vertido de materia fecal y patógenos al río. En ambos casos, es imposible "filtrar" en tiempo real todas estas sustancias. Así que solo queda esperar a que el Sena recupere su equilibrio. 

Suscríbete para seguir leyendo