Una niña de 3 años con autismo se escapa de un casal en Vila-sacra y la encuentran con una insolación

1 de agosto de 2024. Ésta es una fecha que quedará marcada para siempre la vida de Isabel Mendoza. Y es que ese día "trágico" su hija de tres años y diagnosticada con autismo se escapó de un casal de Vila-sacra (Alt Empordà) en plena ola de calor sin que el personal del centro se diera cuenta. Más tarde, fue hallada en un parque del municipio con una insolación y un estado de deshidratación importante. Unos hechos que la madre considera "gravísimos" y que ha denunciado a los Mossos d'Esquadra para que la empresa, Ludis Esport i Lleure, "asuma responsabilidades". "Considero que es una negligencia", remarca. Por su parte, Pol Chico Calsina, presidente de Ludis, lamenta los hechos ocurridos. "Pedimos disculpas a la familia", dice Chico, quien afirma que desde la dirección "se está investigando los hechos para poder modificar, en su caso, los protocolos de seguridad".

"Mi hija está viva gracias a un milagro, le podía haber ocurrido cualquier cosa"

Los hechos se remontan a las nueve de la mañana. Isabel Mendoza dejó a su hija en Ludis en Vila-sacra, un casal que, en el momento de la inscripción, le aseguró que no había ningún problema para hacerse cargo de la menor. "Yo había advertido previamente a los monitores sobre la tendencia escapista de mi hija en el momento de dejarla por la mañana, y observé que no había suficiente seguridad en la zona, ya que las puertas del recinto estaban abiertas. Entonces, lo voy comunicar a los responsables, pero no se tomaron las precauciones necesarias, al menos cuando me fui", declara la madre.

La empresa "está investigando los hechos para poder modificar, en su caso, los protocolos de seguridad"

Así pues, a pesar de sus advertencias, la pequeña terminó escapando. Según consta en la denuncia, a la que tuvo acceso el digital Empordà, del grupo Prensa Ibérica, a las 12.55 horas la coordinadora del casal llamó a Isabel Mendoza para informarle de que su hija "se había escapado del recinto del centro cívico", espacio que acogía el casal, pero que ya lo habían localizado. Durante la conversación le ofrecieron un reembolso del mes de agosto afirmando que no podían asumir responsabilidad de tener a la niña en el casal. "Me lo dijeron sin mostrar disculpas ni empatía", declara.

La madre no sabe cuánto tiempo su hija estuvo perdida; el casal afirma que "fueron unos instantes"

En cambio, Pol Chico asegura que tras el incidente "le ofrecí mi ayuda, tanto si quería quedarse en el casal, como si quería encontrar a otro". Mendoza, sin embargo, dice que "no pidieron disculpas hasta que vieron su queja pública". Reitera que nadie se percató de la ausencia de la menor y expresa su indignación por "la falta de responsabilidad y empatía de los monitores y la coordinadora".

Tumbada boca arriba y con diarrea

Rápidamente, Mendoza se personó en el casal. Allí encontró a su hija "con otros monitores en el comedor, le habían puesto un ventilador y le estaban dando un yogur", según figura en la denuncia. En el mismo documento también se especifica que cuando se preguntó a la monitora responsable qué había ocurrido, ésta, visiblemente afectada, explicó los hechos. "Encontraron a mi hija tumbada boca arriba y con una fuerte diarrea, con la cara roja y completamente sudada", explica Mendoza. "La niña tenía la cabeza hirviendo, ya que ella, aparte de ser autista, es hiposensible (tiene falta de reacción ante un estímulo sensorial) con un índice de dolor muy alto, por eso cuando fui a buscarla, ella seguía con ganas de jugar y correr", añade. Sin embargo, "la coordinadora me miraba impasible como si fuera culpa de mi hija", sostiene.

La madre remarca que, afortunadamente, la niña fue localizada antes de que pudiera ocurrir un accidente más grave: "La podrían haber atropellado, ya que está la carretera cerca, la podrían haber secuestrado...". Además, señala que no ha logrado todavía saber el tiempo que su hija estuvo perdida. Sin embargo, Pol Chico afirma que no fueron horas. "Fueron unos instantes, porque enseguida nuestros monitores la localizaron y actuaron ante la situación", apunta.

Aún afectada por los hechos, Mendoza decidió llevar a su hija al hospital de Figueres, donde visitaron a la niña. El diagnóstico fue que sufría una insolación. A consecuencia de ello, la madre presentó al día siguiente una denuncia ante los Mossos d'Esquadra con el objetivo de hacer responsable de los hechos sucedidos "que podían haber derivado en algo trágico y prevenir situaciones similares en el futuro y proteger a otros" niños". Este incidente, remarca Mendoza, subraya la importancia de una adecuada supervisión en los espacios destinados a niños, especialmente aquellos con necesidades especiales. "Mi hija está viva gracias a un milagro, le podía haber ocurrido cualquier cosa", concluye Mendoza.

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