Rocambolesco

La inaudita historia de un visitante de Oviedo: su maleta lleva siete vuelos de ida y vuelta y sigue sin aparecer

Tiene el equipaje geolocalizado y su periplo entre aeropuertos, asegura el damnificado, ya roza el "ridículo"

Marco Seve Marrón, con la reclamación interpuesta a la aerolínea que extravió su equipaje

Marco Seve Marrón, con la reclamación interpuesta a la aerolínea que extravió su equipaje / LNE

Oriol López

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Lo que parecían unas vacaciones más terminaron en la más absurda en inesperada de las anécdotas. Una historia de este calado es la que le ha tocado sufrir a Marco Seve Marrón y su esposa, Jessica Rae Ruiz. El matrimonio, residente en Miami, pero que pasa largas temporadas vacacionales en Oviedo, donde reside parte de su familia, sufrió un inconveniente en su último viaje que, por desgracia, es bastante habitual al utilizar el avión: la aerolínea extravió su equipaje.

Lo que tiene de peculiar su historia es que la maleta, que no llegó al aeropuerto de Asturias, inició un rocambolesco periplo en el que ha rebotado un sinfín de veces en sucesivos vuelos entre España e Inglaterra. "Ayer pasó otra vez y ya van siete veces", explica, indignado, Marcos Seve, que, harto de la situación sentencia que parece que se están "riendo" de él.

Escala en Madrid

La odisea de la pareja comenzó hace un par de semanas, en Miami, Florida (EEUU). Marido y mujer se preparaban para pasar una temporada en Oviedo, algo que hacen recurrentemente cuando tienen una pausa en sus obligaciones laborales en el país norteamericano. El vuelo entre su ciudad de residencia hasta el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas discurrió en la más completa normalidad. El matrimonio hispanoamericano hizo escala en la capital de España, donde tomó un vuelo dirección Asturias. Al pisar Ranón, el día 23 de julio, es cuando comenzaron los problemas.

"Al principio pensé: ‘bueno, estas cosas pasan’", recuerda Marron, que, en un primer momento asumió la situación y se la tomó con deportividad, dando por hecho que la localizarían sin problema. Como marca el protocolo, acudió al puesto de información de la aerolínea en cuestión y allí le tomaron sus datos y puso una reclamación la compañía le adelantó que en los próximos días tendría noticias y que no se preocupase.

Algo que hizo en ese momento, tanto para su tranquilidad como para aligerar la búsqueda, fue buscar ubicación del bulto gracias a un dispositivo geolocalizar que lleva incorporado. "El mapa me decía que estaba en Madrid", apunta el viajero, que en ese momento se despreocupó ante la promesa de la empresa de que el día 26 tendría consigo el equipaje.

A partir de entonces, la reclamación se convierte en el seguimiento a través de la pantalla del móvil de una maleta peregrina. "Miré al día siguiente y mi equipaje estaba en el aeropuerto de Londres-Heathrow", narra el afectado, que llamó ipso facto a la compañía para pedir explicaciones. "Me pidieron disculpas, que había sido un error, que tendría la maleta conmigo en pocos días", continúa Marron, que dio un voto de confianza y comprobó que al día siguiente la maleta estaba de nuevo en Madrid.

"‘Qué bueno, ya la encontraron’, pensé", explica el viajero, que posteriormente comprobó, a través de la app de geolocalización, que el equipaje estaba de nuevo en Londres. El afectado telefoneó a la empresa para pedir explicaciones y recibió de nuevo una disculpa y la promesa de que la recuperaría cuando, realmente, lo que se ha iniciado es un periplo en el que sus pertenencias han rebotado siete veces, de momento, entre ambas terminales. Y, lo peor, que lo sigue en directo a través de la pantalla de su teléfono móvil.

El cliente afirma que llama "reiteradamente" y les dice dónde está en cada momento sin recibir ninguna solución más que esas promesas, por lo que está "desesperado" y ya no sabe si el problema está en España, en Inglaterra o adónde tiene que acudir. "¿Tengo que ir a la terminal T4 de Madrid o qué hago ya?", se pregunta, confuso

La aventura de la maleta viajera ya alcanza unas cotas que el propio dueño define como "ridículas". "Ayer vi que regresaba a Madrid de nuevo y no sé por qué no la mandan a Asturias, es inconcebible", se lamenta.

El matrimonio, que pasará una temporada en Oviedo y que tiene numerosos enseres personales en el bulto extraviado, tan solo pide una cosa: que la compañía se "ponga las pilas de una vez" para poner fin, de una vez por todas, a tan rocambolesca historia. "Ya he hablado hasta con ocho personas diferentes y todas dicen lo mismo, que ya llegará", concluye Marron, que remata con que todo lo ocurrido e "un insulto" de la aerolínea y espera que no haya otra "ida y vuelta".

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