La calidad del aire en Barcelona alcanza los mejores niveles desde que hay registros

Barcelona registra en estos momentos la "mejor calidad del aire" desde que hay registros en la ciudad. El último informe de evaluación de calidad del aire, en el que se analizan todos los datos recopilados a lo largo del 2023, muestra que los dos grandes contaminantes del aire (dióxido de nitrógeno y las partículas finas) han registrado una bajada récord en el último año. Se trata de la primera vez en más de dos décadas que los niveles de contaminación en la ciudad no superan los máximos establecidos por la normativa europea y se sitúan dentro de los umbrales considerados como seguros. Según apunta Laia Bonet, primera teniente de alcalde de Barcelona, estamos ante un "hito histórico" se ha logrado gracias a medidas como la aplicación de la zona de bajas emisiones, la descarbonización de los vehículos que entran en la ciudad y la creación de más espacios verdes.

Los registros de calidad del aire en la ciudad corroboran la mejora de al menos dos grandes indicadores. Por un lado, los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2) alcanzaron el año pasado el valor más bajo desde que existen registros. Por otro lado, también se confirma la tendencia a la baja de la concentración de las partículas en suspensión (tanto las PM2,5 como las PM10). "Es la primera vez que todas las estaciones de calidad del aire de la ciudad cumplen con la normativa vigente", afirma Bonet. "Hemos llegado aquí gracias a un abanico de medidas, así que tenemos que seguir trabajando en la misma línea para mejorar aún más estos indicadores y, sobre todo, para llegar a los objetivos más ambiciosos que nos marca Europa para 2030", añade.

"Es la primera vez que todas las estaciones de calidad del aire de la ciudad cumplen con la normativa vigente"

Laia Bonet

Según explican los responsables de este análisis, liderado desde el propio Ayuntamiento de Barcelona y l'Agència de Salut Pública (ASPB), la mejora de la calidad del aire en la ciudad se explica, en gran parte, por las medidas para controlar el tráfico y para descarbonizar la movilidad tanto pública como privada. Entre estas destaca la aplicación de la zona de bajas emisiones. En este sentido, uno de los indicadores más positivos es que el año pasado, por primera vez, el número de vehículos con etiqueta 'eco' fue más alto que el número de vehículos con la etiqueta amarilla. Según Bonet, también cabe destacar la otros factores como el impulso del transporte público eléctrico, la pacificación de calles como los ejes verdes y las 'superilles' así como el impulso de los carriles bici en la ciudad. 

El año pasado fue la primera vez que los coches con etiqueta 'eco' superaron a los de etiqueta amarilla

Zonas más contaminadas

El aire que se respira ahora en Barcelona es el mejor de los últimos 25 años pero, aún así, sigue aún muy lejos de ser un aire limpio y saludable. Los mapas de contaminación muestran que aún hay zonas de la ciudad con altos niveles de polución. Es el caso, por ejemplo, de calles con elevados niveles de tráfico rodado como Aragó, Valencia, Mallorca, Gran Via, Diagonal y Meridiana. O del conjunto del Eixample. "Años atrás, en los mapas de contaminación de la ciudad estos puntos destacaban en lila. Ahora han pasado a rojo o a amarillo. No son niveles ideales, pero sí muestran una mejora importante respecto a años pasados", afirma Marc Rico, jefe del servicio de calidad del aire y de intervenciones ambientales de l’Agència de Salut Pública de Barcelona (ASPB), quien también ha recordado que en los próximos años se deberán tomar medidas para mejorar aún más estos indicadores.

El Eixample sigue destacando como el barrio con peor calidad del aire de Barcelona, así como arterias como la calle Aragó

El Parlamento Europeo trabaja ya en una nueva normativa sobre calidad del aire con el objetivo de garantizar que todas las ciudades de los Veintisiete reduzcan aún más sus niveles de polución de cara a 2030. "Hará falta tomar medidas más valientes", afirma Bonet en referencia a este horizonte. En este sentido, la primera teniente de alcalde explica que se necesitará "establecer un diálogo con todos los actores implicados" y llegar a un acuerdo para trazar nuevas medidas para reducir la polución en la ciudad. "No es algo que podamos hacer de forma unilateral. Necesitamos llegar a un consenso", esgrime, a la par que recuerda que los objetivos marcados por Europa para los próximos años son mucho más ambiciosos que los actuales. 

A nivel europeo, según apuntan recientes estudios, la calidad del aire también ha ido mejorando (poco a poco) en los últimos veinte años. Un análisis liderado por el Instituto ISGlobal y el Barcelona Supercomputing Center (BSC-CNS) apunta a que la concentración de al menos tres de los cuatro grandes contaminantes del aire se ha reducido progresivamente en la mayoría de las grandes ciudades europeas. En el conjunto de Europa, de hecho, se estima que los niveles de partículas en suspensión se están reduciendo entre un 1,72% y un 2,72% anual y los de dióxido de nitrógeno están bajando a un ritmo de 2,45% cada año. La única sustancia que está aumentando es el ozono atmosférico.