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El maltrato de un guardia urbano de Barcelona a un detenido queda impune porque el juez no interrogó al agente

La Guardia Urbana tiene abierto un expediente disciplinario contra el agente por estos hechos, calificados de "muy graves" 

Dos agentes de la Guàrdia Urbana de Badalona se dirigen a su vehículo, en una imagen de archivo

Dos agentes de la Guàrdia Urbana de Badalona se dirigen a su vehículo, en una imagen de archivo / FERRAN NADEU

J. G. Albalat

J. G. Albalat

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El 8 de julio de 2022, los Mossos d'Esquadra informaron a la Unidad de Deontología de Asuntos Internos (UDAI) de la Guardia Urbana de Barcelona que uno de sus agentes había maltratado y abofeteado a un detenido esposado mientras lo custodiaba en la comisaría de Les Corts. El policía municipal, según registraron las cámaras de seguridad, sacó al arrestado del coche patrulla a la fuerza, lo tiró al suelo y, una vez controlado y tras ponerle la rodilla en la espalda para inmovilizarlo, le propinó una bofetada. En esa posición lo mantuvo cinco minutos.

Este presunto abuso policial ha quedado impune porque el juez de Barcelona que debía encargarse de la investigación ha archivado el caso porque no interrogó al agente en el periodo previsto por la ley, según la documentación a la que ha tenido acceso EL PERIÓDICO.

La Guardia Urbana tiene abierto un expediente disciplinario contra el agente por estos hechos, calificados de "muy graves". Esta investigación interna se paralizó al abrirse un procedimiento penal en el Juzgado de Instrucción número 12 de Barcelona. Sin embargo, la causa se archivó el pasado 7 de marzo, casi dos años después del suceso. El auto dictado por el magistrado señala que "en la presente causa no se puede tomar ya declaraciones a los investigados, al haber transcurrido en exceso el plazo de un año de instrucción" que marca la ley. El togado tampoco ha podido seguir con las pesquisas porque para ello se exige la previa declaración de los investigados, por lo que, precisa en su resolución, "no queda otra opción que sobreseer la causa".

Ante esta situación, los servicios jurídicos del Ayuntamiento de Barcelona han trasladado el asunto a la Fiscalía de Barcelona para su "conocimiento y las actuaciones que consideren oportunas", según detallaron a este diario fuentes municipales. Sin embargo, la fiscalía poco puede hacer, ya que no puede interponer un recurso contra el archivo, y en el proceso judicial no ejerce la acusación ni el consistorio ni la Guardia Urbana. De esta manera, apuntan fuentes judiciales, la posibilidad de depurar responsabilidades se ciñe al expediente disciplinario. Según Asuntos Internos, mientras el detenido no entró en la zona de registros de la comisaría de Les Corts, el agente expedientado era el encargado de su custodia y debía "velar por su integridad física, respetando sus derechos y evitando cualquier práctica abusiva o discriminatoria que comportara violencia física o moral" hacia el arrestado.

En la comisaría de los Mossos

El presunto abuso policial se produjo tras el traslado del detenido por parte de dos agentes de la Guardia Urbana destinados a Ciutat Vella a la comisaría de les Corts de los Mossos d'Esquadra, en Barcelona. En una de las grabaciones de las cámaras de seguridad se puede observar cómo el policía expedientado sale de la parte posterior del coche patrulla donde estaba cumplimentando documentos y se dirige hacia la puerta lateral izquierda del vehículo, donde estaba el arrestado. Este hombre se estaba intentando autolesionar dándose golpes en la cabeza. Al abrir la puerta, según un informe oficial, el guardia urbano lanzó el brazo izquierdo hacia el interior del turismo. Después, mantuvo una "pequeña" conversación con el detenido hasta que, "mediante la fuerza", lo coge, lo saca del coche, lo tira al suelo y le da una bofetada mientras continuaba esposado.

Al cabo de un rato, el arrestado fue trasladado por los agentes, entre ellos el expedientado, a la sala de la comisaría donde se practican los registros. Otra cámara de seguridad recoge lo sucedido allí. En concreto, se ve como los guardias urbanos sitúan al arrestado contra la pared y el policía que minutos antes le había propinado una bofetada, "acompaña" con la mano derecha la cabeza del hombre hasta impactar contra el tabique. Todas estas imágenes fueron entregadas por la unidad de asuntos internos de la Guardia Urbana al juzgado pocos días después de este incidente, el 26 de julio de 2022, y, a pesar de ello, no se procedió al interrogatorio del policía que debía ser investigado.

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