Entrevista

Anna Colomer: "La terapia de pareja es todavía un tema tabú"

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Anna Colomer, coach especializada en terapia de pareja.

Anna Colomer, coach especializada en terapia de pareja. / Juanjo Cerdà

Helena Viñas

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Uno de los efectos colaterales de la convivencia ininterrumpida durante la pandemia fue el incremento de las crisis de parejas. La coach Anna Colomer vio cómo sus clientes, que hasta ese momento trataba de forma individual, cada vez le hablaban más de los problemas que tenían con su pareja a raíz del confinamiento. A partir de aquí, Colomer se especializó en terapia de parejas, y creó el taller "Kintsugi: fortalece tu relación de pareja", que desarrolla en el bosque de Ogassa (Ripollès).

¿En qué consiste el Kinsugi?

Es una técnica centenaria de Japón que se basa en juntar en forma de puzzles las piezas de un jarrón roto. Recuperamos las piezas, pero embellecemos el jarrón, porque las grietas demuestran que la pareja ha podido gestionar y sanar. El taller nació de la misma demanda de mi clientela. Tenía una pareja en la que a ella no le gustaba realizar excursiones a la montaña, tenían hobbies diferentes y se habían distanciado. Él me pidió hacer una terapia conjunta en la que ella pudiera ver lo que le gustaba, y les creé esta experiencia hecha a medida en Ogassa, que tuvo buenos resultados. Así, he hecho mi propio cóctel aplicando herramientas de coaching, inteligencia emocional y mindfulness, adaptándolo a las necesidades de cada pareja. 

"No hay medias naranjas, nadie es complemento de nadie: el amor de pareja es compartir la felicidad, no que el otro te la dé"

¿Qué duración tienen las sesiones?

Es una sola sesión de 3 a 4 horas, y después hacemos una segunda de feedback. Pasar por el proceso no significa que el problema esté arreglado y, por tanto, hacemos una sesión de refuerzo para ver si se están aplicando los nuevos hábitos, si hay alguna resistencia, si ha aparecido un conflicto nuevo, etc. Después de las sesiones de terapia hacemos un resumen de lo que ha ido saliendo durante esta y les doy consejos de cómo adquirir nuevos hábitos.

¿Cuáles son los principales conflictos con los que se enfrentan las parejas?

Me encuentro de todo, pero sí están muy relacionados con problemas con la comunicación, como por ejemplo que alguien no se haya expresado y la espina se haya quedado clavada. El distanciamiento comienza cuando se pierde la comunicación, al tiempo que se van sumando otros factores que hacen que la pareja vaya degenerando. Ésta no debería pedir ayuda cuando ya tienen el problema, sino que debe prevenirse.

"El distanciamiento comienza cuando se pierde la comunicación. Hay que pedir ayuda antes"

¿Cuáles son los factores externos que propician estos conflictos? 

Por un lado, a veces nos dejamos llevar por lo que dicen las amistades, como 'te ha hecho aquello y hay que castigarle'. Además, el contexto económico actual en el que todos los precios están subiendo, y el poder adquisitivo de la pareja está disminuyendo, es también una fuente de problemas. Genera situaciones como incriminar a uno de los miembros de la pareja que 'solo gasta', en el sentido de que lo gasta para él y no para los gastos de la casa.

¿Alguna vez ha sentido presión por parte de las parejas para solucionar sus problemas?

 Yo siempre les digo que pasar por este proceso en ningún momento significa que van a solucionar sus conflictos. La mayoría vienen sobre todo con visión de arreglarlos. La parte que contacta es la que quiere solucionar el problema, mientras que la otra parte cree que no hay nada que hacer. Sin embargo, la terapia de pareja todavía es un tema tabú: me he encontrado con parejas que no han querido ir al exterior, en Ogassa, porque les preocupa qué pueda pensar la gente si nos ven paseando por el bosque.

"Me he encontrado con parejas que les preocupa qué pueda pensar la gente si les ven yendo a terapia"

¿Qué edades suelen tener las parejas que ha tratado y cuánto tiempo llevan en la relación?

Las franjas de edad son de los 30 para arriba, y la mayor que he tratado es de 50 llegando a los 60. En cuanto a la duración, hay de todo: parejas que llevan más de 10 años juntas y otras de dos años, a las que se les ha terminado la fase de enamoramiento químico, que no es lo mismo que tener química.

¿Qué diferencia existe entre estos dos conceptos?

Puedes tener feeling con una persona, pero no quiere decir que tengas enamoramiento, que es un proceso químico en el que tu mente ve al otro como alguien con quien procrear. La misión de nuestra mente es sobrevivir y reproducirnos; así, cuando estoy en momento de reproducción, puede que me cruce con otra persona y químicamente haya una conexión. Es una fase en la que se liberan hormonas y feromonas. En cambio, el feeling es cuando conectas muy bien con alguien, pero esto puede quedarse en una amistad. Cuando el enamoramiento químico termina, también lo hace la pasión. Es un momento en el que 'cae el velo', y las parejas deben plantearse qué les aporta la relación, y, a partir de ahí, deciden trabajar para llenar tanto la parte física como emocional, mental y espiritual de su relación. La conclusión es que una mezcla entre enamoramiento químico y feeling hace que una pareja sea duradera.

¿Cree que la implicación por querer mejorar la relación con pareja ha incrementado con el tiempo?

Socialmente, estamos en un momento en que creemos que parte de la felicidad nos la debe dar la pareja, pero todavía falta conocimiento sobre qué es el enamoramiento, y, una vez se pierde esta sensación, las parejas dicen que se han desenamorado, cuando simplemente se ha perdido la química. El atribuir parte del peso de nuestra felicidad a la otra hace que cueste más comprometerse. Debemos tener claro que no hay medias naranjas, nadie es complemento de nadie: el amor de pareja es compartir la felicidad, no que el otro te la dé.