Consejo de Ministros

Las familias opinan que la ley de alcohol y menores ayudará a rebajar la violencia en los partidos infantiles: "Evitará muchos problemas"

Auguran que prohibir el consumo de alcohol en clubs mientras haya partidos de menores reducirá las trifulcas de padres

El Gobierno aprueba la ley de alcohol y menores: prohíbe el consumo en clubes mientras haya partidos infantiles

Niños jugando al fútbol

Niños jugando al fútbol / matimix

Montse Baraza

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Una de las medidas contempladas en el anteproyecto de ley que este martes ha aprobado el Consejo de Ministros para proteger a los menores del alcohol afecta de lleno a muchas familias que de lunes a viernes llevan a sus hijos a entrenos de fútbol, baloncesto y otros deportes y que en los fines de semana asisten a los partidos de los menores. Se trata de la medida que prohíbe el consumo de alcohol en clubes deportivos o de ocio mientras se estén desarrollando actividades infantiles.

Para los que frecuentan campos de fútbol base es habitual la escena de padres (son más ellos que ellas) que aprovechan ya sea el entreno o el partido de sus hijos para tomarse unas cervezas. En el mejor de los casos será una, pero esa cifra suele superarse con facilidad.

La restricción que incorpora el anteproyecto de ley, y que aún tiene que un largo camino por delante ya que hay que recabar los dictámenes de los ministerios y organismos, pasar por audiencia pública y volver al Consejo de Ministros para iniciar su tramitación parlamentaria, por lo que todavía puede quedarse por el camino o sufrir importantes cambios, impacta de entrada en los bares de los clubes, que basan buena parte de su negocio en la venta, entre otras cosas, de cervezas y refrescos y snacks varios. Y también en los hábitos de los clientes.

EL PERIÓDICO ha contactado con diversas familias cuyos hijos e hijas practican deportes federados y que, por tanto, son habituales de los campos y pistas polideportivas. Entre ellas, una opinión unánime sobre el veto al consumo durante entrenos y partidos infantiles: "Evitará muchos problemas".

"100% de acuerdo con esta norma. Estoy convencido de que evitará muchos problemas", apunta Pedro, que acompaña a su hijo de 17 años a los partidos de fútbol desde que este tenía cinco años y ha visto de todo. "Es una medida muy acertada porque evitará problemas", corrobora Albert, otro padre de adolescente habituado a recorrer los campos catalanes. Duda de si la ley evitará la picaresca: "Consumirán fuera del campo", augura.

Porque, curiosamente, las familias opinan que esta medida puede repercutir, no tanto en la relación entre los menores y el alcohol, sino en la violencia en los campos de fútbol de categorías inferiores donde son demasiado habituales las peleas y escenas protagonizadas por padres. "Yo no creo que sirva para proteger a los niños del alcohol pero sí que reducirá la violencia en los campos", opina Marc, otro padre de jòvenes futbolistas. Le da la razón Jordi, que lamenta que todo tenga que acabar en prohibiciones.

Y es que todos ellos han sido testigos, durante partidos de sus hijos, ya fueran alevines, infantiles, cadetes o juveniles, de episodios protagonizados por padres que o bien increpaban al árbitro, o a padres del equipo rival o incluso a los mismos jugadores, creando un ambiente de agresividad que en ocasiones ha acabado mal. Este pasado mayo, sin ir más lejos, durante un partido de prebenjamines (niños de 8 años) entre el Centre d'Esports Sabadell y la Escuela Futbol Base Ripollet se produjo una trifulca entre padres: el padre de un jugador del Sabadell saltó al campo y amenazó al árbitro, momento en el que se dio una pelea multitudinaria entre adultos de los dos equipos. O en abril, cuando un partido de juveniles entre la Unió Esportiva Castelldefels y el Club Deportivo Fonsanta Fatjó de Cornellà acabó con decenas de aficionados de ambos equipos enfrentándose en la grada y tomando el campo.

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