Efecto isla calor: el fenómeno que vivirás estos días en Barcelona y en otras ciudades de Catalunya

El final de julio ha venido acompañado de un notable aumento de las temperaturas. Durante el día, diversas zonas del país superan los 40 ºC, y por la noche, las temperaturas mínimas no bajan de los 20ºC. Este calor nocturno impide que se concilie bien el sueño, provoca malestar y falta de descanso y se intensifica aún más en las grandes ciudades. Las temperaturas mínimas en los municipios pueden aumentar entre 3 y 4 °C más que en los alrededores a causa del efecto "isla calor urbana". 

Este fenómeno se da a causa de la cantidad de hormigón y asfalto que hay en las grandes ciudades. Por la noche, estos dos materiales desprenden la gran cantidad de calor que acumulan durante el día. Además, se suma a la falta de espacios verdes, que podrían facilitar la transformación de energía solar a través de la fotosíntesis y la evaporación del agua. Cuanto más grande es el tamaño de la ciudad, y más hormigón y asfalto haya, más aumentan las temperaturas. Este efecto ocurre durante todo el año, también en invierno, cuando impide que se produzcan heladas en las grandes ciudades, mientras que en verano, dificulta dormir.

Perjudicial para la salud

La falta de descanso se añade a otra larga lista de efectos negativos sobre la salud de este fenómeno. En los meses de verano, el efecto isla de calor provoca malestar general, cansancio acumulado, irritación, deshidratación, etc. Para lograr descansar, algunos de los trucos más recurrentes son ducharse antes de acostarse, cenar ligero, utilizar ropa ligera y, incluso, meter las sabanas en la nevera para conciliar el sueño fresco.

Dentro de las ciudades, hay aún más factores que pueden subir la temperatura. La altura de los edificios está relacionada con mayor sensación de calor; a más altura, más hormigón. La contaminación del aire también contribuye a que las temperaturas no disminuyan. Otros elementos son los aparatos de aire acondicionado y sistemas de refrigeración que, aunque sirven para combatir las temperaturas elevadas, generan más calor.

Arquitectura sostenible

Para combatir el efecto isla calor, la solución es la llamada arquitectura urbana sostenible. Una arquitectura que busca reducir el impacto de las ciudades en medio ambiente y combatir el cambio climático. Una de las claves es poner el foco en mejorar y ampliar las zonas verdes, pequeños oasis dentro de estas islas, tanto en espacios públicos como en las azoteas de los edificios. También contribuiría a mejorar los materiales de las infraestructuras y crear una planificación urbana con calles más anchas y edificios más bajos.

Naciones Unidas proclama soluciones similares en su Nueva Agenda Urbana, entre las que encontramos edificios bioclimáticos con instalaciones de fuentes de energía renovable, infraestructura sostenible que se alinee más con la lucha contra el cambio climático y apostar por la movilidad sostenible, reduciendo la contaminación provocada por los vehículos privados. Otras de las propuestas es implementar un impuesto verde sobre la emisión de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero.