Atrapado en Barcelona el capo de la Camorra Francesco Lapis

Se había fugado en 2019, estaba en la lista de los fugitivos italianos más peligrosos, tenía una orden de busca y captura cursada en toda Europa y contaba con colchón de seguridad de la Camorra romana, su organización criminal. La Policía Nacional ha detenido en Barcelona a Francesco Lapis, dirigente mafioso especializado en el tráfico de drogas a gran escala.

Su detención, que había trascendido en Italia esta semana, ha sido confirmada este sábado por la Policía. Ha caído uno de los hombres de confianza del capo Michele Senese, a quien las autoridades italianas tienen como uno de los vértices del crimen organizado en la capital del país y entre las bandas más peligrosas de Siena.

La cocaína, el hachís y la marihuana eran la mercancía habitual de Lapis, y España e Italia los mercados en los que ha estado moviéndose.

Espera en El Prat

La investigación del Grupo de Fugitivos de la Unidad de Droga y Crimen Organizado (UDYCO) de la Policía Nacional se centró en un principio en Ibiza, donde habían sido localizados miembros de su entorno y donde Lapis ha residido con su pareja, pero finalmente ha tenido lugar la detención en Barcelona por un viaje de personas próximas a Lapis con parada en El Prat.

El pasado día 23, un dispositivo de vigilancia desplegado en torno a un vuelo procedente de Francia dio resultado. Los viajeros, que habían iniciado viaje en Europa del Este , aterrizaron y cogieron un taxi. Los agentes que los seguían pudieron comprobar que los viajeros recibían por teléfono instrucciones de seguridad, pues en pleno trayecto pararon y cambiaron de taxi, según ha detallado este sábado la Policía Nacional. .

El seguimiento continuó hasta las afueras de Barcelona, donde el propio Lapis, aparentemente sin más medidas de protección o para esconderse, esperaba a los viajeros en plena vía pública, sin armas, sin escoltas, vestido con ropa deportiva.

Sobre Lapis pesa una condena a prisión por tráfico de drogas. En la persecución, la Dirección Antimafia de la policia italiana había conseguido descifrar sus comunicaciones.