Salud

El uso de “organoides” para reparar órganos abre una posible alternativa a los trasplantes

Científicos japoneses desarrollan hígados miniaturizados a partir de células madre y curan con ellas lesiones de fibrosis en ratones | La técnica podría paliar la falta de donaciones

Personal sanitario realiza un trasplante en un centro médico español.

Personal sanitario realiza un trasplante en un centro médico español. / | // E.P.

Rafa López

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España es el país líder mundial en trasplantes de órganos, pero las donaciones no siempre llegan a tiempo ni a todos los que las necesitan. Por eso abre una nueva esperanza la investigación de un grupo científico japonés que ha desarrollado órganos en miniatura, llamados organoides, con los que han podido reparar lesiones de hígado en ratones. El trabajo se acaba de publicar en la revista “Science Translational Medicine”. Habrá que esperar hasta la aplicación de este avance en humanos, pero el prestigio del equipo investigador y la reacción positiva del fundador de la Organización Nacional de Trasplantes, Rafael Matesanz, son dos avales que permiten ver con optimimo este avance.

Los investigadores nipones describen en este trabajo (Tadokoro et al., “Human iPSC–liver organoid transplantation reduces fibrosis through immunomodulation”) cómo lograron ayudar a reparar lesiones en el hígado de ratones mediante pequeños organoides trasplantados a estos animales. Estos organoides, desarrollados a partir de células madre pluripotentes, se integran en el órgano original y restañan daños de fibrosis, una especie de cicatrices que producen enfermedades hepáticas como el hígado graso y la cirrosis. La enfermedad por hígado graso no alcohólico es la dolencia hepática más frecuente en todo el mundo, se estima que la padecen uno de cada cuatro habitantes del planeta y está estrechamente vinculada a la obesidad. Puede degenerar en cirrosis y cáncer de hígado, órgano para el que –al contrario que el riñón, para el que existe la diálisis– no hay alternativas. Según los autores del estudio, estos organoides podrían ofrecer en el futuro una alternativa a los trasplantes de hígado, el segundo órgano más demandado para trasplantes después del riñón.

“El trasplante de hígado es, hoy por hoy, la única solución a todo tipo de enfermedades hepáticas en situación terminal”, recuerda, en declaraciones a SMC, el fundador de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Rafael Matesanz, para quien “la línea de investigación que plantea este artículo podría llegar a ser revolucionaria”. “Supondría disponer de un tratamiento eficaz para la fibrosis hepática, que es una vía final común de la mayoría de las hepatopatías. Representaría, por tanto, una solución para miles de enfermos sin acceso al trasplante”, destaca el nefrólogo madrileño.

“Estos organoides hepáticos muestran una fuerte capacidad regenerativa, mejoran la fibrosis gracias a la acción de los macrófagos [tipo de glóbulos blancos del sistema inmunitario] y son capaces de desarrollar sus propias estructuras como conductos biliares y vasos sanguíneos, así como de establecer conexiones con el órgano original del animal”, destaca Matesanz.

Quien fuera el creador y fundador de la ONT –que hoy dirige la nefróloga gallega Beatriz Domínguez-Gil– admite que hay que acoger este avance con “cautela”, al ser todavía un estudio “en animales de experimentación y referirse tan solo a una forma concreta de hepatopatía experimental”, pero opina que esta línea de investigación “sigue a trabajos previos del mismo equipo con una trayectoria bastante sólida” y “abre un camino con grandes posibilidades en la búsqueda de alternativas al trasplante y de paliar por tanto la escasez de órganos”.

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