Incautadas cuatro toneladas de cocaína escondidas entre sacos de arroz en el puerto de Barcelona

Grandes cantidades de cocaína en polvo venían a España escondidas entre cargamentos de arroz. La Guardia Civil ha culminado el desmantelamiento de una organización criminal con la incautación de cuatro toneladas de coca en el puerto de Barcelona, una de las mayores aprehensiones de droga realizadas por las Fuerzas de Seguridad en lo que va de año.

Trasciende ahora una operación, Sogata, iniciada el año pasado y que siguió las actividades de una firma española dedicada a la importac ión y exportación, con sede comercial en Toledo. Su dueño, un veterano del negocio sin antecedentes penales, les ha funcionado a los narcos como tapadera.

El instituto armado ha difundido este viernes la desarticulación de una red criminal que organizaba los fletes desde Paraguay . El puerto de Barcelona es uno de los principales, pero no el único que utilizaba en Europa esta red, desmontada ahora por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. Aún se investiga toda su implicación con la trama.

La droga llegó a Barcelona en contenedores de sacos de arroz. Diez de esos contenedores enviados por los narcos fueron revisados por los agentes, hallando 4.020 kilos de droga procesada, escondida entre los sacos del alimento.

Previamente, según un comunicado de la UCO, operarios de la trama reducían las tabletas de coca a polvo y la empaquetaban en sacos como los del arroz, cosiéndolos manualmente. Esta labor de manufactura era llevada a cabo en Asunción (Paraguay), donde residía el líder de este cartel. Aquel país sudamericano no tiene puerto de mar, pero sí una potente infraestructura fluvial que ahora emerge como otro punto de emisión del narcotráfico.

Diversificar riesgos

Los viajes de la droga fueron seguidos por la Guardia Civil a lo largo de la investigación de Sogata. La red tenía unos camiones para marear la carga: de una nave portuaria en Barcelona a otra nave en Toledo, y de ahí a otra nave en Jaén... hasta que los agentes abortaron el transporte, confirman fuentes próximas a esta operación.

No había una ruta fija en este trasiego de toneladas de coca. La organización mafiosa cambiaba de puertos para cruzar el Atlántico, alternando los puntos de salida y de llegada de su mercancía. De hecho, en octubre de 2023, tras enviar los contenedores a Barcelona, la trama perdió otro cargamento, este de 3.312 kilos de cocaína, que iba a enviar a Bélgica cuando la policía paraguaya lo interceptó en el puerto de Villeta.

El pasado mes de marzo también cayó otro cargamento de esta red. En esa ocasión fueron 2.100 kilos que venían con destino a la empresa española... y arribo al puerto británico de Southampton. Otro cambio de puerto: el cargamento había partido de Guayaquil (Ecuador), y esta vez la droga viajaba camuflada con paquetes de grano de cacao. Este negocio llamó la atención del Grupo Central Antidrogas de la UCO: no era un destino habitual, ni normal, para las operativas del empresario de Toledo.

Estamentos

La cantidad total de droga incautada es de 9.432 kilos. Ya van ocho detenidos en España, tras entradas y registros en Madrid, Toledo, Cádiz y Sevilla este mes. La mayoría de los detenidos tienen que ver con la logística y la contratación de las naves, indican las referidas fuentes.

La UCO ha identificado tres estamentos de la organización. Por un lado, el empresario del sector de la importación y la exportación, que funcionaba como cobertura legal de los narcos. Por otro, tal y como se hace ahora en el narcotráfico internacional, una red de inversores sin jerarquía que ponían dinero para sufragar los fletes de la coca. Y por otro, los peones encargados de vigilar la droga, protegerla contra otros narcos y realizar contravigilancias contra las fuerzas policiales.

Además de los detenidos, el juzgado de Instrucción 1 de Barcelona, que dirige las pesquisas, ha tomado ya declaración a cinco personas más como investigadas, entre ellas algunas relacionadas con la nave portuaria barcelonesa.

Las investigaciones han contado con la colaboración de la DEA norteamericana, la Policía Nacional de Paraguay y unidades de la Guardia Civil, además de las de Barcelona, Toledo, Madrid, Algeciras, Vitoria, Sevilla, Cádiz y Jaén.