Los Mossos incorporan ocho dispositivos para controlar tacógrafos de camiones y autocares en ruta

El Govern se ha marcado a fuego controlar más y mejor la actividad de los vehículos pesados en Catalunya. El Departament de Territori ha anunciado este jueves la adquisición de ocho dispositivos capaces de captar y comprobar la señal del tacógrafo de camiones y autocares en ruta, es decir, en marcha. Con esta tecnología no es necesario detener al camionero o al conductor de autocar para comprobar si ha respetado, por ejemplo, los tiempos de descanso.

La entrega simbólica de los equipos a la división de Trànsit de los Mossos se ha realizado la tarde de este jueves en la AP-7, a la altura de Martorell, y ha corrido a cargo de Oriol Martori, director general de Transports i Mobilitat. No es casualidad que se haya elegido esta autopista, puesto que desde el fin de los peajes, la presencia de camiones se ha disparado, según cifra del Ministerio de Transportes, un 80% desde el fin de los peajes, en septiembre de 2021. Amén del hecho de que los dos fallecidos en esta arteria en lo que llevamos de año eran conductores de camión.

Los nuevos dispositivos pueden instalarse sobre un trípode en cualquier punto de la red viaria, o bien en el interior de un coche policial. Tras comprobar en ruta si hay un incumplimiento, pueden proceder, si es menester, a detener, sancionar e incluso inmovilizar el vehículo implicado.

El método 'artesanal'

Hasta la fecha, los Mossos tenían que detener camiones y autocares de manera aleatoria y controlar así, desde el interior de la cabina, si todo está en regla en el tacógrafo, una maniobra que requiere de no menos de 15 minutos. Se seguirá haciendo de manera 'artesanal', pero con esta tecnología se ganará eficacia y también se lanza el mensaje de que en cualquier arteria de Catalunya (y esa es la idea) o en cualquier coche puede estar escondida la máquina que caza infractores.

Esta tecnología será punta de lanza de los cinco controles digitales que se instalarán entre finales de este año y principios de 2025 en la AP-7 y en la C-33. En la AP-7 estarán instalados en los antiguos peajes de la Jonquera, la Roca del Vallès, Martorell y Camp de Tarragona. Los ocho dispositivos y la instalación de estos controles tendrán un coste conjunto de cuatro millones de euros, financiados con fondos europeos.

En la C-33 se colocará en la antigua área de peaje de la Llagosta. Se detectarán manipulaciones del tacógrafo, el exceso de peso del vehículo, el intrusismo profesional o las emisiones lesivas para el medio ambiente. En caso de detectar alguna vulneración, una cámara gravará al infractor y, más adelante, en paneles luminosos, se reclamará al conductor que se detenga. A partir de ese momento, lo más probable es que reciba malas noticias, que serán buenas para el resto de usuarios de la autopista, que perderán de vista a un vehículo de gran tonelaje que les estaba poniendo en peligro.