Huérfanos digitales: crecer a golpe de byte

Siempre he sido una persona muy observadora cuando salgo de casa, especialmente cuando voy a un bar o un restaurante. No lo hago de forma consciente, pero me fijo mucho en las personas que están sentadas en las mesas de alrededor. Una de las escenas más comunes es ver a familias en las que los niños y niñas están con un móvil en la mano. Podríamos decir que son cosas de adolescentes, aunque cada vez es más habitual ver a criaturas de dos o tres años pegadas a una pantalla. ¿Somos conscientes realmente de lo que supone proporcionar a la infancia y la adolescencia estos dispositivos sin ningún tipo de acompañamiento?

Según Derechos Sin Conexión, el último informe de Save the Children sobre derechos digitales en la infancia y la adolescencia, 9 de cada 10 adolescentes se conectan varias veces al día a internet o están permanentemente en la red. Además, cada vez empiezan a utilizar antes los dispositivos digitales e Internet: el 58% utilizan internet de manera habitual desde los 11 años, y casi 1 de cada 3 lo utiliza de manera habitual desde antes de cumplir los 10 años. Sin embargo, cuando les preguntamos a la población adolescente sobre normas o pautas de uso de Internet en sus casas, descubrimos que solo al 38% sus familiares le han explicado los posibles riesgos a los que se enfrentan mientras están en la red.

Esto debería preocuparnos, ya que somos las personas adultas las que les hemos puesto en sus manos un móvil o una tablet desde sus primeros años de vida sin ningún manual de instrucciones y sin ningún tipo de acompañamiento en su uso. Les hemos denominado nativos digitales, dando por hecho que un uso casi intuitivo es igual a un uso responsable, cuando lo que realmente son es huérfanos y huérfanas digitales. A pesar de no tener todos los conocimientos, las personas adultas hemos asumido que no les queda nada por aprender, lo que resulta un obstáculo a la hora de enseñar herramientas para que sea la propia infancia y adolescencia la que sepa identificar posibles riesgos en la red y esté más protegida.

Desde Save the Children lo tenemos claro: apostamos por educar a niños, niñas y adolescentes en un uso responsable y seguro de internet y las nuevas tecnologías. Es imprescindible dotarlos de herramientas para que estén con la mayor seguridad posible en el entorno digital, desde la escuela, pero también desde las familias, a quienes los poderes públicos deben otorgar las herramientas y formaciones necesarias.

Evidentemente, Internet tiene sus riesgos, ya que un uso excesivo puede afectar a su bienestar, hábitos y salud mental. Por no hablar de la exposición a la violencia en línea. Pero de la misma forma que las personas adultas desarrollamos nuestra vida en internet, la infancia y la adolescencia también lo hace. Por tanto, debemos asegurar que la entrada en las tecnologías debe ser paulatina y adaptada a cada edad, siguiendo recomendaciones pediátricas, de ciberseguridad y de salud mental.

Las personas adultas debemos acompañar en este uso, enseñarles a protegerse y a comportarse en internet, y darles pautas para contribuir a crear una ciudadanía digital respetuosa y espacios más seguros. Es hora de que nos ocupemos de los huérfanos y huérfanas digitales.