Puntos Violeta: seguridad y apoyo contra la violencia machista en eventos, opacados por la desinformación

 Los Puntos Violeta, espacios físicos que buscan prevenir y atender la violencia machista en eventos multitudinarios, se han vuelto indispensables en la lucha por la seguridad de las mujeres. Sin embargo, a pesar de su labor crucial, se enfrentan a la desinformación y a narrativas antifeministas que buscan deslegitimar su función.

Inspirados en la necesidad de convertir los espacios de ocio en lugares seguros para todas las personas, los Puntos Violeta surgieron como iniciativas autogestionadas por organizaciones de mujeres. El asesinato de Nagore Laffage en los Sanfermines de 2008 marcó un punto de inflexión, visibilizando la vulnerabilidad de las mujeres en estos entornos. Desde entonces, estos espacios se han profesionalizado e institucionalizado, con el apoyo de ayuntamientos y el propio Ministerio de Igualdad.

¿Cómo funcionan los Puntos Violeta?

Fácilmente identificables por su característico color morado, estos puntos funcionan como un recurso integral:

• Información y prevención: Ofrecen información sobre violencia de género, así como consejos y recursos para actuar frente a ella.
• Atención inmediata a víctimas: Brindan un espacio seguro y confidencial donde las víctimas pueden relatar lo sucedido y recibir atención especializada.
• Activación de protocolos: En caso de agresión, el personal del punto activa los protocolos correspondientes, contactando con fuerzas de seguridad, servicios sanitarios y ofreciendo acompañamiento psicológico.

"Son una herramienta fundamental para la información, la prevención y la atención especializada en caso de agresiones en fiestas, festivales y encuentros multitudinarios”, explica Cristina Mateos Casado, doctora especializada en violencia de género de la Universidad Complutense de Madrid y voluntaria en estos puntos.

La desinformación: un obstáculo para la seguridad

A pesar de su importante labor, los Puntos Violeta se ven afectados por la desinformación, principalmente a través de redes sociales, donde se difunden bulos y narrativas que buscan desprestigiarlos.

Un ejemplo claro es la desinformación que asocia a los Puntos Violeta con el presupuesto del Plan Estratégico para la Igualdad Efectiva entre Mujeres y Hombres (PEIEMH) 2022-2025. Un bulo viral afirmaba que un círculo morado pintado en el suelo era un Punto Violeta financiado con los 20.000 millones de euros del plan, generando indignación y burlas. Se demostró que la imagen no era de España y nada tenía que ver con el plan.

Esta desinformación busca deslegitimar la lucha contra la violencia de género, presentando los Puntos Violeta como un gasto innecesario o una medida exagerada.

La importancia de combatir la desinformación

Es crucial combatir la desinformación y los discursos que buscan menospreciar la importancia de los Puntos Violeta. Estos espacios salvan vidas y ofrecen un apoyo esencial a las víctimas en un momento de extrema vulnerabilidad.

Difundir información veraz, apoyar la labor de los Puntos Violeta y fomentar una cultura de respeto e igualdad son acciones necesarias para garantizar la seguridad de las mujeres en todos los ámbitos, incluyendo los espacios de ocio. La lucha contra la violencia de género requiere del compromiso de toda la sociedad y la información veraz es un arma fundamental.