Alergología

Cuidado con las picaduras de insectos en verano: "Causan alrededor de cuatro muertes en esta época"

Este período, caracterizado por actividades al aire libre y temperaturas cálidas, es también la temporada alta para insectos como mosquitos, abejas, avispas, tábanos y pulgas

En la urticaria por calor los síntomas pueden aparecer en ambientes calurosos.

En la urticaria por calor los síntomas pueden aparecer en ambientes calurosos. / Ferran Sendra

Marta Alberca

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El verano es sinónimo de vacaciones, y estas a su vez de alteraciones en nuestra rutina: visitar lugares nuevos, pasar más tiempo al aire libre y probar recetas que durante el resto del año no consumimos. Conductas de lo más normales que en muchas ocasiones pueden desembocar en una reacción alérgica. “En esta época del año se produce un aumento de aquellas que son debidas a picaduras de insectos porque estamos más tiempo fuera de casa y obviamente, por las condiciones climáticas. También a los alimentos, sobre todo en el caso de las frutas como el melón o la sandía”, explica el doctor y profesor Ignacio Dávila, presidente de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC).

En el caso de estos últimos el especialista señala que estas varían dependiendo de la edad. Mientras que en el caso de los niños las más habituales son al huevo o la leche, en los adultos son a los pescados crustáceos, moluscos, cefalópodos, frutos secos y sobre todo a frutas, como el melocotón, la paraguaya, la cereza, el melón y la sandía, que producen síntomas limitados en la cavidad bucal. Todas ellas son diferentes, pero coinciden en algo: no paran de aumentar. “Han subido tanto que podemos decir que se han duplicado en los últimos 25 años. Mientras que las enfermedades alérgicas respiratorias están empezando a llegar a una meseta, las de los alimentos no tienen techo”, indica Dávila.

Las causas son muy variadas. Por un lado, tienen un componente genético,y por otro, un componente ambiental. “Hemos cambiado mucho nuestros hábitos de consumo, estamos más expuestos a los pólenes por el cambio climático. A lo que se añaden también los humos de combustión de muchos motores, y por supuesto, el humo del tabaco”, indica el presidente de SEAIC. Todo esto aumenta la permeabilidad de la barrera epitelial, lo que facilita la entrada de antígenos y facilita la respuesta inmunológica, y “por tanto, las alergias”, sentencia.

Picaduras: el enemigo del verano

Otras frecuentes son la hipersensibilidad a los medicamentos, la dermatitis atópica (muy común en niños), y sobre todo, las provocadas por picaduras de insectos. Aunque no son exclusivos de esta época del año es cuando más se producen. Las más comunes son, por parte del grupo de los insectos chupadores, los mosquitos y las pulgas. Por otro lado, aunque menos recurrentes, las de insectos venenosos que son producidas por avispas y abejas.

En la mayoría de los casos, las reacciones son muy leves, pero en otros pueden desembocar en infecciones graves. Las personas alérgicas al veneno de estos insectos pueden sufrir anafilaxis, una emergencia médica que requiere atención inmediata, “todos los años se producen en España alrededor de cuatro muertes por episodios de este tipo”, indica el especialista. Por eso, insiste en que ante cualquier señal de alarma se acuda a un médico.

Al margen de los insectos, otras de las grandes protagonistas en las playas son las medusas. Frente a lo que se suele pensar, las medusas no pican, sino que generan reacciones de urticaria en la piel al liberar toxinas al contacto de sus tentáculos. Una reacción que puede causar desde una irritación leve hasta dolor intenso, urticaria y en casos raros, reacciones alérgicas graves como las producidas por los insectos.

Cómo prevenir las picaduras en verano

Convivir con los insectos en verano es inevitable, por eso desde la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica establecen una series de pautas para prevenir las picaduras:

  1. Evitar comer alimentos al aire libre y más específico, cerca de frutales.
  2. Aplicar repelentes de insectos en forma de pulsera o espray. Sobre todo, en los niños que superen los 6 meses de vida y en personas alérgicas o propensas a las picaduras de insectos.
  3. No hacer movimientos bruscos cerca de abejas o avispas. Para evitar activar mecanismos de defensa o ataque de estos insectos más prudente es hacer movimientos lentos hasta que se marchen.
  4. No caminar descalzo por la naturaleza.
  5. Evitar usar perfumes o lacas, ya que los insectos se sienten atraídos por los olores fuertes.
  6. Vestirse con ropa de colores discretos y que, en la medida de lo posible, cubran las extremidades.