Baleares

Cuatro palestinos llegan a Formentera huyendo de la guerra con otros migrantes

Se trata de los primeros solicitantes de asilo palestinos que llegan a España a través de las rutas migratorias irregulares de Argelia y Marruecos, más seguras que las del Mediterráneo oriental

Imagen de archivo de una patera abandonada en la costa de Formentera.

Imagen de archivo de una patera abandonada en la costa de Formentera. / DI

Isaac Vaquer

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Cerca de la medianoche del pasado viernes, al abrigo de la oscuridad, una pequeña embarcación zarpó de la costa de Tipasa. Esta ciudad argelina, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco por los restos conservados de la antigua Colonia Aelia Augusta Tipasensium, es también punto de salida habitual para los migrantes que emprenden el peligroso viaje por el Mediterráneo para alcanzar la costa europea de forma irregular.

Tipasa es la ciudad de África más cercana a Formentera. Están separadas por 233 kilómetros de mar. Se dice que en días despejados se ve la costa de Cartagena, más montañosa e interesante para los migrantes, dado que les da acceso al continente. También más lejana, a casi 300 kilómetros.

La salida desde este punto de la costa africana de travesías organizadas por mafias es cada vez más habitual. Sin embargo, en esta ocasión lo peculiar estaba en cuatro de sus ocupantes. Una familia palestina, huida de Gaza, que partió en esa embarcación tras cruzar todo el norte de África para solicitar asilo como refugiados en Europa. Tres hombres y una mujer (casada con uno de ellos), que alcanzaron el sábado a la costa formenterense. Según fuentes de Extranjería, pudieron demostrar documentalmente su origen, algo muy raro entre los migrantes que llegan en situación irregular.

"Es la primera vez que recibimos una alerta de personas palestinas utilizando las rutas migratorias con el Estado español", confirma lo insólito del suceso Helena Maleno, la fundadora y directora de la organización Caminado Fronteras.

Una llamada sorprendente

Este colectivo, que trabaja por los derechos de los migrantes, tiene un teléfono para personas en riesgo en el mar y otro de atención a familias. "Un familiar de estas personas se puso en contacto con nosotros, indicándonos que había salido una embarcación desde Tipasa a las 23.00 UTC y que en ella había cuatro personas de origen palestino, entre ellas una mujer, que formaban parte de la misma familia y nos llamaba preocupado sobre el destino de estos familiares", explica Maleno.

Al recibir la llamada, desde la organización avisaron a los servicios de Salvamento Marítimo para comprobar si la embarcación había sido rescatada en el mar. Desde los servicios de seguridad y salvamento les dieron la buena noticia: habían sido rescatados y se encontraban bien.

La llamada fue sorprendente. "Recibimos en ese teléfono alertas de todas las personas que atraviesan las rutas migratorias para llegar a España, tanto la ruta atlántica como la de Marruecos y la de Argelia y no teníamos constancia de ninguna persona que llegara desde Palestina", cuenta para dar una idea de lo insólito de este hecho, dado que Caminando Fronteras trabaja en estas rutas desde 2002.

Expresa su preocupación por esta situación, "dado que los palestinos son potenciales refugiados y demandantes de asilo", apunta, al tiempo que señala que es una muestra de "la diversidad de procedencia de las personas que cruzan la ruta argelina. Desde el año pasado, pero sobre todo este año".

Un perfil cambiante

Indica que hasta hace un par de años, el perfil de los migrantes que partían de las costas de Argelia era el de nacionales del propio país, principalmente jóvenes. "Ahora hay nacionalidades muy diversas, de personas que son potenciales refugiados y demandantes de asilo que provienen de conflictos muy duros".

¿Por qué estas personas de Palestina, pero de otros países africanos, recorren todo el norte de África para llegar a Argelia? "Muchas de ellas han pasado antes por Libia y por Túnez, donde la represión contra las personas negras en particular y los migrantes extranjeros en general es muy dura. Se les persigue e incluso se les traslada y abandona en el desierto", contesta Maleno.

Es por ello que "buscan una ruta como la argelina, que no sólo llega a Balears, sino que también va a Murcia y a Almería". A este respecto, señala que la diversidad de nacionalidades se da sobre todo en la ruta que lleva a Baleares. Una 'ruta invisible' hasta hace pocos años, más larga y complicada que la activista señala que "se está dejando para las personas que llegan a Argelia en tránsito y no para las personas del país de origen".

En el caso concreto de estas cuatro personas palestinas, Helena Maleno explica que el riesgo y el gasto económico debe haber sido enorme. "Se está pagando muchísimo dinero simplemente para poder salir de Gaza. A eso hay que sumar el cruce en patera por el Mediterráneo. Supongo que la desesperación les hace buscar caminos de huida cada vez más peligrosos". Desea que se les brinde una especial protección "y un acompañamiento psicosocial adecuado a la tragedia que han vivido".

Suscríbete para seguir leyendo