Investigación de Vall d'Hebron

Una mezcla de probióticos y prebióticos, efectiva contra la irritabilidad a causa del trastorno por déficit de atención y de personalidad

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Una muestra de probióticos en un laboratorio.

Una muestra de probióticos en un laboratorio. / Manuel Bruque / Efe

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Los simbióticos, una combinación de probióticos y prebióticos, son una herramienta prometedora para tratar la irritabilidad en adultos con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y trastorno límite de la personalidad (TLP).

Así lo ha revelado un estudio liderado por investigadores del Vall d'Hebron Instituto de Investigación (VHIR) y el CIBER de Salud Mental (CIBERSAM), en el que participaron 180 pacientes de Vall d'Hebron, la Universidad de Semmelweis (Hungría) y del Hospital Universitario Goethe de Frankfurt (Alemania).

El TDAH es un trastorno que afecta principalmente a la capacidad de atención, impulsividad y control motor y se diagnostica principalmente en la infancia, aunque en muchos individuos continúa teniendo impacto durante la edad adulta.

Por otro lado, el TLP es una condición caracterizada por una inestabilidad emocional significativa, patrones de relación interpersonal intensos y fluctuantes, y alteraciones en la percepción de la propia identidad.

El proyecto ha revelado que todos los pacientes que tomaron simbióticos tuvieron una buena tolerancia al tratamiento, con pocos efectos secundarios.

Asimismo, esta preparación alimentaria que mezcla probióticos y prebióticos presentó otros beneficios, como tener menos cambios de ánimo intensos, dificultad para controlar reacciones emocionales, problemas de atención y niveles de estrés.

Actuar a tiempo contra la irritabilidad

El trabajo, publicado en la revista 'Brain, Behavior and Immunity', incorporó 180 pacientes de entre 20 y 65 años, de los cuales 113 con TDAH, 44 con TLP y 23 diagnosticados con las dos patologías, todos ellos con síntomas de irritabilidad y la mayoría ya tomaban otros tipos de medicaciones.

La irritabilidad es un síntoma complejo y a menudo persistente, que afecta significativamente la calidad de vida de los pacientes con TDAH y TLP y que, en casos graves, puede aumentar el riesgo de suicidio.

"Los tratamientos actuales no mejoran significativamente los síntomas de irritabilidad, que frecuentemente se manifiestan junto con otros problemas emocionales, como la desregulación emocional y la impulsividad", ha explicado la doctora Gara Arteaga, del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Vall d'Hebron.

De los 180 pacientes analizados, la mitad recibió placebo y la otra parte tomó un simbiótico que incluía cuatro tipos de bacterias (probióticos) y un conjunto de azúcares que sirven de nutrientes para el crecimiento de bacterias (prebióticos).

Los investigadores analizaron la respuesta al tratamiento después de 10 semanas y, al ver los resultados, consideraron que había una buena respuesta al tratamiento si había una mejora clínica en los síntomas de irritabilidad.

Así, se observó que en 19 pacientes (un 11 % del total) se redujeron los niveles de irritabilidad: 15 de estos (79 %) habían tomado el simbiótico, mientras que solo cuatro (21 %) habían recibido el placebo.

La molécula RANK-L, clave en el estudio

Para entender por qué algunos pacientes responden a los simbióticos y otros no, el estudio analizó la relación entre los niveles de algunas moléculas del sistema inmunitario en la sangre y el éxito de la terapia.

Una de las conclusiones fue que cuando había niveles bajos de la molécula RANK-L en sangre, los pacientes respondían mejor al tratamiento con simbióticos.

"Cuando esto sucede, hay una mayor inflamación de base que puede afectar al cerebro. En estos casos, los simbióticos podrían ayudar a reducir esta inflamación y, por tanto, mejorar los síntomas", ha destacado la también investigadora del grupo de Psiquiatría, Salud Mental y Adicciones del VHIR y del CIBERSAM.

Los autores del estudio han hecho hincapié en la necesidad de más investigaciones para confirmar estos resultados y explorar en profundidad los mecanismos subyacentes de estos beneficios.

"Estos hallazgos abren la puerta a nuevas vías de tratamiento personalizado basadas en la modulación de la microbiota intestinal para pacientes que no responden a los tratamientos tradicionales para la irritabilidad", ha asegurado el doctor Josep Antoni Ramos, jefe del Servicio de Psiquiatría de Vall d'Hebron.

El especialista ha señalado que el objetivo del hospital es que, mediante una analítica de sangre para medir los niveles de moléculas inflamatorias, se pueda determinar si un simbiótico sería efectivo y ofrecer una opción terapéutica adicional y complementaria a las terapias existentes.