Vertidos tóxicos

La ACA abre expediente informativo a la empresa incendiada de Polinyà para determinar si tiene responsabilidad ambiental

La fiscalía abre investigación por el vertido tóxico en el Besòs que mató a más de 1.000 peces

El caso de Polinyà evidencia la necesidad de reducir el riesgo de vertido tóxico en el Besòs

El riu Besòs, al seu pas per Santa Coloma de Gramenet, amb el parc fluvial tancat per abocaments tòxics. | LAURA FÍGULS / ACN

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La Agència Catalana de l'Aigua (ACA) ha abierto un expediente informativo a la empresa de Polinyà (Vallès Occidental) que el viernes de madrugada se incendió. Las naves alojaban productos químicos que con las labores de extinción de los Bomberos terminaron en el río Besòs, provocando la muerte de más de un miles de peces y el cierre del Parque Fluvial, en Santa Coloma de Gramenet, que finalmente se ha podido reabrir a la ciudadanía este lunes por la mañana.

Del mismo modo, la agencia ha anunciado que llevará a cabo un programa de seguimiento para comprobar y restituir la calidad del agua en el río, después de las tareas preventivas y de contención del producto con el que trataba la industria siniestrada para reducir el impacto en el entorno.

La ACA, en coordinación con el Consorcio Besòs Tordera (CBT), los Agentes Rurales y los Bomberos, ha llevado a cabo diferentes actuaciones a raíz del incendio del viernes en Polinyà en varias naves industriales de una misma empresa encargada de la almacenamiento y distribución de productos químicos. En los próximos días, la agencia dispondrá de los resultados de los controles efectuados, concretamente cuatro muestreos en tres días, y aplicará un Programa de seguimiento específico para analizar la evolución de la calidad y ver el posible impacto del vertido en cuanto a calidad del agua y en la vida de los peces y macroinvertebrados.

El agua utilizada para extinguir el incendio fue a parar tanto a la red de alcantarillado como a un depósito de retención de agua de la misma empresa. A raíz de la cantidad de agua utilizada, además de vaciar el depósito con siete camiones cisterna para poder retener el máximo de agua posible, se utilizó otro de una empresa vecina para evitar la llegada de agua al medio, pero una parte se evacuó por la red de pluviales, quedando encharcada en un punto de la riera de Polinyà, que bajaba seca, y sin que el agua llegara río abajo.