Sant Romà de Sau

¿Por qué se vuelve a ver la iglesia del pantano de Sau? Este es el motivo

El nivel del agua del pantano ha bajado, pero en realidad no ha perdido tanta agua

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El pantano de Sau con niveles diferentes de agua

El pantano de Sau con niveles diferentes de agua / Joan Castro

David Sánchez Marín

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La iglesia de Sant Romà de Sau lleva inutilizada y bajo el agua desde la inauguración del pantano, en 1962. Es reconocida como la iglesia más antigua que se conserva en pie bajo el agua. Pero, por desgracia, no siempre se encuentra sumergida.

El campanario del templo se usa de forma no oficial como medidor de la sequía en Catalunya. El mes pasado el pantano volvió a recuperar parte de su reserva gracias a los episodios de lluvia en el entorno de las Guilleries y en la cabecera del río Ter. La iglesia volvió a estar en remojo, pero hoy día la imagen ha cambiado: la capilla vuelve a estar seca.

Disminución de las reservas

Cuando el nivel del agua volvió a tocar los pies de la iglesia, el 14 de junio, el pantano se encontraba al 40% de capacidad. El embalse siguió aumentando sus reservas hasta llegar al 46% antes de la festividad de Sant Joan. En este momento solo era visible el campanario de la iglesia.

Hoy en día, el pantano se encuentra al 37,6% de la capacidad total. Eso quiere decir que en menos de un mes ha disminuido alrededor de un 10%. Pero en realidad no es así. El nivel del agua ha bajado 4 metros, pero las reservas totales del sistema no han disminuido tanto.

Sistema Sau-Susqueda-Pasteral

El pantano de Sau forma parte de un sistema de embalses conectados que comparten capacidad total. Entre el pantano de Sau, Susqueda y el Pasteral suman una capacidad total de 400 hm3. El pantano de Susqueda es el que, con 233 hm3, tiene más capacidad de los tres, y Sau le acostumbra a hacer trasvases de agua para garantizar la calidad en todo el sistema.

Los tres pantanos se encuentran muy cerca entre ellos, justo en la frontera entre las comarcas de Osona (Barcelona) y la Selva (Girona). Los tres pantanos se nutren del río Ter y de las lluvias que caen en el parque natural en el que se encuentran, el Espacio Natural de Les Guilleres-Savassona. Por orden, el pantano de Sau es el que recibe primero el caudal del río Ter. Luego pasa por el de Susqueda y finalmente al del Pasteral, desde donde se distribuye al resto de municipios.

Solo se ha perdido 3 hm3

Sau ha perdido reservas, pasando del 46% el 21 de junio (76 hm³) -según datos de la web especializada iAigua-, al 37,6% actual (61 hm³), pero Susqueda ha pasado del 33% (77 hm³) el 21 de junio al 36% (84 hm³ de agua). Haciendo un cómputo global, vemos que desde el 21 de junio el agua total embalsada por el sistema Sau-Susqueda-Pasteral ha variado poco, ha pasado de 153 hm³ el 21 de junio a 150 hm³, por lo tanto, en realidad solo ha perdido 3 hm³.

Actualmente, el conjunto de embalses de las cuencas internas catalanas acumula 252 hm³ de agua y se sitúa en el 36,2% de capacidad. Desde finales de junio, momento en el que se logró el nivel máximo de agua desde el otoño del 2022, han perdido aproximadamente 6 hm³. La falta de episodios generales y regulares de lluvia en las cabeceras de los pantanos, sumada al mayor consumo de agua y la evaporación intensa, explica estos datos.

Verano es la época en la que más cuesta acumular agua en los embalses. Es un periodo en el que las lluvias, aunque intensas, son irregulares y no generalizadas. También es el momento del año en el que hay más consumo de agua y cuando más se evapora el agua a causa del calor. Si un verano es especialmente lluvioso, lo más habitual es que el nivel del agua se mantenga estable o que baje ligeramente.