Explicación científica

Ni tinto de verano ni cerveza al sol: los expertos recomiendan evitar las bebidas alcohólicas durante las olas de calor

El Ministerio de Sanidad pide evitar estas bebidas que "favorecen la deshidratación" y priorizar la ingesta de agua

Última hora de la ola de calor: temperaturas máximas en Barcelona, Catalunya y resto de España, en directo

Cervezas.

Cervezas.

Valentina Raffio

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Una de las recomendaciones más repetidas pero menos escuchadas para lidiar con el calor extremo tiene que ver con un cambio de hábitos en la alimentación que, en muchos casos, no solo no se aplica sino que se hace exactamente lo contrario. El Ministerio de Sanidad, así como la 'conselleria' de Salut y otras muchas autoridades sanitarias, recomiendan activamente "evitar las bebidas con cafeína, alcohol o muy azucaradas" durante los días de calor extremo ya que el consumo de estas sustancias pueden "favorecer la deshidratación" y aumenta el riesgo de sufrir un golpe de calor. Siguiendo esta recomendación, pues, en estos días habría que evitar los tintos de verano o las cervezas al sol y priorizar la ingesta de agua.

La explicación es sencilla. El alcohol tiene un efecto diurético en el cuerpo. Es decir, que aumenta la producción de orina. Esto se debe a que el etanol que contienen las bebidas alcohólicas inhibe la liberación de una hormona conocida como vasopresina, que es una sustancia de las señales que utiliza el cerebro para pedirle a los riñones que retengan y procesen los líquidos ingeridos. En esta situación, pues, el cuerpo se ve obligado a expulsar agua de forma más rápida y frecuente mediante la orina y, así haciendo, pierde líquidos (además de electrolitos como el sodio y el potasio) de una forma más acelerada de lo habitual. De ahí que copa tras copa se produzca un marcado aumento en el riesgo de deshidratación.

Estrés térmico

En circunstancias normales, la ingesta de alcohol ya produce una pérdida de líquidos importante en el cuerpo. Muestra de ello, la sensación de tener la boca seca después de varias copas. O los síntomas de migraña o incluso de resaca que, en muchas ocasiones, están directamente relacionados con la falta de agua. En contextos de calor extremo, el impacto de este fenómeno es aún mayor. Sobre todo si tenemos en cuenta que el cuerpo ya está expuesto a un gran estrés térmico y que, además, ya está perdiendo líquidos mediante otros mecanismos como el sudor. En dichas circunstancias, la pérdida de líquidos derivada del efecto diurético del alcohol puede dar pie a un cuadro de deshidratación aún más agravado.

La ingesta de alcohol tiene un efecto diurético, favorece la deshidratación y aumenta la sensación de calor

Otro factor a tener en cuenta es que la ingesta de alcohol también aumenta la percepción de calor (que no la temperatura corporal). Esto se debe a que, por un lado, el alcohol mismo provoca un proceso de vasodilatación de los vasos sanguíneos, aumenta la circulación de sangre 'a flor de piel' y provoca que las personas se sientan más calientes y enrojecidas. De ahí que muchas personas se pongan rojas cuando están borrachas. Por otro lado, también se sabe que el alcohol tiene un impacto directo en el sistema nervioso central y esto, a su vez, también puede distorsionar la percepción de la temperatura corporal. Por eso mismo no es de extrañar que cuando la gente se emborracha se sienta más caliente de lo normal, se abanique o se quite alguna pieza de ropa.

Intercalar vasos de agua

La recomendación ideal que respaldan todos los especialistas y autoridades sanitarias sería evitar completamente el consumo de bebidas alcohólicas y azucaradas durante los días de calor extremo. Pero, en caso de hacerse, los expertos recomiendan tomar medidas de precaución para minimizar el riesgo de deshidratación y golpe de calor. El consejo más repetido es tomar mucha agua antes, durante y después de beber alcohol. Por ejemplo, intercalando un vaso de agua por cada copa consumida. También se recomienda limitar la ingesta de alcohol (es decir, no tomarse demasiadas copas), evitar la exposición directa al sol mientras se está bebiendo, refugiarse en sitios frescos y evitar comidas excesivamente copiosas.

En caso de querer ingerir alcohol durante los días de calor, se recomienda intercalar un vaso de agua entre copas

La última recomendación, y quizás la más importante, es tener especial cuidado ante la aparición de los síntomas de deshidratación o de golpe de calor mientras se está bebiendo. Entre estos destacan mareos, nauseas, sequedad de boca, sudoración excesiva, fatiga, hiperventilación o dolor de cabeza. En casos de detectar estas señales de alerta se recomienda dejar de beber alcohol de forma inmediata, refugiarse en un lugar fresco, tomar mucha agua y, en los casos más graves, pedir atención médica. Esta recomendación es especialmente importante de cara a las personas mayores de 60 años y a aquellas con enfermedades crónicas que puedan empeorar frente al calor.

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