El mundo rural gana peso en la futura Agència de la Natura

Los retrasos de la Agència de la Natura (ANACAT) acumulan ya casi cinco años. En 2020, el Parlament votó crear este órgano que se encargará de custodiar el medio ambiente, como hace hoy la dirección general de Polítiques Ambientals. "Las principales diferencias serán que algunos trámites se podrán realizar de forma más eficaz y que los sectores implicados (agricultores, ganaderos, propietarios forestales, pescadores) tendrán voz dentro del ente competente", detalla Marc Vilahur, director general.

La presidencia del consejo social de la Agència la ostentará alguien del sector rural

Hasta la fecha, una parte importante del mundo rural se ha movilizado en contra de la puesta en marcha de la agencia. Algunos de ellos señalan que se quieren imponer restricciones a sus actividades "desde Barcelona", sin conocer lo suficiente la realidad de las comarcas más rústicas. Ante esta situación, el Departament d'Acció Climàtica lleva meses dialogando con los sectores más reticentes: "Les hemos explicado que el talante de la Agència es conciliador y algunos ya no la ven con tan malos ojos". Aun así, ciertas entidades siguen enrocadas en su posición de rechazo al nuevo órgano que debe regular los espacios naturales y defender las acciones para preservar la naturaleza.

Pese a este escenario, el Govern (en funciones) ha optado por publicar en el DOGC (Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya) una propuesta firme de estatutos que demuestra esta "voluntad integradora" que incluso ha irritado a parte de los conservacionistas, que opinan que hay demasiadas concesiones al sector productivo. "La Agència es compatible con el mundo rural y este documento lo demuestra", afirma Vilahur. Una de las novedades es que la presidencia del consejo social de la Agència de la Natura la ostentará una persona procedente del mundo rural.

Embrollo político

Sin embargo, las asociaciones de propietarios y agricultores contrarias a esta agencia que debe proteger el medio ambiente no se contentan con esta presidencia: lo que pretenden es tener representantes en el consejo de dirección de la Agència. En estos momentos, la ley contempla que quienes formen parte del consejo de dirección sean personas expertas en la conservación del medio ambiente.

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Para cambiar la ley, que se aprobó cuatro años atrás, debería lograrse un acuerdo político. Junts, que en su momento lideró el lanzamiento de la Agència de la Natura, cambió de postura y pasó a mostrarse reacia a ella. En primavera, en plenas negociaciones presupuestarias, en cambio, el PSC y ERC alcanzaron un principio de entendimiento para modificar el texto legal e incluir a miembros del sector rural en el consejo de dirección. Pero todo quedó en nada cuando las cuentas volaron por los aires.

¿Y cuáles son los siguientes pasos? Según Vilahur, la Agència podría entrar en funcionamiento en 2025. "No hace falta pasar por el Parlament, nosotros lo dejamos todo listo para que solo sea necesario que el Consell Executiu apruebe un decreto", asegura. Por lo tanto, cumplir o no los nuevos plazos estará en manos del próximo Govern de la Generalitat, todavía por configurar.

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Los próximos pasos, tras la exposición pública de los estatutos, serán cerrar el documento oficialmente a finales de año. La puesta en marcha de la Agència de la Natura y los consiguientes encontronazos con agricultores, ganaderos y propietarios forestales quedarán en manos del futuro Govern, con la puerta abierta a cambiar la ley para ofrecer asientos en el consejo de dirección al mundo rural.

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