Mainat: "Me cuesta mucho aceptar que mi exmujer pretendiera asesinarme"

"Me cuesta mucho aceptar que pretendiera asesinarme, después de 10 años, pero tengo unas lagunas que quiero aclarar", ha declarado este lunes el productor audiovisual y exmiembro de La Trinca Josep Maria Mainat sobre su exmujer, Ángela Dobrowolski, con la que tiene dos hijos y que está acusada del intentar matarlo inyectándole insulina, al enterarse de que él quería divorciarse y quedaba relegada de la herencia.

"Su cabeza no está en su sitio. Ha hecho cosas muy absurdas en este tiempo. Pero igual ella pensó que era lo mejor. Es posible, pero no lo sé (...). Quiero pensar que se arrepintió e intentó solucionarlo, pero no lo sé", ha explicado Mainat en el juicio que ha empezado en la Audiencia de Barcelona. Prosiguió: "Me gustaría que no fuera condenada porque en este juicio se demostrará que no había intentado asesinarme, pero si quería hacerlo, que se le condene (...) Si el tribunal la condena va a ser uno de los días más tristes de mi vida. No pienso que habré ganado, pienso que habré perdido. Para eso está el Código Penal".

"Si el tribunal la condena va a ser uno de los días más tristes de mi vida. No pienso que habré ganado, pienso que habré perdido"

Un último informe forense incorporado al sumario la semana pasada sostiene que Dobrowolski padece un leve trastorno de la personalidad, según ha podido confirmar EL PERIÓDICO. La fiscalía reclama para ella 16 años de prisión (13 por intento de asesinato y tres por revelación de secretos, al haber entrado en el correo electrónico de su exmarido). La acusación particular, ejercida por la abogada Olga Tubau, pide 14 años de cárcel. La defensa solicita la absolución o alternativamente seis meses de prisión por una presunta imprudencia, al haber proporcionado a Mainat una medicación sin ser médica. La procesada, que declarará después de los testigos y la práctica de las pruebas, ha comparecido con el cabello de color de rosa y vestida con un traje chaqueta blanco.

Mainat ha relatado al tribunal que en enero de 2020 el matrimonio entró en crisis y Dobrowolski abandonó el domicilio conyugal en Barcelona. A pesar de estar separados, ella acudía a la vivienda a visitar a él y a sus dos hijos. En ocasiones, se quedaba a dormir. Iban pasando los meses, pero la situación se enrarecía cada vez más, con "bastantes" discusiones y peleas, incluso una agresión física hacia el productor. En mayo, el exde la Trinca tomó la decisión de divorciarse y se lo comentó a su todavía esposa, que rechazó la idea. A cabo de unos días, el productor descubrió que su todavía esposa había entrado en su correo electrónico y se había reenviado a uno suyo documentos cruzados con sus abogados sobre el divorcio, disposiciones de carácter testamentarias y su patrimonio. "Tenía el ordenador en mi despacho y siempre estaba abierto", ha precisado.

"Tenía adicciones. Se estaba drogando. Tenía un estado mental alterado. Vivía con gente no recomendable"

La herencia y el divorcio

De esta manera, Dobrowolski tuvo conocimiento de que, si fallecía Mainat, ella sería una heredera más de su patrimonio, no la única, pero siempre y cuando estuvieran casados y no divorciados. En caso contrario, quedaba excluida del testamento. Además, se enteró de que si se iniciaba el divorcio, el régimen establecido en las capitulaciones matrimoniales limitaba y disminuía los medios económicos de que disponía hasta entonces. El divorcio, al final, lo tiró por su cuenta el productor audiovisual, "por la falta de voluntad de ella". "Tenía adicciones. Se estaba drogando. Tenía un estado mental alterado. Vivía con gente no recomendable", ha afirmado Mainat.

"Ella me ha querido matar", le dijo el exmiembro de la Trinca a una empleada del hogar tras sufrir la hipoglucemia.

Por los años de convivencia, Dobrowolski sabía perfectamente de su marido era diabético, pero, ha precisado este, solo de pastilla. Nunca se había inyectado insulina. Cuando tenía un bajón de azúcar notaba un ligero mareo y se tomaba una coca-cola, helados o azucarillos. "En mi casa no había insulina", ha recalcado.

El 23 de junio de 2020, en el domicilio familiar, la entonces pareja mantuvo una fuerte discusión porque él le comentó que iba a presentar los papeles de divorcio. "Estaba muy alterada. Le sentó muy mal y entró en pánico. Le dije que hablaríamos al día siguiente y me fui a dormir", ha explicado. Ya dormido, ha agregado, sobre las 2 de la madrugada, le despertó y le puso dos inyecciones. Él creía que una era la hormona del crecimiento y otra de un medicamento para adelgazar, pero, según la fiscalía, era insulina.

"Me puso las inyecciones y me quedé inconsciente", ha recalcado. Al llegar al domicilio los sanitarios, el productor estaba en estado de coma. "Despierte, despierte, me decían", ha asegurado Mainat. A una empleada del hogar el productor le espetó: "Ella me ha querido matar". Esa fue, ha precisado, "su sensación".

Tras intentar reanimarlo, los sanitarios lo condujeron hasta un centro hospitalario. Allí, según el excantante, los médicos le explicaron que con ese nivel tan bajo de azúcar en la sangre "mucha gente se queda en coma irreversible" y, por lo tanto, estuvo "en riesgo de morir". "Lo que yo tomaba de ningún modo pudo provocar la hipoglucemia", señaló.

El hijo de Mainat, Pol, también ha declarado que los facultativos le comentaron que a su padre le habían inyectado insulina.