Tribunales

Mainat contra Dobrowolski: hoy empieza el juicio contra la ex del productor por intentar asesinarlo con inyecciones de insulina

No es la primera vez que la acusada se sienta en el banquillo de los acusados por disputas con su marido, pero sí es el caso más grave: se enfrenta a 16 años de prisión

'Caso Mainat': sexo, mentiras e inyecciones de insulina

¿Quiénes son los protagonistas del 'caso Mainat'?

Ángela Dobrowolski

Ángela Dobrowolski

J. G. Albalat

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No es la primera vez que Angela Dobrowolski se sienta en el banquillo de los acusados por disputas y altercados con el que fue durante años su marido, el productor audiovisual y excomponente de La Trinca Josep Maria Mainat. Sin embargo, sí lo hará este lunes por la imputación más grave: haber intentado matarle inyectándole insulina. En Barcelona se celebrará esta semana el juicio contra la exesposa de Mainat, de 41 años, que tienen dos hijos. El fiscal reclama para Dobrowolski 16 años de prisión (13 por asesinato en grado de tentativa y tres por revelación de secretos). La acusación pública también pide para la procesada una multa de 60.000 euros y una orden de alejamiento de 500 metros durante ocho años después del cumplimiento de la pena de cárcel. Mainat ha renunciado a percibir indemnización alguna.

En la sala de juicio se revivirá una historia rocambolesca de amor y traición. Empezó como una trama de novela negra digna de los mejores autores de este género, pero derivó en el guion de un culebrón marcado por las miserias humanas, un supuesto temor de la procesada porque su marido, que quería divorciarse, la dejara fuera de la herencia, una obsesión del productor y fundador de la empresa Gestmusic (creadora del programa de televisión 'Crónicas Macianas') de intentar evitar envejecer y la aparición de un presunto 'escort' contratado por ella. La expareja se verá ahora ante un tribunal, como acusada y como víctima, por lo ocurrido en la madrugada del 23 de junio de 2020, cuando Mainat entró en coma y estuvo a punto de morir.

La aparición televisiva

El público de TV3 supo de Dobrowolski Garrido en noviembre de 2013, cuando Josep Maria Mainat, que entonces tenía 66 años, participó en el programa 'El convidat', de Albert Om. Mainat y Dobrowolski se habían conocido en un balneario suizo, habían contraído matrimonio en 2012 y tenían una hija en común, Jana (después vendría Joan Ramon). Dos cosas llamaron la atención de los espectadores de aquella emisión: la diferencia de edad y el afán de Mainat por detener el envejecimiento, escribió en su día Rafael Tauponet. Era tanto el empeño que el productor ponía en su cruzada 'antiaging' que, según confesó en una entrevista en EL PERIÓDICO, visitaba cada seis meses una clínica de Bélgica. 

Con el paso del tiempo, la relación se desgastó. A principios de 2020, la pareja entró en una profunda crisis matrimonial y ella abandonó el domicilio conyugal en Barcelona, sin bien, "de forma irregular, pero con cierta frecuencia", precisa la fiscalía, continuó acudiendo al mismo. Incluso se quedaba allí a dormir, fundamentalmente los fines de semana, para mantener el contacto con sus hijos. Iban pasando los meses, pero la situación se enrarecía cada vez más. En mayo, Mainat tomó la decisión de divorciarse y se lo comentó a su todavía esposa. Ella, "con el fin de averiguar" las pretensiones de su marido y detalles de la demanda, accedió, subraya la acusación, al correo electrónico del productor, sin su consentimiento, y examinó los 'emails' que se había cruzado con sus abogados (de ahí el delito de revelación de secretos). La procesada pudo examinar documentos sobre el procedimiento, pero también sobre la situación patrimonial y las disposiciones de carácter testamentario.

La herencia del productor

De esta manera, Dobrowolski, según el fiscal, tuvo conocimiento de que, si fallecía Mainat, ella sería una heredera más de su "muy notable patrimonio", siempre y cuando estuvieran casados y no divorciados. En caso contrario, quedaba excluida del testamento. Además, se enteró de que si se iniciaba el divorcio, el régimen establecido en las capitulaciones matrimoniales "limitaba y disminuía" los medios económicos de que disponía hasta entonces y que necesitaba para mantener "alto el ritmo de vida" que llevaba.

Ante "las frecuentes discusiones y peleas" y los problemas económicos, la procesada decidió "acabar con la vida" de Mainat antes de que este interpusiera la demanda de divorcio, recalca la acusación. En la madrugada del 23 de junio de 2020, en el domicilio familiar y tras una "fuerte discusión", Dobrowolski "ejecutó" su plan. Cuando el productor estaba dormido, la mujer lo despertó, manifestándole que debía inyectarle un medicamento para adelgazar que él utilizaba desde hacía tiempo.

Sin embargo, sabiendo que padecía diabetis, le inyectó, en realidad, una mezcla de insulina de acción rápida y de acción retardada, siendo consciente de sus previsibles "consecuencias mortales", argumenta la fiscalía, quien añade que la procesada conocía que al productor nunca se le había tratado con insulina porque estaba totalmente contraindicado. En su declaración, la acusada aseguró: "Yo pinché a mi marido porque él me lo pidió. Le pinché hormona de crecimiento”. De hecho, “le pinché testosterona, le pinché vitamina B12 y le pinché saxenda”, continuó.

A partir de ese momento, sigue la acusación popular, la procesada empezó a controlar con un glucómetro el nivel de azúcar en la sangre de su esposo, con el fin de calcular el momento en el que sería prácticamente imposible la recuperación de la hipoglucemia que le provocó. Cuando fue "plenamente consciente" de que Mainat ya se hallaba en ese cuadro clínico, Dobrowolski, argumenta el fiscal, "no hizo nada para revertir su estado", hasta que a las 3.12 horas llamó a los servicios médicos con el "exclusivo" fin de "encubrir su comportamiento". Cuando llegaron al domicilio los sanitarios, el productor estaba en estado de coma. Sobrevivió gracias a la intervención médica.