Altercado

La Fiscalía pide 10 años de prisión para un exmiembro del GRAPO por disparar a un joven en Vigo

Nada más ver a la víctima, el que fuera integrante de la banda terrorista desenfundó la pistola y le dijo: “Llevaba tiempo esperando esto”

Captura del vídeo grabado por la víctima del tiroteo en Castrelos

Captura del vídeo grabado por la víctima del tiroteo en Castrelos / Faro de Vigo

Elena Villanueva

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Diez años de prisión, otros diez de alejamiento e incomunicación con la víctima y una multa de 804 euros por el daño psíquico causado. Esta es la pena que la Fiscalía solicita para Manuel Baña Gil, un exmiembro del grupo terrorista GRAPO, detenido el pasado 14 de septiembre por disparar en el parque vigués de Castrelos a un joven, al que conocía y con el que había tenido altercados previos por sus perros.

El fiscal le atribuye un delito de tentativa de asesinato y otro de tenencia ilícita de armas, ya que su intención al llevar la pistola cargada al parque era la de “causarle la muerte” a la víctima, que se encontraba paseando junto a su pareja embarazada. La bala llegó a rozar la corteza del árbol en el que se escondió el joven, que pidió ayuda a la vez que grababa los hechos.

Esa grabación se convirtió en la prueba principal contra Baña Gil. En ella se ve al exgrapo con la pistola en la mano en posición de disparo y a la víctima resguardándose tras el árbol.

Vídeo completo de los disparos del ex GRAPO a un hombre en el parque de Castrelos

Faro de Vigo

Altercados previos

El acusado y la víctima habían mantenido varios desencuentros, llegando incluso a agredirse mutuamente –ambos fueron condenados por sendos delitos leves de lesiones– y Baña ya había amenazado a la víctima con que tenía una pistola. Esas palabras se convirtieron en reales el pasado 14 de septiembre de 2023. 

El exgrapo se presentó en el parque al que ambos solían acudir y en cuanto vio a la víctima le dijo: “Llevaba tiempo esperando ésto”, tal y como se recoge en el escrito del Ministerio Público. Acto seguido, desenfundó su pistola aputando al joven, que corrió a esconderse tras el tronco de un árbol. “Tan pronto como lo vio a tiro, con ánimo de causarle la muerte, disparó contra él estando a punto de alcanzarlo con el proyectil que rozó tangencialmente la corteza del árbol”, expone el fiscal en su escrito de conclusiones previas.

Amenazas

Tras el aviso a la Policía por parte de varios testigos, Manuel Baña se marchó del parque arrojando el arma, cargada y sin el seguro puesto a una maleza, por lo que cualquiera que la hubiera cogido podría haber disparado.

A las pocas horas fue detenido, llegando a amenazar de nuevo a la víctima en presencia policial durante el traslado a un centro médico: “Lo voy a matar. Si no lo hago yo, mando a alquien”. En el registro domiciliario, se encontraron varios cargadores y cartuchos compatibles con el arma que portaba.

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