Sanidad

Can Ruti aplica una nueva técnica en Catalunya para tratar las arritmias más comunes con impulsos de alta energía

Se aplican descargas localizadas más "seguras y eficaces" que las operaciones con energía térmica habituales

Unas mil personas desconocen tener arritmias, problema asociado al riesgo de ictus

Imagen de una operación en Can Ruti con este nuevo sistema

Imagen de una operación en Can Ruti con este nuevo sistema / ACN

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El Hospital Universitario Germans Trias i Pujol es el primero en Catalunya que ha empezado a tratar a pacientes con fibrilación auricular –el tipo de arritmia cardíaca más frecuente en el mundo– con una nueva técnica más "sencilla, eficaz y segura" que las operaciones que se realizan habitualmente en estos casos. La novedad es que no se utiliza energía térmica para quemar o congelar los tejidos afectados, sino que se aplican impulsos de alta energía que no generan dolor postoperatorio y minimizan el riesgo de afectar a estructuras vecinas. 

Además, la intervención es más sencilla y se realiza sin ingreso: "Esto permite aumentar las intervenciones diarias, beneficiar a más pacientes y reducir listas de espera", indica uno de los cardiólogos de Can Ruti, Felipe Bisbal.

En las últimas semanas en el hospital de Can Ruti se han realizado ya una decena de operaciones de estas características con resultados satisfactorios, según ha detallado Bisbal desde quirófano en declaraciones al ACN: "La respuesta es muy buena porque salen de la operación sin dolor y pueden irse a casa el mismo día". 

Una de las intervenciones de la última semana ha sido a una mujer de 71 años que, además de las arritmias, arrastra otras patologías cardíacas. Es uno de los casos más complejos que se han tratado hasta ahora y pese a las complicaciones inherentes en la propia paciente, la operación ha durado menos de una hora gracias a su sencillez.

Para Bisbal, la nueva técnica –aprobada recientemente para su aplicación en Europa– supone un gran paso adelante, tanto para los profesionales como para los pacientes del principal tipo de arritmia que afecta a la población mundial. La fibrilación auricular afecta aproximadamente al 1% de la población de más de 60 años, pero puede llegar a afectar al 10% de la población mayor de 75 años. 

Hasta ahora, los cardiólogos que debían llevar a quirófano a los pacientes que no respondían al tratamiento farmacológico, y que presentan esta arritmia de forma recurrente, aplicaban técnicas de radiofrecuencia o crioablación para quemar o congelar las células del corazón implicadas en las arritmias.

Ahora esta ablación se hace sin aplicar ni frío ni calor y se elimina así el riesgo de afectar a otras estructuras cercanas, como el pericardio, el esófago, el pulmón o el nervio frénico, que son "susceptibles" de ser dañadas con energía térmica: "Aplicamos impulsos de alta energía que destruye el tejido sin generar inflamación". 

Además, para acceder al corazón se utiliza un único catéter. La fibrilación auricular se caracteriza por causar un ritmo rápido e irregular de los latidos del corazón que afecta a la calidad de vida del paciente, provocándole palpitaciones, malestar o cansancio. La enfermedad también puede derivar en insuficiencia cardíaca e incluso causar un ictus por embolismo en las arterias cerebrales.

La causa se encuentra en el envejecimiento cardíaco o factores de riesgo como hipertensión arterial, obesidad, trastornos del sueño, insuficiencia cardíaca, enfermedades valvulares o de tiroides o la práctica de ejercicio de resistencia durante muchos años. Gracias a la nueva técnica estrenada en Can Ruti su abordaje es ahora más sencillo y se espera que en el futuro se pueda aplicar a otros tipos de arritmias.