Riesgo real

Por qué todo el mundo está hablando de un tsunami en la costa española y cuándo va a llegar

Estas son las zonas de España con más probabilidades de sufrir un tsunami

Las claves que debes saber en caso de que en tu ciudad haya un maremoto

El posible colapso de la gran corriente del Atlántico amenaza a Europa

Un tsunami.

Un tsunami. / Pexels

Alexandra Costa

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El temor es recurrente: ¿puede España sufrir una catástrofe natural de gran magnitud? Sabido es que una amplia zona peninsular vive con un alto o muy alto peligro de terremotos por la aproximación de la placa tectónica africana hacia la euroasiática, la existencia de fallas asociadas y la configuración del terreno. Por suerte, son seísmos de magnitud e intensidad menor. En cambio, que las costas españolas sean engullidas por un tsunami parece un desastre más improbable. ¿O ya no?

A la crisis climática se le pueden achacar muchos males, pero no el de los maremotos. No obstante, diversos estudios han puesto de relieve las probabilidades de que el litoral español sea embestido de una ola gigante provocada por un terremoto o por una erupción volcánica en el fondo del mar. Las conclusiones son claras: las posibilidades son altas y, curiosamente, atañen más a las costas del mar Mediterráneo que a las del océano Atlántico.

El estudio 'Probabilistic Tsunami in the Mediterranean Sea' realizado por la Comisión Intergubernamental de los Océanos (COI) en 2012 y revisado en 2023 por otros expertos en la revista 'Pure and Applied Geophysics' se ha vuelto a hacer viral estos días. La investigación recuerda que el mar de Alborán es una de las zonas con mayor movimiento sísmico, ya que bajo él confluyen las placas euroasiática y africana. Eso hace que todo el litoral Mediterráneo, desde la Costa del Sol hasta la Costa Brava, incluyendo también a las Islas Baleares, estén en riesgo de sufrir un tsunami.

Maremotos infaustos

Sin embargo, las placas llevan allí decenas de miles de años y los antecedentes de maremotos catastróficos en la zona se remontan a siglos atrás. Los más infaustos con miles de víctimas mortales datan de los años 365, 1303 y 1908.

Los dos primeros fueron causados por terremotos en el arco volcánico del mar Egeo y originaron olas de nueve metros en Creta. El tercero se originó tras un seísmo en el estrecho de Messina, que separa Sicilia de la península itálica. En este caso, la primera ola que impactó sobre tierra firme tenía una altura de 12 metros.

En el último siglo, el más destructivo afectó a Santorini (Grecia) en 1956, donde se produjeron olas de 25 metros de altura. Por suerte, y aunque los daños materiales fueron cuantiosos, murieron medio centenar de personas. El más reciente sucedió en el norte de Argelia en 2003: fallecieron más de 2.200 personas y más 10.200 resultaron heridas, mientras que las olas de dos metros se dejaron sentir hasta en las Islas Baleares.

¿Por qué ahora?

Con estos precedentes, ¿por qué ahora es más probable que un tsunami azote el litoral mediterráneo? La razón radica en la falla marina de Averroes. Situada en el mar de Alborán como otras muchas, la particularidad de esta es que no para de crecer, según un estudio publicado en 2021 por el CSIC en la revista 'Scientific Reports' que ahora también ha ganado notoriedad. Su potencial es demoledor: en caso de terremoto, generaría un riesgo de tsunami de magnitud 7, con olas de hasta seis metros que tardarían en llegar a la costa entre 21 y 35 minutos.

El riesgo es real y se podría producir cualquier día. En concreto, la posibilidad de que un tsunami supere el metro de altura en el Mediterráneo es casi del 100 % en los próximos 30 años, según la investigación de la COI de 2012. Por el contrario, las regiones en el Atlántico tienen menos opciones de sufrir un maremoto: la probabilidad de que una ola de un metro de altura impacte contra las costas de Huelva o Cádiz durante los próximos 50 años es del 10 %. En el caso de una de tres metros, el riesgo baja hasta el 3 %.

"Máxima urgencia" para crear sistemas de alerta

El informe también presenta las zonas de bajo riesgo de tsunami. Entre ellas está la costa cantábrica y eso que se podría ver afectada por los movimientos sísmicos de dorsal media del Atlántico, la frontera de placas más extensa del planeta y también es un lugar donde se forman nuevas placas. Sea como fuere, allí los niveles de agua serían más bajos, de medio metro, especialmente en las comunidades de Asturias, Cantabria y el País Vasco.

Con todo, "la implementación de un sistema de alerta de tsunamis se ha convertido en un asunto de máxima urgencia" ante el riesgo de que uno impacte en las costas españolas, concluye el estudio de la Comisión Intergubernamental de los Océanos.