Los sindicatos de Mossos piden contundencia a Interior ante el enfrentamiento de clanes en Girona

"Como policía, el sistema ha fracasado. Le estamos enviando un mensaje delicado y peligroso a la ciudadanía. La ley es una y se tiene que hacer cumplir. No podemos permitir que los Mossos entren en las lógicas de la venganza", estalla Pere García, portavoz del sindicato SAP-FEPOL, mayoritario dentro de la Policía catalana. Lo dice porque el propio cuerpo policial asumió el sábado que permitió el destrozo de tres pisos de Figueres por parte de la familia de las víctimas de un doble crimen cuyo autor sigue fugado. Piden explicaciones urgentes al director de la policía catalana, Pere Ferrer, y del 'conseller' de Interior, Joan Ignasi Elena.

"Se han producido delitos de desobediencia, resistencia y atentado contra a la autoridad, porque se incumplieron las órdenes de la policía además del delito en sí de entrar en una casa ajena y destrozarla. Esto no puede quedar impune", insiste García, que afea que, más allá de que se presenten denuncias, la policía, si observa que se produce un delito, debe actuar de oficio. "La ley es una y los primeros en cumplirla debe ser la policía, cuyo deber es perseguir y evitar delitos. Hay una relativización arbitraria del derecho", lamenta.

"Estamos sorprendidos por la falta de explicaciones al respecto. Hay una evidente falta de medios, de previsión y de planificación que se ha puesto en evidencia", denuncia el portavoz de SAP-FEPOL, que ve "fallos graves" en esta actuación.

El incidente en el Trueta

Todo empezó la noche del 23 de junio, cuando G. C. H. disparó ráfagas de un subfusil AK47 tras una discusión, provocando así la muerte de Juan y Estefanía, cuñados y primos, vecinos del barrio de Font de la Pòlvora (Girona), que dejan huérfanos a dos menores y sin padre a cinco hijos más. Algunos de ellos también resultaron gravemente heridos.

Cuando ocurrieron los hechos, se produjeron incidentes en el Hospital Josep Trueta de Girona. Grupos de familiares y amigos de las víctimas se concentraron en la zona e intentaron entrar en Urgencias del Trueta. Agentes de los antidisturbios de los Mossos tuvieron que cargar para evitar su acceso. Fuentes de los familiares explican que actuaron por desesperación. "Los hijos de la mujer fallecida estaban atacados, en pánico, tuvieron que ver como se moría su madre entre sus brazos, se estaban autolesionando y allí nadie les atendía", explican a EL PERIÓDICO. "Estábamos todos atacados y no podíamos hacer nada, nos tenían allí esperando como animales, estábamos en medio de un ataque de ansiedad, de pánico... de todo y necesitábamos que nos atendieran", justifican.

García lamenta que en este incidente tres agentes de los Mossos resultaron heridos. "No dudaron en enfrentarse a la línea policial, querían entrar en un centro hospitalario que atiende a personas enfermas... ¿Qué imagen estamos dando? No queremos que esta gente haga lo que quiera cuando quiera y como quiera", insiste Ferrer, que deja claro que ya allí no se denunció a nadie. "Es un delito de desacato contra la autoridad, con lesiones", insiste el portavoz sindical.

Después, los familiares de las víctimas asaltaron la casa del presunto asesino y quemaron su coche en Girona, y el pasado viernes 300 personas destrozaron tres pisos en Figueres, donde vivían buena parte de la familia de G. C. H. Unos actos que pasaron ante la mirada de un dispositivo policial que, según reconoció el sábado el intendente de los Mossos en Girona, Xavier Domènech, se vio superado y no tuvo otra que permitirlo para evitar malos mayores. También aseguró que nadie perseguirá estos hechos porque no se presentará denuncia.