Operación Damocles

Cae una red de pederastas por prostitución y agresiones sexuales grupales a menores en Barcelona

Los Mossos detienen a 16 depredadores, entre ellos el cabecilla, que operaba en un piso de Ciutat Vella y también producía pornografía infantil

Los agresores captaban a las víctimas a través de las redes sociales y los prostituían a cambio de dinero o droga

Detenido un pedófilo en Ripoll por acumular pornografía de menores de "muy corta edad"

Los Mossos desarticulan una trama de pederastas que captaban a menores en las redes sociales

Los Mossos desarticulan una trama de pederastas que captaban a menores en las redes sociales / EFE

Germán González

Germán González

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Una investigación del Área Central de Cibercrimen de los Mossos d'Esquadra ha permitido desarticular una red de pederastas que se dedicaban a captar menores de 16 años por las redes sociales para prostituirlos y someterles a agresiones sexuales grupales. Los detenidos, entre los que está el máximo responsable de la trama, también aprovechaban para producir pornografía infantil.

Tras dos años de investigación, los agentes han detenido a 16 hombres que habrían participado directamente en las agresiones sexuales a menores en el domicilio del principal investigado en Barcelona y buscan a más implicados. Además, se ha identificado a 11 víctimas, dos chicas y nueve chicos, aunque los agentes investigan para encontrar a otros 14 menores que aparecen teniendo sexo con adultos en las imágenes filmadas por la trama.

Los Mossos han identificado a 11 víctimas y tratan de encontrar a otras 14 que aparecen en vídeos filmados por el jefe de la banda

Las víctimas, que eran captadas en redes sociales y en aplicaciones de contactos de adultos, mantenían relaciones sexuales con los sospechosos en este domicilio de Barcelona a cambio de dinero, drogas u objetos de valor. Captaban menores de todo tipo de situación social, desde entornos estables a más vulnerables. 

Imagen de la operación de Mossos

Imagen de la operación de Mossos / Mossos

Algunas agresiones sexuales fueron grabadas con teléfonos móviles y cámaras ocultas. Los responsables de la investigación, el inspector Josep Antoni López Garzón, jefe del Área Central de Cibercrimen de Mossos, y el cabo David López, han explicado que en una conversación captada entre dos sospechosos se hizo referencia a 79 agresiones sexuales a menores. 

En una conversación localizada por la policía, dos sospechosos aluden a 79 agresiones sexuales a menores

Los detenidos son personas de "todos los estatus sociales", con edades comprendidas entre 19 y 50 años, según ha explicado López Garzón. Los investigadores han subrayado la "dificultad" a la hora de determinar el perfil de los agresores porque no todos son depredadores con una "preferencia" por los menores de edad. "Muchos perfiles son situacionales, que, en conversación de carácter sexual, no tienen preferencia por los niños pero cuando se les da la oportunidad acaban consumando la agresión al menor", ha detallado David López.

Las agresiones, que grababan en vídeo, incluían prácticas sadomasoquistas y sexo sin preservativo

Los investigadores remarcan que el principal sospechoso controlaba la prostitución de menores en su domicilio e incluso hacía reportajes fotográficos de las víctimas para buscar clientes. Luego pactaba el precio y facilitaba el lugar de encuentro, además de grabarlo con cámara oculta. Además, las víctimas sufrían prácticas sadomasoquistas y sexo en grupo sin ningún tipo de protección profiláctica.

Investigación en tres fases

La investigación se ha desarrollado en tres fases. El principal investigado y máximo responsable de la trama, que ha sido detenido dos veces durante este caso, tenía antecedentes policiales por un presunto delito de prostitución de menores en Valencia en 2010 y se le relaciona con la filmación de 250 vídeos de agresiones sexuales cometidas por él u otros hombres entre 2016 y 2022 en varias ciudades españolas.

El principal sospechoso tenía antecedentes por prostitución de menores y pornografía infantil

El inicio de las pesquisas tuvo lugar a finales de 2021 cuando los Mossos d'Esquadra tuvieron conocimiento de la denuncia de una víctima de 12 años que habría sido agredida sexualmente junto a otros menores por un mismo hombre entre mayo de 2020 y octubre de 2021. 

El autor contactó con las víctimas a través de redes sociales y en algún caso aprovechó las fugas de alguna de ellas de su domicilio para acogerlas y perpetrar las agresiones. Se arrestó al sospechoso el 9 de junio de 2022 en un domicilio de Ciutat Vella. En el registro de la vivienda se localizó diverso material pornográfico.

En el domicilio de Ciutat Vella, la policía hallo 1.300 vídeos de explotación sexual infantil e intervino 2.000 conversaciones, 120 de contenido pedófilo

El inmueble estaba destinado en parte al alquiler de habitaciones por internet, lo que permitía al sospechoso justificar el tráfico de personas que acudían a su piso y facilitar el acceso a las víctimas. De las conversaciones intervenidas al detenido, los Mossos constataron que el investigado mantenía contactos con otros depredadores sexuales con los que organizaba encuentros con los menores en su casa y durante los cuales los grababa con teléfono móvil y con cámaras ocultas que tenía instaladas en su casa.

En este domicilio de Ciutat Vella, los agentes requisaron más de 200 Gb de material audiovisual y conversaciones. Había 1.300 vídeos de explotación sexual Infantil, de los cuales unos 250 fueron presuntamente registrados por el detenido entre 2016 y 2022. Se analizaron más de 2.000 conversaciones de las que se seleccionaron 120 por su contenido pedófilo. En una de ellas, el cabecilla y un hombre desconocido compartían toda su actividad criminal relacionada con la explotación sexual de menores de edad. Los agentes analizaron esa conversación y contabilizaron 79 agresiones sexuales a menores.

Las detenciones han sido en Barcelona, L'Hospitalet de Llobregat, Vilanova i la Geltrú, Badalona, Sant Boi de Llobregat, Aranjuez, Badalona y Mollet del Vallès

En base a todo esto, los Mossos acusaron al sospechoso de obligar a menores a prostituirse y de grabar estas agresiones sexuales. Con este material, el Juzgado de Instrucción número 7 de Barcelona tuteló la segunda fase de la operación, bautizada como 'Damocles', para identificar y proteger a las víctimas así como detener a "los presuntos depredadores sexuales".

Gracias a los datos obtenidos en el registro del domicilio y al análisis de las imágenes de las agresiones sexuales, tanto de hombres solos como en grupo, los Mossos concluyeron que los pederastas acudían a este domicilio de Ciutat Vella tras contactar con el principal sospechoso por redes sociales o aplicaciones de mensajería instantánea.

Pese a ser detenido hace un año, el principal sospechoso quedó en libertad y siguió con las prácticas de pornografía infantil. Los Mossos señalan que organizaba "los encuentros sexuales entre agresores y menores y se aprovechaba de la situación psicosocial y de vulnerabilidad de algunas de las víctimas para instrumentalizar estas relaciones y explotarlas sexualmente". De las conversaciones virtuales de los sospechosos, los agentes concluyeron que "hablan sin escrúpulos sobre su actividad criminal e intercambian pornografía infantil creando varios grupos de WhatsApp con menores de 16 años (algunos ya identificados y otros no) para mantener relaciones sexuales grupales". 

Imagen de la operación de Mossos

Imagen de la operación de Mossos / Mossos

En abril pasado, los agentes volvieron a detener al principal sospechoso y a otros 10 hombres en Barcelona, L'Hospitalet de Llobregat, Vilanova i la Geltrú, Badalona, Sant Boi de Llobregat y Aranjuez, donde colaboró la Policía Nacional.

El pasado mes de mayo, en la tercera fase de la investigación, los Mossos identificaron a nuevos implicados en la trama y detuvieron a otros cinco hombres en Barcelona, Badalona y Mollet del Vallès.

Los Mossos destacan que los depredadores sexuales investigados aprovechaban las necesidades económicas o psicosociales y las adicciones de algunas de las víctimas para ganarse su confianza y les compensaban con regalos, dinero o drogas. De esta forma intentaban generar un vínculo emocional con ellos para evitar que los denunciaran. Por eso, además de tenencia, distribución y producción de pornografía infantil y prostitución de menores están acusados de un delito contra la salud pública por tráfico de drogas.